Presupuestos: se avecina tormenta

Las cuentas de 2017 van por el mismo camino que las del año pasado. En esta ocasión la oposición no venderá tan barato su apoyo al alcalde

20 nov 2016 / 17:32 h - Actualizado: 21 nov 2016 / 07:00 h.
"Ayuntamiento de Sevilla","Pleno del Ayuntamiento de Sevilla","Juan Espadas"
  • Espadas vuelve a tropezar en la misma piedra con el presupuesto. / J.M. Vidal (Efe)
    Espadas vuelve a tropezar en la misma piedra con el presupuesto. / J.M. Vidal (Efe)

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, no iba a ser menos. Ya el año pasado consiguió sacar adelante sus primeros presupuestos con el apoyo de Ciudadanos –consecuencia del acuerdo nacional para la primera investidura fallida del entonces secretario nacional de los socialistas, Pedro Sánchez–, y el respaldo in extremis de los dos concejales de IU que se pensaron hasta el último instante si la oferta del gobierno local era un nuevo brindis al sol o si pesaba más su responsabilidad de no prorrogar un año más las últimas cuentas de gasto de la era Zoido.

Fuera por la capacidad negociadora de Espadas, que supo ceder a las exigencias de la oposición, o porque se le alinearon los planetas, lo cierto es que los presupuestos salieron adelante. Pero se aprobaron tarde y mal. Tarde porque el pleno se celebró en vísperas de Semana Santa y mal porque la negativa de la presidenta del pleno, Carmen Castreño, a votar las enmiendas de PP y Participa Sevilla ha puesto en duda, y en peligro, la vigencia de las primeras cuentas de gasto de Espadas, sobre las que pesa una sentencia del TSJA que las declara nulas y que el gobierno local acaba de recurrir sobre la bocina.

Con estos precedentes cualquiera pensaría que el Ayuntamiento ha aprendido de la experiencia y que nada de esto volvería a repetirse. Nada más lejos de la realidad. A estas alturas del año, con el mes de noviembre casi cumplido, nadie sabe nada aún de los presupuestos de 2017. Ni se ha presentado el borrador ni se ha empezado a negociar nada con los grupos que siguen siendo clave para sacarlos adelante como ya quedó demostrado con la compra frustrada del edificio de la Plaza Nueva la pasada semana, propuesta que la oposición tumbó al gobierno local ante la falta de diálogo.

A Espadas se le abrieron entonces los ojos de lo que es estar en minoría. Por eso este viernes deslizó que contaría con una partida para poner de punta en blanco la Cartuja de cara a su 25 aniversario. «Pasamos de largo el 20 aniversario, no va a pasar lo mismo esta vez». En su comparecencia aseguró que presentará el borrador «próximamente» que eso viene a ser lo mismo que no contar nada. Es decir, que estamos como al principio: sin presupuesto y sin fecha.

No parece que este año a Espadas le sea tan sencillo conseguir el apoyo de los grupos porque estos sí que han aprendido la lección. El alcalde no solo ha modificado sustanciosamente las partidas aprobadas, algunas de ellas de aportaciones de los partidos que le dieron el apoyo necesario, para destinarlas a otros menesteres sino que no ha cumplido con algunos acuerdos como la comisión de seguimiento cuya primera reunión ha convocado ahora.

Se avecina tormenta en la Plaza Nueva donde el paraguas de la negociación ya tiene alguna que otra gotera. A Espadas no le queda otra que repararlo a base de argumentos más sólidos que los del año pasado o buscar un nuevo aliado al que ya ha recurrido en más de una ocasión, el PP, ahora que las caras han cambiado (y mucho) dentro del grupo.