Muy orgullosos y valientes bajo 43 grados

Con el recuerdo de Pedro Zerolo, recientemente fallecido, muy presente y soportando estoicamente un calor infernal rozando los 43 grados a las cinco de la tarde, según la Agencia de Meteorología, fueron muchos los –además de orgullosos– valientes que salieron a celebrar el Día del Orgullo del colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB). Una edición doblemente festiva porque la víspera el Tribunal Supremo de EEUU extendía a todo el país el derecho al matrimonio entre dos personas del mismo sexo. Mucho que celebrar pero también mucho que reivindicar.

Unas 10.000 personas participaron en la marcha que se desarrolló en un ambiente festivo pero en la que no se registraron incidencias, si excluimos la ola de calor, según informó el Ayuntamiento. El punto de partida del desfile se situó en la avenida de Menéndez Pelayo y desembocó en la Alameda de Hércules. Una jornada significativa para un colectivo que ha vuelto a ver, cuatro años después, ondear la bandera multicolor en el mástil del Consistorio hispalense tras el vacío tan simbólico de los años de mandato del popular Juan Ignacio Zoido.

Por contra, el portavoz del equipo de gobierno y delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento, Antonio Muñoz, que participó en la marcha detrás de una pancarta, señaló que, a pesar de que la Constitución ya contempla que no puede haber discriminación por orientación sexual, «es necesario seguir reivindicando y luchando por una igualdad real en aspectos de la vida cotidiana».

Muñoz incidió además en que «España avanza de manera considerable cuando es gobernada por los socialistas», recordando el décimo aniversario de la aprobación del matrimonio igualitario.

En la misma línea, la delegada de Igualdad, Juventud y Relaciones con la Comunidad Universitaria del Ayuntamiento, Myriam Díaz, presente también, apuntó que las altas temperaturas no iban a ser «una excusa» para no salir a la calle a reivindicar «la igualdad de oportunidades, independientemente de la orientación sexual».

Díaz, además, celebró que este año ondee la bandera arco iris en Sevilla «después de muchos años», y aseguró que espera conseguir que la capital hispalense se convierta en un referente en materia de igualdad.

La secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, insistió en el objetivo de «igualdad plena» y evocó el «legado» de Pedro Zerolo.

Entre los participantes del Orgullo, también el coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, que destacó que el papel de la educación es «fundamental» para «la conformación de una sociedad no sólo de iguales ante la ley, sino también de iguales en lo cotidiano» porque, además de la contribución de los referentes públicos, se debe dar igualdad en la cotidianidad, sobre todo en la adolescencia. «Llevamos 20 años de recorrido emocionante para el reconocimiento de derechos civiles, pero hay que luchar por que la normalización masiva forme parte de la identidad de nuestra sociedad», recalcó.

Y puso el foco en reivindicar en espacios donde todavía no hay tanta igualdad, «como en el caso del deporte, donde es evidente el muro de silencio que se ha levantado». «Es un ámbito donde habrá que afrontar la normalización, la igualdad y el reconocimiento de la diversidad sexual», declaró.

Por su parte, el coordinador del Área de Libertad Afectivo Sexual de IULV-CA y portavoz de la formación en el Ayuntamiento, Daniel González Rojas, remarcó que la jornada de ayer es «un día de celebración» porque «después de cuatro años de un ayuntamiento teñido de azul» donde «un gobierno del PP se ha negado a izar la bandera» arco iris, este año sí se ha izado, al igual que en Barcelona, Madrid y Córdoba. Para González Rojas la reivindicación viene de «una ley de Transexualidad que se aprobó hace un año en Andalucía y que el Gobierno actual está incumpliendo», y la de una «ley contra la lgtbfobia, contra la discriminación a gais, lesbianas, bisexuales y transexuales a nivel autonómico y también estatal».

«Es un día de celebración porque los ayuntamientos están apoyando poco a poco, y también de reivindicación» porque «hay una igualdad legal, pero la igualdad real aún no está conquistada».