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La casa rural Orilla del Huéznar se sitúa en la localidad sevillana de Constantina, en la Sierra Norte, por lo que permite visitar los pueblos de la zona. / El Correo -
Carmen Pérez, gerente de Casa Robles. / Jesús Barrera -
Manuela Muñoz, responsable de comunicación de La Mafia. / Jesús Barrera -
Las cascadas del Huéznar. / El Correo -
Bares y restaurantes también se apuntan a la decoración navideña. / El Correo
Modas y modos para celebrar la Navidad
Estas fechas son propicias para reunirse con seres queridos y amigos. Comidas de empresa y casas rurales se consolidan en las tradiciones
Celebrar la Navidad es reunirse con familiares y amigos para recordar anécdotas de un año que se va y compartir deseos del nuevo año que asoma por la esquina. Las fechas señaladas, Nochebuena y Nochevieja, suelen estar reservadas para las familias. Sin embargo, cenar o comer con los compañeros del trabajo es una tradición tan asentada como las doce uvas en Fin de Año.
En los últimos años, se han consolidado estos encuentros extralaborales, si bien la crisis ha modificado algunos de los hábitos al respecto. El más sustancioso es el del pago de la cena. Normalmente, la empresa solía hacerse cargo de todos los gastos, sin embargo, los comensales están asumiendo, cada vez con mayor frecuencia, el precio de su cubierto. Así lo explica la gerente de Casa Robles, Carmen Pérez, que reconoce que la tendencia actual es el cóctel. «La gente prefiere esta opción mucho más que a comer sentado», explica Pérez, si bien afirma que «la gente celebra en Navidad y le da igual».
No obstante, el menú cerrado sigue siendo el rey. Para la responsable de comunicación de La Mafia, Manuela Muñoz, esto se debe al hecho de que «la gente suele pedir que toda la bebida esté incluida», una tendencia cada vez mayor en este restaurante. Un menú que suele incluir carnes, pescados y mariscos, según Pérez, quien señala que todo varía «en función de lo que el cliente quiera gastar». Además, los espumosos y los «buenos vinos» le ganan la partida a los vinos de la casa, explica la gerente de Casa Robles.
El precio sigue siendo uno de los principales handicaps a la hora de elegir un sitio para la comida de navidad. Por ejemplo, en Casa Robles hablan de una media de 50 euros, mientras que en Don Juan de Alemanes el precio es más económico y se sitúa en torno a los 33 o 34 euros, según Pérez. En el caso de La Mafia, el precio varía en función del menú escogido, si bien Muñoz habla de un coste medio de 24 euros.
Sin embargo, el precio no es óbice para celebrar la Navidad con los compañeros de trabajo. «Todo el mundo quiere celebrar y hay una oferta tan amplia que todo el mundo se adapta», explica Pérez. Por esta razón, muchos restaurantes están colgando el cartel de completo. Para este fin de semana, los principales restaurantes de Sevilla prevén llenos absolutos a tenor de las reservas efectuadas hasta el momento. «Este fin de semana se presenta muy movido», afirma Carmen Pérez, quien observa cómo desde el jueves ya hay un flujo importante de gente que sale «a divertirse y a celebrar la Navidad con sus compañeros de trabajo». Y no solo de trabajo, porque la gerente de Robles cuenta que también se reúnen amigos del colegio o de la facultad «y muchas veces se toman unas tapas en la barra y unas copas», indica.
En La Mafia, todas las plazas están completas, aunque «siempre puede haber algún hueco», afirma Manuela Muñoz en referencia a las reservas de última hora que aprovechan las que se caen.
NOCHEVIEJA EN EL CAMPO
Las casas rurales también estarán completas en estas fechas, «excepto por este fin de semana, que será que hay muchas comidas empresa», explica Eulogio Reyes, uno de los propietarios de la casa rural Orilla del Huéznar.
Según el barómetro publicado por la plataforma Clubrural, las reservas en casas rurales suelen aumentar en fechas cercanas a festivos nacionales como el día de la Asunción –15 de agosto–, Fiesta Nacional –12 de octubre– o el puente de la Constitución e Inmaculada –6 y 8 de diciembre–. Sin embargo, Nochevieja experimenta un incremento «brutal» y «se desmarca muchísimo de la Navidad», según la coordinadora del departamento de comunicación de Clubrural, Jennifer García. En concreto, Nochevieja alcanza las 12.000 reservas, mientras que Navidad no supera las 2.000.
Por su parte, las reservas de cara a la noche de Fin de Año suelen realizarse a finales de agosto, con una antelación superior a los tres meses, algo que no ocurre en otras épocas del año. En concreto, un 42,86 por ciento de las reservas se han realizado con dos o tres meses de antelación, según el último barómetro de Clubrural.
Para Eulogio Reyes, pasar la Navidad o la Nochevieja en una casa rural supone una alternativa «familiar y cercana». Por su parte, Jennifer García justifica que este auge se debe a que «la gente se ha cansado de pasar la Navidad o la Nochevieja en casa y prefiere hacer cosas alternativas».
Una alternativa que ofrece múltiples posibilidades a quienes se animan a pasar la Nochevieja en el campo. Reyes afirma que la gente viene buscando un sitio abierto a la naturaleza para poder «desconectar totalmente». Por su parte, García detalla que las principales demandas están relacionadas con la existencia de chimeneas, la admisión de mascotas y las barbacoas. No obstante, también es posible encontrar algunos packs que ofrecen la comida al cliente, para que no tenga que cocinar.
Pero, ¿cuánto costaría una Nochevieja en una casa rural? Pues, como todo en la vida, depende. Depende de si cae o no en fin de semana, si el festivo cae en domingo o lunes y se amplían los días de descanso... Sea como fuere, Reyes explica que en la casa rural Orilla del Huéznar, que tiene capacidad para unas 10 personas, se viene a pagar entre 20 y 25 euros por persona. Según el barómetro de Clubrural, la provincia de Sevilla ofrece alojamientos en casas rurales a un precio medio de entre 16 y 25 euros por persona. Asimismo, en Andalucía este precio alcanza los 25,75 euros de media.
Otro de los destinos que más auge está cobrando en estas fechas es la aldea del Rocío. Hasta las marismas almonteñas se desplazan ya más de 100.000 personas en Nochevieja, cuando en 2014 no superaron las 40.000. En este sentido, hermandades rocieras y particulares alquilan las casas de la aldea a grupos muy numerosos de amigos y familias que buscan darle la bienvenida al Año Nuevo al son de villancicos, palmas y panderetas, con el gusto a aguardiente y pestiños y el olor a marismas y romero.