«No soy ‘joaquinista’, no me gustan las etiquetas»

Piñero aspira a ser presidente del Consejo con «ilusión», «renovación» y el apoyo de 11 de los 19 miembros actuales

28 jul 2018 / 07:00 h - Actualizado: 27 jul 2018 / 22:11 h.
"Consejo de Hermandades y Cofradías","Los Estudiantes"
  • Antonio Piñero será candidato a las elecciones al Consejo de Cofradías del próximo mes de noviembre / Jesús Barrera
    Antonio Piñero será candidato a las elecciones al Consejo de Cofradías del próximo mes de noviembre / Jesús Barrera

Antonio Piñero siempre ha sido hombre de una sola cofradía, la de Los Estudiantes. Esa que lo llamó a filas nada más nacer, de la que fue hermano mayor ocho años –dos mandatos–, y en la que suma ya 60 años de antigüedad. La edad con la que este secretario judicial de profesión, vecino del barrio Los Remedios –salvo en los años que recorrió España hasta lograr una plaza laboral cerca de su gente– y orgulloso antiguo alumno del colegio San José de los Sagrados Corazones ha decidido presentar su candidatura a las elecciones a la presidencia del Consejo de Cofradías de Sevilla del próximo mes de noviembre. Y lo hace, asegura, con la firme intención de cumplir con tres objetivos que cree «esenciales». El primero, «la comunicación», que debe ser «más fluida con los hermanos mayores y más ágil y transparente con el exterior». También apuesta por «la ilusión» y «la renovación».

Dice estar preparado para dar «un cambio de rumbo» a la institución a pesar de haber sido uno de los cargos generales en el último mandato. «Yo he sido el vicepresidente de un presidente. Soy Antonio Piñero y él Joaquín Sainz de la Maza, cada uno con nuestro concepto», dice. Pero aún así reconoce que entre los dos «hay muchos criterios y personas que coinciden». Y hasta ahí. «¿Joaquinista? No me considero nada ni de nadie. No me gustan las etiquetas», sentencia. Prefiere, asegura, centrarse en los objetivos que se ha marcado para este camino y que, además de los ya dichos, buscarán también «una reorganización interna» del Consejo.

Para lograrlo, Piñero tiene ya el respaldo de 10 –11 si se incluye él– de los 19 consejeros actuales. En su lista está Carlos López Bravo, secretario en estos momentos y que ocuparía el cargo de vicepresidente. También siete de los nueve delegados de las hermandades de Penitencia: José Carlos Campos (Vísperas), José Manuel Albiac (Domingo de Ramos), Francisco Javier Escudero (Lunes Santo), Juan José Morillas (Martes Santo), José María Cuadro (Madrugá), Manuel Vicente Durán (Viernes Santo) y Enrique Durán (Sábado Santo y Domingo de Resurrección). Unos apoyos que completan dos de los cinco consejeros de Gloria: Miguel Ángel Martín y Silvestre Prado, al frente de las hermandades rocieras. La otra corriente la encabeza Francisco Vélez, actual tesorero y candidato a la presidencia, junto al equipo que le acompaña: los delegados de Penitencia Miguel Cuevas (Miércoles Santo) y José Carretero (Jueves Santo), los dos de Sacramentales, José Francisco Haldón y Ernesto Martín, y tres de Gloria, Milagros Ciudad, Miriam Olga de Frutos y Eduardo Carrera.

Piñero está cerrando estos días los nombres del resto de cofrades que completarán su candidatura. Serán diez personas –la lista completa debe ser de 21 miembros– que destaquen por su «frescura» y entre los que habrá «mujeres y gente joven». En principio, algunas de estas novedades ocuparán uno o los dos puestos de los cargos generales que aún quedan por conocerse (secretario y tesorero). Sus apoyos se sumarán a los que ya ha sido capaz de recolectar Piñero desde que hace unos días anunciara su intención de presentarse a la presidencia del Consejo. «Me han llamado algunos hermanos mayores para comentarme que cuento con su apoyo. ¿Si hay alguno que no me esperaba? Pues sí, la verdad». A todos les comenta que la suya ha sido «una decisión meditada», que ha tenido en cuenta factores como «la familia, el equipo, el trabajo o mi propio convencimiento», pero que tomada la decisión, «voy hacia adelante con todas las consecuencias».

Sobre qué decisión tomaría en algunos de los temas más controvertidos que han marcado la agenda del Consejo en estos últimos meses, Piñero se define como «un hombre de consenso», que valorará «todas las opiniones necesarias antes de tomar una decisión» y que no tiene «miedo» a afrontar algunos asuntos que hasta ahora eran considerados intocables por la institución. «Nunca he sido de imponer las cosas, no creo en este modelo de gestión. Hay que hablar, lo que haga falta, y luego decidir».

Entrando en materia, cree que el asunto de la modificación de la Carrera Oficial no se ha explicado bien. «No se trata de decir que vayamos a cambiarla sino que se están estudiando varios proyectos para ver qué es lo más viable. No es cuestión de hacer algo a la ligera sino de estudiar si económicamente es oportuno, escuchar a la administración, valorar pros y contras y luego ver qué se hace». Sí tiene claro que «a día de hoy todavía nos faltan elementos de juicio para poder tomar una decisión consecuente y definitiva», señala.

También habla de «consenso» en el asunto de la posible incorporación de hermandades de víspera a la Carrera Oficial. «Ahora mismo es complicado, pero los estatutos marcan un camino claro para las hermandades que tengan esa inquietud: el día afectado tiene que pronunciarse». Ahora bien, es consciente de que es un asunto «importante» y de que, más pronto que tarde, «habrá que dar una solución» a esta disyuntiva. Sobre la opción de adelantar el inicio una jornada, la del Sábado de Pasión, asegura que «por el momento no se ha solicitado» y que, llegado el caso, «habría que estudiarlo». «El arzobispo ya ha dicho que no hay impedimento litúrgico». En relación a la posibilidad de que se vuelva a repetir el escenario del Martes Santo a la inversa indica que «si los hermanos mayores lo solicitan se acogerá con el mismo rigor que el año pasado». Pero insiste en que «deben ser las propias hermandades del día las que lo vuelvan a pedir».

¿Y sobre el futuro del pregón de la Semana Santa? Piñero cree que «no debe perderse el ceremonial actual» y es partidario de «mantener la ubicación dentro del teatro de la Maestranza». En cuanto a la posibilidad de ver a corto plazo a una mujer en el atril, lo tiene muy claro. «No hay que elegir a una pregonera por el simple hecho de ser mujer pero sí hay mujeres que están muy preparadas para pregonar la Semana Santa de Sevilla».