—¿Cuál es su opinión sobre el Plan Integral del Polígono Sur?
—Es necesario pero hay que poner a todos de acuerdo y aplicar las cosas que son útiles para la recuperación del Polígono Sur. No es solo dar dinero sino que a veces hay que hacer cosas que no son tan bonitas pero que resultan más eficientes. —¿Y qué ha fallado?—Creo que se han hecho cosas pero no en el sitio donde hacía falta. Avanzar no es rehabilitar cuatro bloques de pisos y que todo siga igual. Hay que poner las bases para que sea un cambio real y duradero, y aquí las administraciones han fallado, reincidiendo año tras año en el mismo error de no trabajar directamente con las familias. Es imprescindible el trabajo con las familias, y en especial con los jóvenes, pero desde dentro, pisando la calle y no desde los despachos. —Hay quien critica duramente al Comisionado y pide una Autoridad Única...
—Estos diez años de Comisionado han sido nefastos y poco eficaces porque para hablar con él me he llegado a llevar esperando hasta nueve meses. Se han hecho cosas que no han sido totalmente adecuadas para lo que se necesitaba, cuando la gente lo que quiere es una solución a sus problemas. La Autoridad Única no es posible porque no es legal.
—¿Cómo está ahora la barriada en delincuencia e inseguridad ciudadana?
—Más tranquilos. Ha habido momentos peores. No veo bandas dominantes aunque sí sigue habiendo personas con un trabajo ilícito que influye en el barrio y en el comportamiento de los demás. El principal problema es formar y emplear a los jóvenes para que no se vean abocados a la delincuencia y otros malos hábitos. —¿Qué propone para ayudar a la juventud del barrio?
—En 1992 se perdió la oportunidad con las escuelas de Forja XXI. Hay que retomarlas de alguna manera, pero enfocándolas con sesiones de prácticas en empresas mediante convenios para dar una salida laboral a los chavales.—¿Qué va a suponer la apertura de la factoría cultural?
—Creo que hay cosas más necesarias que esto. El barrio tiene otras necesidades. La factoría es para estar en una zona normalizada y esto, desgraciadamente, aún no lo es. Antes debería haberse peleado la financiación de la comisaría. —¿Qué espera de este nuevo gobierno local?
—Creo que tenemos un alcalde muy sensible a los problemas de la calle. Nada más avisar de las ratas y basuras en los bloques, vino Juan Manuel Flores [Bienestar Social] y el delegado del distrito y metieron mano. A Espadas le pido que no solo se tome una preocupación aparente sino que además lo demuestre, gestionando los recursos de manera distinta y promoviendo que los trabajadores sociales se centren más en el trabajo de calle, porque a lo mejor lo que se plantea en los despachos no se corresponde con la realidad.