Papa y mamá también juegan

Tendencia. Un 40% de los adultos españoles admite que emplea parte de su tiempo de ocio a los videojuegos. Son las primeras generaciones que se hicieron mayores con ellos

06 dic 2016 / 15:21 h - Actualizado: 07 dic 2016 / 08:00 h.
"El gran negocio del videojuego"
  • Un hombre juega a un videojuego en un salón recreativo mientras está al cuidado de dos bebés. / El Correo
    Un hombre juega a un videojuego en un salón recreativo mientras está al cuidado de dos bebés. / El Correo
  • El videojuego cada vez amplía más su rango de edad. / El Correo
    El videojuego cada vez amplía más su rango de edad. / El Correo

Las primeras generaciones de jóvenes que se hicieron mayores jugando a videojuegos se han hecho adultos y no han dejado de enchufarse a alguna de las nuevas plataformas para seguir disfrutando de aquello con lo que disfrutaban años atrás. Los mismos que cruzaban los dedos para que la cinta de cassette de su Spectrum 48k cargara juegos como Match Day, Profanation, Kokotoni Wilf, Sir Fred o Knight Lore o se pasaron horas y horas disfrutando del Donkey Kong o SuperFerrari en la Atari 2600 siguen con esa afición intacta. «He crecido con los videojuegos. Mis gustos y preferencias se han ido adaptando a mi edad, pero siempre han estado presentes. Aventuras, rol, ahora quizá estrategia y simulación histórica o deportiva. No he perdido el hilo de este sector y dedico parte de mi ocio a echar una partida», cuenta Roberto, de 44 años, que admite sin reparos su afición, «antes parecía que si a cierta edad seguías con los videojuegos era porque eras un poco friki o un inadaptado. Ahora parece lo contrario, es rara la persona que esté totalmente desenganchada. Hasta en el Congreso hemos visto a diputados jugando al Candy Crush, apunta.

La Asociación Española del Videojuego (AEVI) encargó el pasado año una encuesta que no deja lugar a dudas: un 40 por ciento de los adultos españoles juegan a videojuegos todos los días. «Ya no está mal visto el uso de los videojuegos. La gente se ha dado cuenta de que es una opción válida dentro de las opciones de ocio», sostiene José María Moreno, presidente de AEVI. Achaca también este crecimiento a que cada vez hay más videojuegos que satisfacen los gustos femeninos multiplicando el número de jugadoras. En España hay una generación PC Fútbol. Cientos de miles de adolescentes de mediados de los años 90 del siglo XX se engancharon a una saga de gestión de clubs de fútbol que hacía posible que el jugador llevara a su equipo de toda la vida hacia las cotas más altas imaginadas. Ya era posible gracias a un videojuego que el Cádiz disputara con el Real Madrid o el Barcelona la Liga y con la Juventus o el Bayer de Munich la recién nacida Champions League. Todo era posible gracias a la habilidad y sagacidad para plantear partidos, estructurar el club y manejar el mercado de fichajes. «Fue una serie que dejó huella y que nos ha enganchado a un tipo de juego que todavía sigue teniendo mucho éxito entre la gente de nuestra edad. Ahora son mucho más evolucionados y garantiza horas de diversión», reconoce Tomás, que emplea su PC en más que redactar documentos y enviar correos electrónicos, «siempre guardo un rato para jugar», dice. Los videojugadores comprendidos entre 45 y 54 años valoran el entretenimiento, compartir con la familia, que les haga pensar y la importancia del realismo de los gráficos como aspectos más importantes a la hora de elegir un juego.

Los adultos que juegan con videojuegos tienen un mejor nivel emocional, según una investigación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (Estados Unidos).

La investigación demostró que los participantes que jugaron con videojuegos, incluyendo aquellos que solo jugaban de vez en cuando, tuvieron mayores niveles de bienestar, y los que no lo hacían tenían más emociones negativas y una tendencia a la depresión.

Al contrario de lo que se piensa, el jugador más habitual de videojuegos suele tener un nivel de estudios alto; 63,7 por ciento de los videojugadores habituales tienen estudios de bachiller o universitarios. Además, esta vertiente del ocio interactivo ha servido para unir a las familias. El 65 por ciento de los jugadores con hijos considera que los videojuegos sirven para estrechar lazos con ellos, y el 36,2 de los adultos con hijos han jugado alguna vez con ellos a videojuegos, eso sí, son los padres menores de 29 años los que más juegan a videojuegos con sus hijos.

«Juegos con historias y personajes complejos ponen frente a dilemas morales que no quisiéramos enfrentarnos en la vida real, pero que podemos encarar en un ambiente más o menos seguro dentro de un juego. Los juegos complicados que tienen una curva de aprendizaje lenta y que te hacen perder una y otra vez te enseñan a manejar la frustración y la rabia», plantea la gamer Ame Rodríguez.