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Planchas atornilladas en sustitución de las rejillas sustraídas del garaje. / El Correo
Actúan a plena luz del día. «Entre las dos y las cuatro de la tarde», principalmente. Aprovechan los escasos segundos que quedan abiertas las puertas, a la entrada o salida de vehículos, para colarse en el interior de los garajes comunitarios. El modus operandi es siempre el mismo: aguardan ocultos a quedarse solos para actuar con total impunidad. El botín: embellecedores de motos, complementos y accesorios de coches, y hasta mobiliario del estacionamiento. Los vecinos de Andalucía Residencial, en el barrio de Sevilla Este, han remitido un escrito al distrito municipal en el que informan del «calvario» que vienen sufriendo en los últimos meses, al tiempo que solicitan una «Policía de cercanía» que ataje esta práctica incívica y «ahuyente» a los responsables de estos hurtos en el barrio.
Los últimos asaltos se han producido en este mes de enero, «hace solo unas semanas». De nuevo, el objetivo han sido los bloques de viviendas de la avenida de Aeronáutica, una de las vías principales de Sevilla Este conforme se entra por la carretera de Málaga. «Se llevan todo lo que pillan: embellecedores y tapones de motocicletas, rompen los cristales de los coches para coger los accesorios que queda a la vista, como las radios; o bien los que están metidos en las guanteras», detallan los residentes de los garajes comunitarios de cuatro bloques de la citada avenida.
Meses antes sufrieron además otros hurtos que afectaron a la infraestructura del propio estacionamiento residencial. «Robaron las rejillas metálicas que marcan los puntos de desagüe. Pese a que son materiales muy pesados, las quitaron y se llevaron más de diez unidades». Fue una sorpresa para los propietarios de las viviendas, que no daban crédito a lo que estaban viendo sus ojos: «Nos quedamos de piedra. De la noche a la mañana desaparecieron todas las rejillas y los husillos quedaron al descubierto. Era un peligro, porque alguien podía meter un pie. También un problema de salubridad, ya que, entonces hacía buen tiempo y calor, por lo que era un conducto perfecto para la entrada de ratas, cucarachas y de todo tipo de bichos».
Finalmente los vecinos tuvieron que reponer lo robado, con alguna que otra medida para evitar futuras acciones de ladrones y grupos de vándalos. «Tuvimos que poner planchas provisionales y atornillarlas al suelo. Nos gastamos 800 euros», apuntan los vecinos.
Pero estas malas prácticas, lamentablemente también se han ido extendido a otros puntos de la zona de Andalucía Residencial. «Algunos comercios se han visto afectados. Hemos tenido casos de tirones de bolsos y de robos de teléfonos móviles en la calle. Incluso se han llevado un coche».
Ante esta situación, los vecinos reivindican más vigilancia en toda la zona. De hecho, la asociación de vecinos Andalucía Residencial ha solicitado una reunión con representantes del distrito Este para exponer este tema de seguridad, así como otras cuestiones que también preocupan a los vecinos del entorno, como la mejora urbanística de varias calles o las ratas. «Queremos una Policía de cercanía, que recorra el barrio y ahuyente a los ladrones. Hemos luchado mucho por tener dos comisarías [Nacional y Local], pero no se ve en el barrio. La Policía no debe estar solo para poner multas o sacar el carné», concluyen los vecinos afectados.