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Políticas, de 7 diputadas en 109 escaños a una Cámara paritaria

Con las listas electorales cremallera, la igualdad llegó al Parlamento en 2008

07 mar 2017 / 23:01 h - Actualizado: 07 mar 2017 / 23:09 h.
"Día de la Mujer","Verónica Pérez"
  • De izda. a dcha. Hortensia Gutiérrez del Álamo, una de las primeras 7 diputadas en el Parlamento andaluz de 1982, y Verónica Pérez, diputada y líder del PSOE-Sevilla.
    De izda. a dcha. Hortensia Gutiérrez del Álamo, una de las primeras 7 diputadas en el Parlamento andaluz de 1982, y Verónica Pérez, diputada y líder del PSOE-Sevilla.

Hortensia Chiqui Gutiérrez del Álamo compartió con otras seis mujeres, entre 103 hombres, los escaños del recién constituido Parlamento andaluz en la primera legislatura, una Cámara hoy paritaria. Recuerda que por el PSOE, que hoy tiene en sus Estatutos las listas cremallera (alternando hombres y mujeres en las candidaturas) concurrieron a las elecciones mujeres por todas las provincias pero sólo cuatro lograron escaño. «Yo no tengo la sensación de que fuera complicado ir en las listas porque éramos pocas mujeres militantes pero trabajábamos mucho y éramos muy visibles. Lo que sí es verdad es que no íbamos en sitios de salida», reconoce, al tiempo que admite que no existía a nivel político la conciencia de que «era tan importante que estuviéramos», aunque en este punto destaca que los secretarios provinciales del PSOE malagueño, su circunscripción, sí apostaron siempre por ello.

De hecho, defiende la apuesta socialista por llevar mujeres en las listas cuando «el Partido Comunista no llevaba y el PA durante muchos años no tuvo diputadas». Aunque también reconoce que Amparo Rubiales y ella tuvieron que pelear en el Comité director del PSOE, donde eran las únicas mujeres, para implantar entonces la cuota del 25 por ciento.

De las siete primeras diputadas andaluzas, cuatro eran del PSOE, dos de Alianza Popular y una de UCD (la recientemente fallecida Pilar Pulgar que fue también la primera alcaldesa andaluza de la democracia). El número es la principal diferencia que encuentra entre el Parlamento al que llegó en 1982 y del que se fue en 2000 cuando «ya había muchísimas, y de todos los partidos». Pero también que en su época las diputadas se centraban en las materias sociales como la sanidad o la educación y no en temas de infraestructuras o hacienda «aunque yo conseguí ser presidenta de la Comisión de Hacienda y Presupuestos, era la única mujer que había en toda la comisión». Hoy «eso ha cambiado muchísimo».

No recuerda comentarios y trato machista de sus compañeros, si acaso «anécdotas de una cierta peleíta». «Piensa que al principio éramos muy pocas y fue una cosa muy paulatina. Yo creo que los hombres se sintieron sorprendidos de que de pronto había ya muchas, igual que en los cargos públicos en la Junta. Cuando yo fui directora general de Consumo éramos cinco mujeres en toda la estructura», relata.

Pese a los avances cree necesario que se mantengan la paridad por ley y las listas cremallera y señala que en países europeos donde «llevan más años con esas medidas siguen existiendo» porque «esas cosas tardan en asentarse» y deben mantenerse «hasta que no se consiga que sea algo tan normal que no haga falta», algo que a su juicio no ocurre cuando «ves las fotos de las reuniones de la UE y el 80 por ciento son hombres».

También la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, diputada desde 2004 y miembro de la Mesa de la Cámara en la actual legislatura, marcó un hito en el avance por la igualdad en el Parlamento. Cuando en 2008 el PSOE perdió una votación por su ausencia debido a que estaba dando a luz y la de su compañera Elia Maldonado que estaba en Rusia recogiendo a su hijo adoptivo, se planteó la necesidad de reformar el Reglamento de la Cámara para que los diputados pudieran delegar su voto. La reforma se aprobó en 2009 y no sólo se benefician las mujeres, también hombres de permiso por paternidad y ambos ante bajas por enfermedad.

Tras dar a luz y regresar al Parlamento, Pérez aún escuchó por lo bajini a un colega de otro grupo en comisión comentar que «donde debía estar era en casa cambiando pañales». «El Parlamento es reflejo de la sociedad y la sociedad es machista», dice. Por ello, también ve necesario mantener las listas cremallera y cuotas que garanticen la presencia femenina, aunque reconoce que «lo hemos tenido más fácil que nuestras antecesoras».