Polémica por el columbario de la nueva iglesia de Bellavista

Vecinos de la calle Caldereros inician una recogida de firmas al considerar que «no es lugar adecuado» para este tipo de enterramientos

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
27 jun 2019 / 12:11 h - Actualizado: 27 jun 2019 / 12:46 h.
"Barrios","Bellavista - La Palmera"
  • La parroquia del Dulce Nombre de Bellavista está situada en la calle Caldereros. Foto: Manuel Gómez.
    La parroquia del Dulce Nombre de Bellavista está situada en la calle Caldereros. Foto: Manuel Gómez.

Aún no han comenzado las obras de la parroquia del Dulce Nombre de Bellavista y ya se han producido las primeras críticas vecinales. Un grupo de residentes de la calle Caldereros, donde se localiza el actual templo y el futuro edificio que construirá la Archidiócesis, ha empezado a movilizarse para mostrar su total rechazo al columbario que se ha proyectado en el sótano de la reconstruida parroquia. Consideran que «no es el lugar adecuado» al estar «pared con pared» con viviendas. Desde la Archidiócesis de Sevilla, no obstante, se aclara que «existe y se puede consultar» la normativa diocesana para columbarios que «establece las directrices que hay que seguir para que su construcción esté en regla».

Los vecinos de la calle Caldereros aseguran que el pasado 14 de junio tanto el arquitecto de la obra como el párroco del Dulce Nombre explicaron los trabajos que se iban a realizar en los próximos meses en una reunión a la que «apenas asistieron unas doce personas». El proyecto de la Iglesia de Sevilla prevé la demolición del actual inmueble y de la casa colindante, en el número 22 de la misma calle Caldereros, levantando en ese mismo solar una nueva iglesia «más funcional» y «acorde a las necesidades» que tiene esta zona del barrio. Si bien, el nuevo complejo de tres plantas, incluiría además, según cuentan los vecinos, «un sótano en el que se ubicaría un columbario con una capacidad para 360 huecos».

Este nuevo servicio ha generado cierta controversia entre los vecinos más próximos a la parroquia del Dulce Nombre, que, en un principio, han creado un grupo de whatsapp para coordinar acciones de protestas contra lo que consideran «inviable» en esta zona del barrio. De hecho, nada más conocer la idea del columbario han mantenido un primer contacto con la dirección del distrito para exponer su situación.

«No ha sido pública al vecindario»

Consideran que «esta información [por el columbario] no ha sido pública al vecindario de Bellavista», e igualmente entienden que «el cementerio de Dos Hermanas y de Sevilla cubre la demanda para dar cobertura a la población». En este sentido, hace una semana han iniciado una recogida de firmas en comercios y distintos puntos del barrio para tratar de frenar la construcción del columbario en el nuevo templo. «No queremos que se haga, porque hay casas que están pared con pared con las viviendas. Esta zona es además de calles muy estrechas. No es el lugar adecuado para ello», ha explicado uno de los portavoces vecinales de la calle Caldereros, que quiere dejar muy claro que, no obstante, «sí están totalmente de acuerdo» con que se haga una nueva parroquia.

«El barrio está totalmente implicado con nosotros. Sólo en esta primera semana se han conseguido más de 1.000 firmas. Queremos llegar a las 5.000 para presentarlas en el distrito Bellavista-La Palmera. Nos oponemos a que se coloque el columbario en nuestra calle, que no es un cementerio y ya hay varios cerca que cubren todas las necesidades», concluyen los vecinos de la calle Caldereros, que están dispuestos a llegar hasta el final con sus protestas.

Un reglamento diocesano

La Archidiócesis de Sevilla recuerda, en este sentido, que existe un Reglamento Diocesano de Columbarios, promulgado el 2 de noviembre de 1999 por el vicario general de entonces, Francisco Ortiz. En este decreto, que es público y se puede consultar en la web de la diócesis, se establecen las condiciones para este tipo de enterramientos en el interior de los templos de la diócesis. Así, en el artículo 4 se dice que «las construcciones propuestas deberán respetar la normativa canónica y civil, tanto en relación a las disposiciones de policía sanitaria mortuoria como de construcción y edificabilidad».

«Respeto máximo»

Finalmente, la hermandad del Dulce Nombre de Bellavista «apoya por completo el proyecto de la Iglesia de Sevilla, al igual que también respeta la postura de aquellos vecinos que estén molestos con el columbario. Es decir, respeto máximo a ambas partes».