«No queremos a profesionales de calidad cuestionable»

Los alumnos de los conservatorios superiores se oponen a los criterios con los que Educación otorgará 57 cátedras porque no garantizan la «competencia profesional»

20 feb 2017 / 07:51 h - Actualizado: 20 feb 2017 / 10:59 h.
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  • Alumnos en el Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo de Sevilla. / El Correo
    Alumnos en el Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo de Sevilla. / El Correo

Los representantes de los alumnos en los consejos escolares de los cinco conservatorios superiores de Andalucía han dirigido un escrito a la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, en el que cuestionan el sistema por el que se otorgarán las 57 plazas de catedrático que la Junta ha confirmado que saldrán a concurso de méritos –que no a concurso oposición– este año. «Los alumnos de los conservatorios superiores de música de Andalucía no queremos a profesionales de calidad cuestionable, cuyo ingreso se haya debido a un desconocimiento profundo de las necesidades educativas de las enseñanzas artísticas superiores», concluyen.

Los estudiantes expresan sus demandas con claridad: «Solicitamos la paralización del proceso o, en su defecto, el endurecimiento de los méritos y baremos», para lo que proponen criterios diferentes a los que plantea la Junta: «valorar la carrera artística, concertística y pedagógica por encima de los años de funcionario de carrera, pues estos no aseguran la competencia profesional del opositor al cuerpo de catedráticos», y «que dichos baremos sean aprobados en una comisión que, a nuestro entender, debe integrar al cuerpo de catedráticos actual para favorecer una decisión lo más acertada y cercana posible a las necesidades educativas de las enseñanzas artísticas superiores».

«El no emprender estas medidas propuestas –continúa el escrito– desprestigiaría y perjudicaría gravemente a los actuales y futuros músicos andaluces, provocando la salida de los estudiantes de música de esta comunidad en busca de una enseñanza de mejor calidad».

La polémica por la adjudicación de los puestos de catedrático en los conservatorios superiores no es nueva. Al revés. De hecho, apenas quedan catedráticos en activo porque la última convocatoria en Andalucía tuvo lugar en 1990. Fue un concurso oposición en el que los aspirantes, además de aportar sus méritos, tuvieron que demostrar su capacidad con una prueba práctica. Es decir: tocó cada uno el instrumento del que aspiraba a convertirse en catedrático o demostró su capacidad en especialidades como composición o dirección de orquesta.

De manera que muchos catedráticos se han ido jubilando y ahora, la Consejería se encuentra con el problema de que no hay suficientes ni para formar tribunales que examinen a quienes aspiran a ese puesto. Y de que quienes ocupan los puestos de catedráticos –sin serlo– con comisiones de servicio mantienen bloqueadas sus plazas en otros centros, plazas que no salen a oposición y que permanecen siempre ocupadas por profesores interinos. Y ése el sentido de dar 57 cátedras sin examen: intentar que a partir del año próximo la situación se normalice y estos nuevos catedráticos ya puedan formar tribunales con normalidad para las siguientes convocatorias. De hecho, para el año próximo ya hay convocadas otras 83 plazas de catedrático de Conservatorio, que sí se adjudicarían con una oposición.

Lo cierto es que las posición de los alumnos puede resumirse de manera muy sencilla: quieren que la administración endurezca el sistema que ha creado para otorgar las cátedras. Dicho con sus palabras: «Amparándose en dicha ley –la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación– y considerando que el cuerpo de catedráticos de música y artes escénicas está exento de fase de oposición, conseguir un sistema que proporcione unos docentes de calidad».

El objetivo principal de los representantes de los alumnos es, en consecuencia, «que se considere la posibilidad de endurecer el sistema de méritos y baremos que regulan la fase de concurso. Consideramos imprescindible una valoración seria de méritos artísticos y de alta cualificación (experiencia concertística, trayectoria pedagógica, estrenos, investigación y publicaciones...) que determinasen la idoneidad de los aspirantes a estos puestos de tan alta responsabilidad».

La Federación Nacional de Estudiantes echa en falta pruebas prácticas y pedagógicas

La Federación Nacional de Estudiantes de Música (Fnesmúsica) ha publicado un documento en el que expresa su «más profunda decepción y rechazo por el borrador publicado sobre la convocatoria para el acceso de 57 plazas al Cuerpo de Catedráticos de los Conservatorios Superiores de Música de Andalucía, por permitir la aprobación de unos criterios de selección que olvida la garantía formativa y educativa de los actuales estudiantes de música, así como la excelencia de nuestro sistema educativo de enseñanzas superiores de música».

Su posición coincide casi punto por punto con la de los representantes de los alumnos de los conservatorios superiores andaluces: lo que piden es la garantía de que quien acceda a una cátedra tendrá la competencia adecuada: «Consideramos que un proceso de selección al Cuerpo de Catedráticos que omite pruebas prácticas y pedagógicas, basado en un baremo que da mucha importancia a aspectos tales como haber desempeñado cargos directivos (0,125 puntos por año) o tener un doctorado que en nada tiene que ver con la interpretación musical (1 punto) y por el contrario se devalúe la actividad artística (0,05 puntos por concierto como director o solista o 0,05 puntos por cada obra de gran formato compuesta por un compositor) nada tienen que ver con la demostración de unas competencias pedagógicas y artísticas que debería legitimar el título de Catedrático dentro de nuestras enseñanzas».

Todo esto, dentro de un problema más complejo, que lastra este tipo de enseñanza, en opinión de los alumnos: la ausencia de un «marco legal específico que se adecúe a las necesidades de nuestra disciplina».