Una comisión médica formada por cuatro especialistas de Quirónsalud Sagrado Corazón, tres médicos de urgencias y un oftalmólogo, uno del Hospital de Osuna y una enfermera del Vall d´Hebron de Barcelona, han viajado a los campamentos de refugiados saharauis de Argelia en misión humanitaria, en los que han permanecido dos semanas y atendido a más de 1.000 pacientes.
La comisión médica ha estado trabajando durante meses para recaudar, material clínico y medicamentos para poder llevar a los campamentos, gracias a la colaboración de distintas instituciones.
La Comisión Sanitaria Sáhara-Sevilla se encuadra dentro de las actividades de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla (AAPSS), desde la que se envían comisiones sanitarias clínicas y quirúrgicas periódicamente para prestar atención sanitaria en los campamentos de refugiados saharauis que viven en una situación de dependencia total de la ayuda humanitaria internacional.
La doctora Carlota Alonso, médico de urgencias de Quirónsalud Sagrado Corazón, ya había estado en los campamentos en otras dos ocasiones y junto a cuatro compañeros del hospital se animaron para formar una expedición como comisión de Atención primaria en unión al proyecto de la AAPSS y tras numerosas acciones de sensibilización y recaudación de fondos plantearon el primer viaje juntos el pasado mes de febrero.
Como indica la doctora Alonso, “la idea es poder mantener una continuidad asistencial en los campamentos, viajando al terreno, al menos, un par de veces al año”. “Nos mueve el sentido de “responsabilidad”, intrínseco a nuestra profesión, el querer ayudar a quien más lo necesita, sobre todo cuando se trata de temas de salud. En los campamentos de refugiados vemos algunas patologías impensables en nuestro mundo, con una escasez aberrante de recursos médicos y fármacos y unas condiciones sociosanitarias muy deficientes que, a pesar de los esfuerzos de la ayuda internacional, ha empeorado desde las crisis humanitarias en Europa”.
En los campamentos trabajan en estructuras muy deficitarias donde trabaja una enfermera saharaui y las comisiones sanitarias cuando viajan. Además, en cada municipio hay un hospital con una pequeña sala de urgencias, medicación básica y sólo en algunos, un laboratorio precario y un equipo de rayos X.
Según Lourdes Ríos, médico de urgencias de Quirónsalud Sagrado Corazón las patologías que predominan son principalmente infecciones respiratorias, gastrointestinales y dermatológicas, sobre todo en niños. En el caso de mujeres y niños también es muy prevalente la anemia y concretando en la población infantil son frecuentes los déficits nutricionales.
Por su parte la doctora Marta Rodríguez, médico de urgencias de Quirónsalud Sagrado Corazón, relata que lo que más necesita la población son profesionales; médicos y enfermeras, que puedan dar una cobertura asistencial a lo largo de todo el año, y una buena coordinación entre las asociaciones para que siempre haya una comisión sanitaria en los campamentos que atienda a la población, y por otra parte dar formación continuada a los profesionales sanitarios locales. Por otro lado, continúa, la escasez de medicamentos es el otro gran reto; lo imprescindible son los jarabes antibióticos, antitérmicos y antiinflamatorios para bebés y niños pequeños, y antibióticos y analgésicos generales para el resto de la población.
Lourdes Ríos comenta que “por supuesto que repetiría la experiencia, he vuelto encantada de poder haber colaborado allí. Lo que más me ha llamado la atención es la hospitalidad, la generosidad y el trato tan maravilloso con el que nos ha acogido la población saharaui".
Según explica Marta Rodríguez “al principio tenía un poco de miedo con respecto al viaje, pero una vez allí te das cuenta de lo mucho que necesitan y que merece la pena. Siempre puedes aportar un granito de arena. Me llevo sin duda la gran hospitalidad de los saharauis"
“La primera vez que viajé a los campamentos iba con la idea de ayudar mucho, y volví sin duda con muchísimo más de lo que yo pude dar. Y la historia se repite: lo saharauis nos acogen como uno más en sus familias, su hospitalidad es increíble y se muestran enormemente agradecidos, hasta el punto de que a veces te hace sentir egoísta, pues yo sólo doy una pequeña parte de lo que verdaderamente puedo dar, cuando ellos nos ofrecen todo. Te enseñan a ser mejor persona", concluye Carlota Alonso.