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Un conductor realiza una prueba de alcoholemia a instancias de un guardia civil de tráfico. / Efe
La Navidad asoma con seguramente más vehículos en las carreteras sevillanas y con el deseo, expresado en voz alta por todos los escalafones de la Dirección General de Tráfico, de alejar lo más posible a todos los conductores de unos vicios como las drogas y el alcohol que pueden costar –de hecho, cuestan, con estadísticas por delante– muchas vidas. Los datos son tan contundentes como alarmantes: el 43 por ciento de los conductores fallecidos en 2016 en accidentes de tráficos, sean en vías urbanas o interurbanas, dio positivo en las pruebas de alcoholemia, drogas o psicofármacos, según constata en su memoria de 2016 el Instituto nacional de Toxicología y Ciencia Forenses (Instcf).
De ahí que, pese a que la operación especial de Tráfico para la Navidad no se active, en la primera de sus tres fases, hasta el viernes 22 de diciembre, el dispositivo policial ya está desplegado en esta semana previa a las fiestas, donde es habitual la celebración de las tradicionales comidas de empresa. Tráfico ya avanzó que desde el pasado lunes hasta el domingo se establecerán controles de tráfico donde se practicarán más de 20.000 pruebas diarias de alcoholemia y drogas a los conductores en todo el país. En el caso de Andalucía, la cifra oscila en torno a las 4.000 pruebas, tal y como estimó Ana Luz Jiménez, jefa provincial de Tráfico de Sevilla. «Aunque sean trayectos cortos, hay que disociar el tomar algo con coger el coche, porque puede generar muchos problemas», recomienda la responsable provincial de la DGT, que indica que en los últimos años sí que han detectado una mayor concienciación con el factor alcohol al volante, pero que por contra, existe una tendencia al incremento de los conductores consumidores de droga. «El objetivo es trabajar más en estas sustancias e insistir en lo perjudicial de su consumo», aclaró.
Con este despliegue previo, la DGT está preparando el operativo especial de Navidad, que está dividido en tres fases. La primera se iniciará el próximo viernes 22 y durará hasta la medianoche del lunes 25 de diciembre. La siguiente se activará un viernes después, el día 29, y seguirá hasta la noche de primer día del año 2018. Por último, la fase del despliegue por la noche de Reyes Magos y regreso a las casas, que será desde el viernes 5 de enero hasta el domingo 7 de enero. Aunque todavía no cuentan con cifras concretas, desde la sede sevillana de la DGT estiman que habrá más desplazamientos que los previstos en las navidades de 2016, en el que se calculó en torno a los 770.000 viajes solo en las carreteras de la provincia. El repunte previsto no es casual, sino forma parte de una tendencia de 2017. «A lo largo de todo el año, hemos detectado un incremento del tráfico en las vías principales mes a mes», dijo Jiménez.
Pese a este más que posible aumento, el dispositivo no variará mucho con respecto al ejercicio anterior. Se tendrá especial ojo en las vías de alta capacidad, esto es, las principales autovías de la provincia. La diferencia entre el dispositivo de esta época del año con respecto a la de, por ejemplo, el periodo estival, es que el incremento de tráfico se detecta más en la Autovía de la Plata (A-66), que es la principal ruta de acceso al norte de la península y donde se produce un «trasvase de conductores». «Son desplazamientos familiares, para acudir a segunda residencia, aunque también hay desplazamientos a zonas costeras y, especialmente, a puntos concretos de la comunidad autónoma como Sierra Nevada», manifestó Jiménez, que deslizó que, junto a la A-66, habrá esmero en la vigilancia en la A-92 –Málaga y Granada–, así como la A-4, AP-4, N-IV y la SE-30, así como la vía con más tráfico de la provincia: la A-49.
Para ello, contarán con «todos los efectivos disponibles» de la agrupación de tráfico de la Guardia Civil, además del helicóptero Pegasus, que controla a los conductores desde el aire. Además, se cuenta con la colaboración de los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes, que han incrementado los dispositivos de control en los cascos urbanas.