Padres y padrinos de bautizo en Sevilla deben acudir a catequesis preparatorias

Hoy comienza a aplicarse el nuevo Directorio de Iniciación Cristiana, que modifica los ciclos para hacer la Comunión y la Confirmación.

31 ago 2015 / 23:08 h - Actualizado: 01 sep 2015 / 09:05 h.
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  • Padres y padrinos de bautizo deben desde hoy asistir a tres sesiones de catequesis preparatorias. / El Correo
    Padres y padrinos de bautizo deben desde hoy asistir a tres sesiones de catequesis preparatorias. / El Correo

Desde hoy, inicio del nuevo curso pastoral, para todos los bautizos que se celebren en la Archidiócesis de Sevilla será obligatorio que los padres y padrinos del bautizado inicien previamente una preparación catequética a la que no podrán negarse. Ésta es una de las novedades del Directorio de Iniciación Cristiana promulgado por el arzobispo de Sevilla en 2014 y que desde hoy comienza a aplicarse, si bien no será hasta el 1 de septiembre de 2016 cuando tenga valor de ley todo su contenido.

La nueva normativa de la Iglesia hispalense para la celebración de los tres sacramentos de la Iniciación Cristiana –Bautismo, Eucaristía (primera comunión) y Confirmación– concede una gran importancia a la preparación de los padres y padrinos del bautizado, estos últimos como garantes de la educación cristiana del niño. De ahí que establezca que progenitores y padrinos asistan a unas «catequesis prebautismales» con un objetivo netamente evangelizador. Así, «se establece un mínimo de tres catequesis, a las que obligatoriamente se deberá asistir» y cuyo cumplimiento deberá ser acreditado por el párroco, que «expedirá un documento en el que se certifique». «Hasta ahora –explica Luis Rueda, canónigo y prefecto de Liturgia– estas catequesis sólo eran obligatorias para los padres y había mucha variedad respecto al número de sesiones formativas. Ahora se han unificado en tres».

Aunque la situación moral o legal de los padres no impide, de por sí, el bautismo de su hijo, la Iglesia considera la iniciación cristiana de un hijo como una «buena ocasión para renovar la fe de muchos padres», de ahí que este documento inste a los sacerdotes a prestar una especial atención a los padres en situación eclesialmente irregular, invitándoles a que regularicen su situación.

Sólo en el caso de que los padres no estén dispuestos a ningún tipo de preparación y no haya garantías suficientes de que el niño vaya a ser educado en la religión católica, el sacerdote podrá plantearse una «eventual demora» del bautismo.

El nuevo directorio regula asimismo los itinerarios de formación doctrinal tanto para niños como para adultos mientras realizan el aprendizaje de la vida cristiana y recorren el proceso de maduración de su fe.

De este modo, desde hoy también será obligatoria paras las parroquias la implantación de los itinerarios típicos de formación tanto para niños en Segundo, Tercero y Quinto de Primaria-, como para aquellos adultos no bautizados o que no hayan completado su iniciación cristiana.


PRIMERA COMUNIÓN

Tal y como ocurre ahora, la edad para recibir la Primera Comunión se fija a los nueve años o Cuarto de Educación Primaria, si bien el proceso formativo durará tres años en lugar de dos y se iniciará en Segundo de Primaria con el Despertar religioso en la parroquia.

El directorio fija por vez primera como norma escrita que «si varios hermanos quieren hacer la Primera Comunión, el mayor esperará al menor». Y aunque no establece ningún método de control, sí especifica que la asistencia del niño a misa los domingos así como su matriculación en la enseñanza de religión en las escuelas será motivo de discernimiento para la recepción del sacramento.

En cuanto a la Confirmación, el periodo formativo se iniciará a los 11 años o en Quinto de Primaria, quedando fijada a partir de ahora la edad para recibirla a los 14 años, cuando ahora se hace a los 16 o 17 años.

A partir del 1 de septiembre de 2016 ya tendrá valor de ley todo el contenido del nuevo directorio. Será a partir de esa fecha cuando sea exigible tanto a novios como a padrinos de bautismo y confirmación que hayan «completado» su proceso de iniciación cristiana, o lo que es lo mismo, que estén confirmados. Caso de que no lo estén, novios y padrinos deberán asistir a un curso de preparación cuya duración es de un curso pastoral completo y que, en el caso de los futuros contrayentes, incluirá además la preparación al matrimonio.