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La calle Betis es una de las zonas más visitadas por los turistas que llegan a Triana. / Paco Puentes
En la primavera del año pasado, el Ayuntamiento de Sevilla se marcó como objetivo convertir a Triana en uno de los grandes referentes turísticos del conjunto de la ciudad. El delegado de Turismo, Antonio Muñoz, anunció entonces la intención de que el viejo arrabal se convirtiera en protagonista de las campañas de promoción externa de la capital hispalense y hasta incluso comprometió la ejecución «del mayor plan turístico específico para este barrio de los últimos años», al que dotó de un presupuesto aproximado de 80.000 euros con los que fortalecerían los itinerarios peatonales.
Los plazos que maneja el gobierno local tienen un horizonte claro: el año 2018. Para entonces, el ejecutivo que preside el socialista Juan Espadas quiere tener concluido un ambicioso plan de trabajo en el que se concreten las actuaciones a poner en marcha para que Triana se convierta «en un modelo sostenible de barrio turístico». Se trata de un proyecto que, además, intentará dar respuesta a otra inquietud del Consistorio: la ausencia de una oferta definida para aquellos visitantes que cruzan el puente.
Sobre la mesa del Consorcio de Turismo están los datos publicados en un estudio de Telefónica de febrero del año 2016, basado en 166.000 encuestas, en el que se apuntaba que, una vez que llegan hasta el barrio, los visitantes literalmente «no saben qué hacer». Es decir, que añoran la existencia de una rutas definidas o la falta de unos espacios de información en los que se indique las posibilidades que les ofrece Triana. Esto, unido al hecho de que en otro estudio publicado por la plataforma Hosteltur se señalaba que el viejo arrabal se sitúa entre los 16 barrios más demandados a escala mundial en cuanto al alojamiento (el único español del listado) y que en las redes sociales tanto la gastronomía como el turismo familiar eran los productos mejor valorados, han llevado a los responsables locales a ponerse manos a la obra en esta iniciativa.
¿Y qué hacer entonces para alcanzar este objetivo? De momento, el Consistorio ha planteado la puesta en marcha de «una estrategia transversal» que coloque a las personas –ciudadanía y visitantes– «en el centro del modelo turístico» del barrio. Para lograrlo, se celebrarán durante este mes de octubre (los días 10 y 11) «unas jornadas de reflexión» en las que están llamados a participar tanto los profesionales del sector turístico como aquellas personas «cuyos conocimientos y experiencias puedan aportar directa o indirectamente» al ámbito en cuestión. Esto es, «ciudadanos que por su papel económico, profesional y social» puedan aportar «opinión e ideas» al proyecto.
Estas jornadas, que se celebrarán en el distrito, se dividirán en dos sesiones. Una matutina, dirigida en exclusiva a los profesionales turísticos, en la que se desarrollarán ponencias, mesas redondas y talleres que «ayuden a su formación» y «generen reflexión y propuestas para posibles actuaciones en el barrio de Triana». En la segunda parte de estas jornadas, planteadas en horario de tarde, tomarán el protagonismo «taxistas, arquitectos, paisajistas, artesanos, estudiantes o comerciantes», entre otros, «cuyo ámbito de trabajo o vida» se desarrolle en la zona. Serán, además, sesiones más divulgativas con un formato todavía por definir.
Tal y como se indica en el desarrollo del plan, el objetivo municipal pasa porque en todas las actuaciones que se desarrollen «se contemple el concepto de La piel del turista» como elemento vertebrador del proyecto. Es decir, «bajar a pie de calle en todos los ámbitos relacionados con el turismo». En este sentido, se prevén medidas concretas como analizar las iniciativas públicas y privadas que están en marcha actualmente y la creación del producto turístico Triana para su promoción y comercialización.
Las conclusiones de estas jornadas servirán para poner en marcha un nuevo modelo turístico que despeje el horizonte de los visitantes cuando lleguen al barrio y les permite disponer de unos itinerarios claros para sus rutas. Un proyecto de índole «sostenible» que el Consorcio de Turismo pondrá en marcha a partir del próximo año 2018 y que se complementará con otra serie de iniciativas. Entre ellas, la propia delegada del distrito, Carmen Castreño, anunció en una de las sesiones de la junta municipal que a esta apuesta se sumarían «los proyectos adjudicados por los planes Emplea Joven y Emplea +30, que se coordinarán con esta iniciativa turística para rentabilizar aún más el proyecto».