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Juan Espadas recibe el bastón de mando del Ayuntamiento de Sevilla. / Pepo Herrera
Perfil: Juan Espadas, un conciliador para tiempos convulsos
Quienes lo conocen aseguran que el nuevo alcalde de la ciudad es un hombre acostumbrado a negociar. Por eso creen que la formula del gobierno en minoría que ensayará puede funcionar: todas las fuerzas políticas que forman parte del cambio serán «protagonistas».
El nuevo alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), es considerado un político mesurado y conciliador, rasgos que en tiempos de pactos parecen indispensables y que han podido ser claves para lograr el apoyo de tres de los cinco grupos municipales y la promesa de una «leal oposición» en el caso de Ciudadanos.
Este perfil moderado, que ahora podría jugar a su favor, no le fue tan favorable durante su etapa como portavoz de la oposición, sobre todo en los primeros años, en los que transmitió una «imagen plana» y tuvo que emplearse a fondo para darse a conocer entre los sevillanos.
En este tiempo se ha «pateado» todos los barrios de la ciudad y dice estar «en condiciones» de abordar el cambio que cree que los sevillanos reclamaron en las urnas y que se propone abanderar explorando una fórmula nueva: un gobierno monocolor pero en el que todas las fuerzas políticas que forman parte del «cambio» sean «protagonistas».
Juan Espadas Cejas (Sevilla, 1966) cree que la ciudad necesita de forma urgente un «gobierno social» y ha centrado sus prioridades en el empleo, la vivienda y los servicios sociales.
Tras el último desahucio hace sólo unos días, que dejó en la calle a una mujer y sus dos hijas tras ser desalojadas de un piso de la empresa municipal de la vivienda, llegó a asegurar que situaciones como esas «no van a volver a ocurrir».
«Hay que hacer más y resolver lo urgente», ha prometido Espadas, que asegura que la implicación en los problemas sociales es el «faro» que le guía.
Militante socialista desde 1991 y licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, el nuevo alcalde es por encima de todo un gestor, un técnico, cuya trayectoria profesional empezó en 1989 como asesor jurídico en la Agencia Andaluza de Medio Ambiente, área a la que ha estado vinculado casi toda su vida.
Así, entre 1994 y 1996 fue jefe de gabinete del consejero de Medio Ambiente; de 1997 al 2000 secretario general de Planificación de la Empresa Pública de Gestión Medioambiental (1997-2000) y desde ese año hasta el 2004 director general de Prevención y Calidad Ambiental.
Posteriormente fue viceconsejero de Medio Ambiente, puesto desde el que negoció con el Estado las transferencias de las cuencas hidrográficas y de los parques nacionales de Andalucía.
En el 2004 formó parte de la Comisión Permanente que elaboró la Estrategia Española de Cambio Climático e impulsó la Red Andaluza de Ciudades por el Clima.
Con Manuel Chaves como presidente de la Junta, en abril del 2008 fue nombrado consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio y, durante su primer año de gestión, impulsó el Plan Concertado de Vivienda y Suelo 2008-2012 y la Ley del Derecho a la Vivienda, primera norma en España que regulaba, en determinadas condiciones, el derecho constitucional a una vivienda digna.
En abril del 2009 fue confirmado en el cargo tras el cambio de gobierno que se produjo en Andalucía con la salida de Chaves y la designación de José Antonio Griñán como presidente, y permaneció al frente de la Consejería hasta marzo del 2010.
Espadas ocupó también un escaño como senador por la comunidad autónoma entre noviembre del 2010 y septiembre del 2013, cuando renunció a su acta -al igual que otros compañeros suyos- para ser relevados por el expresidente de la Junta José Antonio Griñán y la exconsejera Mar Moreno, señalados en el caso de los ERE, lo que fue criticado por la oposición que lo vio como una operación para «blindarlos» como aforados.