Operando en África con el corazón

Siete profesionales del hospital Virgen del Rocío viajan a Benín en una misión de cooperación con Cirujanos en Acción para intervenir a 61 pacientes en seis días

16 abr 2018 / 08:00 h - Actualizado: 15 abr 2018 / 19:58 h.
"Sanidad","Solidaridad"
  • Los cirujanos desplazados a Benín realizan operaciones en el quirófano de dos mesas, separadas por una mampara de madera. / El Correo
    Los cirujanos desplazados a Benín realizan operaciones en el quirófano de dos mesas, separadas por una mampara de madera. / El Correo
  • Uno de los médicos lleva de la mano a un niño beninés. / El Correo
    Uno de los médicos lleva de la mano a un niño beninés. / El Correo
  • La expedición de médicos sevillanos posa con las hermanas Rufine, Claire y Francis. / El Correo
    La expedición de médicos sevillanos posa con las hermanas Rufine, Claire y Francis. / El Correo
  • Una intervención en el quirófano, con la presencia del enfermero local Gabin. / El Correo
    Una intervención en el quirófano, con la presencia del enfermero local Gabin. / El Correo

Siete profesionales del Hospital Universitario Virgen del Rocío participaron el pasado mes de marzo en una misión de cooperación con la Fundación Cirujanos en Acción desarrollada en Benín, en el oeste de África, donde intervinieron a 61 pacientes, fundamentalmente de hernias y patologías del tiroides.

Esta iniciativa altruista y solidaria partió de Eduardo Perea, residente de quinto año de Cirugía General y del Aparato Digestivo del citado hospital, quien logró que se adhirieran al proyecto la enfermera María del Mar Martínez, que se encargó de recopilar todo el material preciso; las anestesistas Guiomar Rosel Fernández e Inmaculada Benítez; y otros tres cirujanos, Abdul Razak, Juan Manuel Castillo y Manuel Bustos, quien ejercería de responsable de la misión ante Cirujanos en Acción, cuya presidenta, Teresa Butrón, les informó de los documentos y requisitos que debían cumplimentar para viajar a un país de acceso difícil y caro, realizando esta fundación una aportación económica muy valiosa, si bien cada miembro de la expedición se pagó el viaje de su bolsillo.

Tras volar desde Málaga a Cotonú –la mayor ciudad de Benín– vía París, la expedición aún debió recorrer durante dos horas carreteras en construcción y caminos rurales hasta arribar al destino final, Dangbó, donde se halla el Albergue del Amor Redentor, el hospital dirigido por la hermana Oportune, médico internista, donde habrían de trabajar los días sucesivos.

Tras organizar el material quirúrgico y pasar consulta acompañados por el enfermero local Gabin y la hermana Oportune, los profesionales sevillanos vieron 92 pacientes, desestimando a 14 y dejando a otros 17 en una lista de espera al presentar dolencias menos urgentes.

MANOS A LA OBRA

Así pues, se pusieron manos a la obra con los 61 pacientes seleccionados, que fueron intervenidos en seis maratonianas jornadas (de 8.30 a 18.00 horas), realizando un total de 68 procedimientos: 29 hernias inguinales, dos umbilicales y dos epigástricas gigantes, 15 lipomas o fibroadenomas gigantes, siete bocios y otras enfermedades varias. «Llevábamos material sólo para hernias, pero vimos que había otras patologías más urgentes, sobre todo relacionadas con el tiroides, y nos volcamos en ellas también», explica Abdul Razak, uno de los cirujanos desplazados hasta esta población del oeste africano, eminentemente rural y marcada por la pobreza absoluta. «Son gente muy agradecida y nos han dado mucho cariño, veías que les operabas y te miraban como si fueras dios», reconoce.

La expedición del Virgen del Rocío recibió además un trato muy amable y hospitalario de las religiosas que llevan el albergue diariamente sin ningún medio y de Antoine Bonou, que generosamente les cedió su casa para el hospedaje durante la semana de estancia en Dangbó.

Tan satisfechos quedaron los miembros de la expedición que tienen ya claro que «el año que viene vamos a repetir», asegura Razak. «Era la primera vez que se ha desarrollado en este país una misión para intervenir de patologías del tiroides y la próxima vez iremos mejor preparados porque merece mucho la pena».