«¡Niños, es Rajoy!»

El ministro Zoido ‘reapareció’ en Sevilla como cicerone feriante de Rafael Hernando y con primera parada en la caseta de la Guardia Civil. El alcalde fusiona la cultura y el turismo en las recepciones de la caseta municipal

Iñaki Alonso @alonsopons /
01 may 2017 / 21:47 h - Actualizado: 01 may 2017 / 21:55 h.
"Feria de Abril","Feria de Abril 2017"
  • Zoido, en el centro, fue a la caseta ‘La Pareja’, acompañado, por este orden, por Fernando Mora, Germán López, Antonio Sanz, José Manuel Holgado y Manuel Contreras. / Raúl Caro (Efe)
    Zoido, en el centro, fue a la caseta ‘La Pareja’, acompañado, por este orden, por Fernando Mora, Germán López, Antonio Sanz, José Manuel Holgado y Manuel Contreras. / Raúl Caro (Efe)

Tocaba cuadrarse. Y eso sin portar galones ni indumentarias ni gorros verde aceituna –los tricornios dejaron de estar de moda hace un lustro–. Ahí estaban todos, en perfecto estado de revista, con sus chaquetas bien planchadas, a las puertas del cuartel efímero de la Guardia Civil en el Real, en Juan Belmonte 176-190, a la espera de una visita de alto abolengo. «¡Niños, que es Rajoy!», vociferaban desde lo alto de un carruaje, plagado de niños con sus refrescos en mano. Si se tratase de una tómbola habían rozado el emoticón en forma de peluche –el sustituto de la añeja muñeca chochona–. Pero no. Y no eran los únicos. Hasta los guiris preguntaban a qué tanta algarabía en el Real.

A La Pareja, que así se llama la caseta de la Benemérita, llegó la voz de Rajoy en el Congreso, Rafael Hernando. Pero más expectación si cabe causó el cicerone sevillano elevado a ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, que pese a sus obligaciones estatales se resiste a abandonar la ciudad donde tocó el cielo, políticamente hablando, entre los años 2011 y 2015, cuando fue alcalde.

Hernando y Zoido no fue la única pareja que llegó a la susodicha. Alberto Díaz, portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, acompañó a José Luis Sanz, alcalde incontestable de Tomares –tres mayorías absolutas figuran en su currículum– y uno de los máximos aspirantes del sector oficialista del partido para coger la bandera del PP en el ansiado reto de recuperar el cetro capitalino, en manos del PSOE de Juan Espadas.

Sanz fue llegar y besar el santo. El director general de la Guardia Civil, José Manuel Holgado Merino, le impuso un pin en forma de tricornio, frente a un público dividido entre cuerpos de seguridad y altos dirigentes del aparato PP. Estaban casi todos salvo el todavía presidente de los populares sevillanos, Juan Bueno, que está a la espera del 21 de mayo para el traspaso de poderes a su enemiga Virginia Pérez. Un tema tabú en la caseta. Zoido no dijo ni esta boca es mía de esta crisis. Ni de eso ni de nada. La Feria no es para estos circos, farfullan en su entorno, sino más bien para el de leones y payasos al final de la calle del Infierno. Y razón no le faltan.

Hubo abrazos a falta de canutazos. Holgado, corbata color Benemérita, era la voz cantante de un nutrido elenco en el que se encontraba el director general de la Policía Nacional, Germán López, el general en jefe de la cuarta Zona de la Guardia Civil, Manuel Contreras; el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, Fernando Mora; el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; el subdelegado en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano; o el jefe de gabinete del Ministro del Interior, Curro Pérez. También estaba en La Pareja el expresidente de la CEA Santiago Herrero; el abogado Luis Miguel Martín Rubio, el director regional de El Corte Inglés, Ángel Aguado Aparicio; y, para poner un color especial, Antonio Romero y Rafael Ruiz, más conocidos como Los del Río.

Este dueto se habría movido como pez en la caseta municipal, donde se fusionó a la cultura con el turismo y los medios de comunicación en una recepción presidida por el alcalde, Juan Espadas, –con permiso del delegado del ramo, Antonio Muñoz– y los consejeros de Cultura, Rosa Aguilar; y Turismo, Francisco Javier Fernández.

Ahí se podría haber montado un buen tablao flamenco con Esperanza Fernández al cante e Isabel Bayón al baile. Y es que la cultura estuvo bien representada con el director de la Sinfónica de Sevilla, John Axelrod; el director del Lope de Vega, Juan Víctor Fernández; el director de programación de la Sala Cero, Ángel López; el director de Contenedores en Acción, Rubén Barroso; la directora de la SGAE en Andalucía, Verónica Repiso; el director de la Bienal, Cristóbal Ortega; la creadora de Viento Sur, Maite Lozano; o colectivos como Lugaredo o Legado Expo. Y, del mundo del cine, el productor de cine Antonio Pérez; el director de Spain Film Comission, Carlos Rosado; y su homóloga en Andalucía, Piluca Querol.

Ellos se entremezclaron con lo más granado del sector turístico, que loaron esa Feria soñada, con caseta incluido en Pascual Márquez. Felicidad a raudales en el rostro de Pablo Arenas, presidente de los hosteleros; o Jorge Castilla, vicepresidente de Hoteles de Sevilla –suplió a Manuel Cornax, ausente por la buena noticia de ser abuelo–. Diego Ramos, viceconsejero de Turismo; Jorge Robles, presidente de la comisión de Turismo de la CES; Jesús Rojas, gerente de Fibes; Rafael Domínguez, de la Asociación de Empresas Turísticas ASET; Francisco Rasero, del Skal Club Sevilla; o Enrique Ybarra, el presidente de City Sightseeing también acudieron como embajadores del destino Sevilla. Y con ellos, de charla distendida, la corporación local: la concejal de Economía, Carmen Castreño, el de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera; la edil del PP María del Mar Sánchez Estrella o los tres ediles de C’s, que hicieron pleno con Javier Millán, Francisco Moraga y Javier Moyano.