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Operarios recogiendo naranjas. / Manuel Gómez
La recogida de la naranja sirve como excusa para poder seguir contratando personal temporal en Lipasam. Un plan de choque permitirá, a partir de hoy, la contratación de 46 personas para la recogida de las naranjas que han caído al suelo en las calles de Sevilla y que no han podido ser recogidas en la campaña de recolección, que se inició a mediados de diciembre y que concluirá a finales de este mes. Los contratos, en principio, tendrán una duración de un mes y se centrarán en subsanar lo que fue uno de los caballos de batalla del PP el pasado curso: el de las naranjas hacinadas y no recogidas por determinadas calles de la ciudad.
Esta fórmula es la que ha encontrado el gobierno de Juan Espadas para ganar personal, aunque sea por meses, en Lipasam y mejorar la limpieza de las calles de la ciudad. El primer plan de choque se efectuó, de hecho, el pasado mes de octubre, tirando «hasta lo que permite el marco restrictivo de la ley» estatal, con un total de 120 contrataciones. Este duró hasta final de año y se solapó con el plan especial de Navidad, en el que la empresa municipal de limpieza siempre refuerza su plantilla.
La campaña de la naranja espera recolectar en torno a 2,7 millones de kilos que, aunque no es tan mala, sí que es con una cantidad algo inferior denbido al periodo de sequía . En el conjunto de la ciudad hay 42.000 naranjos amargos, de los que 35.810 se encuentran en las calles (el resto se ubica en parques).