Óperas callejeras para celebrar el bicentenario de ‘El barbero de Sevilla’

20 feb 2016 / 18:58 h - Actualizado: 20 feb 2016 / 21:00 h.
"Ópera","Turismo","Música clásica"
  • Interpretación de una aria de ‘Don Giovanni’ en el barrio de Santa Cruz. / José Luis Montero
    Interpretación de una aria de ‘Don Giovanni’ en el barrio de Santa Cruz. / José Luis Montero

Jamás pensó Rossini que la ciudad en la que inspiró, casi de forma accidental, una de sus obras más populares acabara por tributarle un homenaje de altura en el bicentenario de su primera representación. Imaginado o no, así fue. Centenares de personas disfrutaron este sábado de una fiesta callejera de la ópera con la que se celebró el doscientos aniversario del estreno de El barbero de Sevilla sobre las tablas del escenario del Teatro Argentina de Roma. Niños, mayores y algún que otro turista despistado, al que la escena le pilló por sorpresa, disfrutaron de esta recreación que logró cumplir con uno de sus principales objetivos: familiarizar al gran público con un género musical que suele quedarse en los teatros al alcance de muy pocos.

Con el reloj avisando de la llegada del mediodía, los protagonistas de la obra salían del Ayuntamiento acompañados por el delegado municipal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, que destacó la importancia de una ópera «que ha ido por los escenarios de medio mundo llevando el nombre de Sevilla». Bajo un ambiente festivo, en el que influyó el sol y los más de 20 grados del día que invitaban a salir a la calle, los miembros del coro de la Asociación Amigos de la Maestranza –que también celebraba su vigésimo aniversario– tomaron posiciones en la Plaza Nueva para interpretar algunas de las arias más conocidas en las voces de quienes hacían las veces de la descarada Rosina, el enamorado conde de Almaviva o el popular Fígaro, protagonista principal de esta ópera bufa.

El resultado no fue ni mucho menos el que obtuvo la obra el día de su estreno, donde acumuló un buen puñado de críticas negativas. Más bien todo lo contrario. La representación del aniversario logró meterse al público sevillano en el bolsillo desde la interpretación de las primeras piezas. Era sólo un adelanto de todo lo que tenía preparado el Ayuntamiento, en colaboración con más de una veintena de entidades culturales, para celebrar el cumpleaños de El barbero. Una ruta callejera, por los escenarios que inspiraron a los autores para componer las más de 150 óperas ambientadas en Sevilla, que llevó a recorrer rincones del barrio de Santa Cruz y el Arenal, para finalizar a los pies de la plaza de toros de la Maestranza.

Mitos como el de Carmen de Bizet o el Don Giovanni de Mozart revivieron en las voces de tenores, barítonos y bajos que interpretaron algunas de sus arias más conocidas. La ruta, coordinada por la empresa Apie Experiencias Turísticas Guiadas en colaboración con Sevilla de Ópera, comenzó bajo el arquillo del Ayuntamiento con el clásico Largo al factotum de El barbero de Sevilla, interpretado por el barítono Vicente Montaña. Sonaba aquel popular «Fígaro, Fígaro», recreando una Sevilla, la del siglo XVIII, en la que numerosos escritores tomaron sus calles para encontrar en ellas a los protagonistas de algunas de sus obras más destacadas.

Era noticia que sonara música clásica en directo y en la calle. Quizás por eso, el público no perdía detalle de cada una de las interpretaciones. Casi como una gymkhana con la que recorrer el centro y de la que no merecía la pena perder ninguna parada. Fue el particular homenaje que Sevilla quiso tributarle a su barbero más internacional en su doscientos cumpleaños. El regalo sí que perdurará en el tiempo, pues la de ayer sólo fue la primera de las rutas que se pondrán en marcha a corto plazo para disfrutar de los encantos de la ópera a pie de calle.