Más de mil firmas contra el trato a un impedido en un autobús de Tussam

El Ayuntamiento toma cartas en el asunto tras el calvario sufrido por una vecina granadina

23 ago 2015 / 12:23 h - Actualizado: 23 ago 2015 / 12:58 h.
"Movilidad","Tussam"
  • Autobús de la línea 27, una de las que solo extienden la rampa para discapacitados en la Plaza del Duque. / El Correo
    Autobús de la línea 27, una de las que solo extienden la rampa para discapacitados en la Plaza del Duque. / El Correo

Las más de mil firmas de apoyo recogidas por Mercedes González a través de internet en apenas quince días han llevado al Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto de un caso aislado de mal comportamiento por parte de conductores de Tussam con una persona impedida. Los hechos, descritos por la citada ciudadana granadina, recogían el calvario que hubo de padecer junto a su hermano Manuel, paralítico cerebral con un 95 por ciento de discapacidad, a cuento de una serie de calamitosas circunstancias relacionadas con la rampa de acceso al autobús, y que la demandante resumía así: «Un conductor ha dejado a mi hermano tirado como a una colilla en la parada de Plaza del Duque». Pero ese fue solo el final de un rosario de percances.

He aquí el relato de Mercedes sobre lo que les ocurrió a su hermano y a ella el día 4 de este mes: «En La Campana de Sevilla pido la rampa para que mi hermano acceda al bus. El conductor, reticente, me dice que suba en Plaza del Duque y me muestra cartel de la foto. Siempre subo en la Campana. ¿Qué debo, esperar otro autobús y dejar pasar este? Accede de mala gana y saca la rampa. Subimos y cuando la va a guardar, se rompe. Para el bus y a voces dice que se ha roto por la rampa. Que nos bajemos y esperemos otro servicio».

Dada la situación, «se desaloja el bus completo. Nosotros bajamos la silla a pulso entre varios, los últimos. Tuve que explicarle a mi hermano que él no había roto el autobús porque se sintió avergonzado. Nos fuimos hasta la parada de Plaza del Duque, no sea que estropeáramos el siguiente. Pongo reclamación telefónica y solicito taxi, como es habitual en otras provincias al estar la rampa rota. Me informan de que eso no está previsto en Sevilla. Le digo, a ver, ¿esto lo sabe el próximo conductor? Sí sí, no tendrás ningún problema. No, qué va, menos mal», recuerda ella, con ironía.

«Así que esperamos en la parada habilitada sugerida por conductor, por baliza y por el servicio 010», prosigue el relato de la afectada. «El conductor se comportó muy mal. Le indico que espere un momento y me ningunea, no abre la puerta en ningún momento. Me echa para atrás despectivamente. Tengo que gritar, su ventanilla al otro lado está abierta. Le hago el gesto de la silla de ruedas y le señalo a mi hermano. Me grita que si no sé leer. Arranca, no nos deja subir y se va. Irrespetuoso. Sentimos aún la rabia y la indignación».

Fruto de esas emociones, en vez de quedarse allí plantada con un palmo de narices Mercedes González sale detrás del vehículo. «Corrimos con la silla de ruedas hasta la siguiente parada. ¡¡¡Qué vergüenza!!! El personal del centro comercial, los taxistas, todos los turistas, pleno centro, indescriptible. Quería los datos del vehículo y conductor para ponerle una denuncia por su comportamiento», recuerda. «En todo momento elude su responsabilidad y se la echa a su propia empresa y a sus compañeros. Negligencia. Decepción. Lamentable. Vergonzoso. Nefasto. Denigrante. Ineficacia. Faltan adjetivos. Gritos, amenazas como si nos fuera a echar del autobús, amagos de que la rampa se vuelve a romper... Se nos retiene, al autobús entero. Nos vuelve a detener fuera de itinerario para ver al inspector».

«¿Qué quiero cambiar?», se preguntaba esta ciudadana indignada, para responderse de inmediato: «La accesibilidad de Tussam». «Quiero que Tussam permita a las PMR –Personas de Movilidad Reducida–que puedan acceder al autobús en cualquier parada. Y que habilite las que no lo estén ya. Aclare a su personal que [la indicación] solo bajada no incluye a los PMR y no se produzcan malentendidos ni se causen molestias a los viajeros. Quiero que Tussam se preocupe por el personal de su empresa. Y que les enseñe a cuidar de sus usuarios, sean PMR o no. Que traten bien a todo el mundo».


ERROR CORREGIDO

Tras agradecer las firmas, la afectada indicó que tanto el gerente de Tussam como el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, les «han telefoneado para trasladar sus disculpas en primer lugar, para interesarse de lo sucedido y para actuar en consecuencia. Han sido muy amables y diligentes. Nos han transmitido que el alcalde de Sevilla también está al tanto de lo sucedido y se ha interesado por lo sucedido a Manolo». «Tussam ha colocado un cartel en su baliza (Parada de Plaza del Duque) igual que el de La Campana. Y ha enviado circulares a su personal el día 10/08/15 recordando la obligatoriedad de permitir el acceso a los PMR en esa parada». Pese a las peticiones de este diario, el consistorio no ha encontrado ocasión esta semana de confirmar este relato.