Pío XII reclama una «reforma integral» para relanzar el comercio del barrio

Vecinos y comerciantes piden «mayor limpieza» y el arreglo del pavimento de las calles, donde se producen «constantes caídas» de personas mayores

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
03 jun 2018 / 22:23 h - Actualizado: 23 abr 2017 / 21:19 h.
"Barrios"
  • Arriba, una de las calles comerciales de Pío XII. Abajo, zona de carga y descarga
    Arriba, una de las calles comerciales de Pío XII. Abajo, zona de carga y descarga
  • Pío XII reclama una «reforma integral» para relanzar el comercio del barrio
  • Pío XII reclama una «reforma integral» para relanzar el comercio del barrio
  • Interior de la parroquia de Santa María de las Flores y San Eugenio Papa, que se localiza en el número uno de la calle Fernando Barquín, en las proximidades de la Ronda de Pío XII. / El Correo
    Interior de la parroquia de Santa María de las Flores y San Eugenio Papa, que se localiza en el número uno de la calle Fernando Barquín, en las proximidades de la Ronda de Pío XII. / El Correo

Es uno de los principales motores económicos del distrito Macarena, junto a la avenida de Miraflores, León XII y la Cruz Roja. La actividad comercial de Pío XII se cuenta por varias –al menos tres– generaciones y supone el sustento de muchas familias sevillanas. Así ha sido durante décadas y así quiere seguir siéndolo otras tantas más. Sin embargo, de un tiempo a esta parte sus negocios tradicionales y pymes –que se contabilizan en un número superior a 150– están sufriendo las consecuencias directas del «abandono» que perjudica la buena imagen de las principales vías comerciales, entre las que, por ejemplo, están Llerena (42), Conde de Halcón (25) y Alhelí (21). Vecinos y comerciantes, representados a través de la asociación de comerciantes de Pío XII, integrada a su vez en la Federación de Comerciantes y Pymes de la Macarena, reclaman al Ayuntamiento de Sevilla una «reforma integral» tanto a nivel de limpieza como de cuidado y arreglo de las calles, donde hay «constantes caídas» de personas mayores.

«Esto está todo bastante sucio para el trasiego de gente que tiene. Hay muchos agujeros por todas partes. Hay calles que más vale no verlas», critica María Barroso junto a Esperanza, otra vecina «de toda la vida» de Pío XII, que explica lo que le pasó hace unos meses: «Me caí y desde entonces voy con un bastón. Estoy a la espera de que me llamen para operarme de la rodilla». Sus testimonios evidencian la gravedad del problema en un barrio que «ha envejecido mucho» en los últimos años, y donde un paseo o ir a la compra puede acabar en accidente para sus residentes, la mayoría con movilidad reducida.

A esta primera consecuencia vecinal se suma además la que afecta a los que tratan de buscarse la vida al frente de los negocios familiares. «Siempre unas malas condiciones en el acerado, implica no solamente un riesgo para los vecinos con un problema de seguridad para las personas (pues no es la primera vez que se cae una), sino también una peor imagen de toda esta zona, con un impacto negativo en los comercios. En definitiva, afecta a que la gente venga a comprar, al atractivo de la zona comercial y al final, a las ventas», explica el portavoz de la asociación de comerciantes de Pío XII, José Manuel Silgo. Además advierte de «la problemática que puede conllevar a medio y largo plazo para los negocios del barrio» si no se frenar o revierte esta situación con la implicación del gobierno local, con quien la entidad mantiene «un contacto permanente». «Intentamos hacer fuerza y no perdemos la esperanza de que nos ayuden», concluyen vecinos y comerciantes.