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Los obreros acometen las primeras actuaciones de mejora en la fachada exterior del inmueble situado en la calle Juan Oñate. / El Correo -
Las obras han descubierto un techo de madera que estaba tapado. / El Correo
Durante veinte años ha sido un edificio «abandonado» y convertido en «nido de ratas e infecciones», según han denunciando de manera reiterada las asociaciones de vecinos de Nervión. Construido por el arquitecto José Gómez Millán en 1924, Villa Julita es una de las huellas arquitectónicas del regionalismo que se impone en la transformación urbanística de la ciudad en los años previos a la Exposición Iberoamericana del 29. Ahora resurgirá de sus propias cenizas para convertirse en 2018 en un centro cultural que complementará la oferta de la Fábrica de Artillería, cuya actividad comenzará a finales del presente ejercicio.
El Ayuntamiento, a través del distrito Nervión, ha comenzado con los trabajos de reforma de este inmueble municipal situado en el número 29 de la calle Juan Oñate, próximo a la avenida de la Cruz del Campo. En una primera etapa se han acometido «dos intervenciones importantes de limpieza», ya que llevaba mucho tiempo en desuso. Anteriormente había albergado la sede del Consejo Local de la Juventud. Desde que se marcharon estos últimos inquilinos ha permanecido sin actividad y ha sido objeto de ocupaciones y expolios. Por este motivo, las asociaciones de vecinos del barrio han estado denunciado el «deplorable» estado de esta casa de 300 metros cuadrados y dos plantas de altura. Ello provocó hace un año una intervención de emergencia, con retirada de la basura que se había acumulado en este recinto y que, según alertaban los vecinos, había derivado ya en «serio problema de salubridad pública, con ratas y todo tipo de insectos y bichos».
Para evitar esta situación y mantener un inmueble que cuenta con una protección singular en su fachada exterior, los representantes vecinales de Nervión acordaron con el gobierno local su arreglo «para uso y disfrute del barrio». En este sentido, el proyecto de recuperación que se ha diseñado cuenta con varias fases, entre las que se encuentran la detección de necesidades, la demolición de zonas inservibles y la mejora de las instalaciones eléctricas. Los trabajos incluyen además la restauración de las cubiertas deterioradas y de las estancias interiores. Las tareas iniciales han permitido que se haya descubierto un techo de madera de la época regionalista que había quedado tapado por una escayola. Estas techumbres y las barandillas se van a acondicionar a través de talleres de restauración.
Sin embargo, atendiendo a la demanda vecinal y dentro de la iniciativa del equipo de gobierno de acercar la cultura a los barrios, la restauración permitirá su apertura como «un contenedor cultural y multifuncional» abierto a todas las entidades de la zona y a los vecinos del distrito. «Es un enclave magnífico para realizar exposiciones, teatro, pequeños conciertos por parte de colectivos no profesionales que quieran compartir sus representaciones con los residentes del barrio», ha expresado la delegada del distrito, Inmaculada Acevedo, que ha remarcado que «no se permitirá la venta comercial» en este edificio municipal.
El objetivo es que «a lo largo de 2018» pase directamente a depender del distrito como centro multifunción. En su papel de contenedor cultural, completará en Nervión las actividades del gran contenedor cultural que es la Fábrica de Artillería.