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Un autobús de Tussam circula en las inmediaciones de Torre Sevilla. / Txetxu Rubio
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, defendió ayer que las administraciones tienen «absolutamente todo planificado» en materia de seguridad y movilidad, de cara a la apertura del centro comercial del complejo urbanístico coronado por la Torre Sevilla, promovido por la sociedad Puerto Triana, liderada por Caixabank. En un contexto en el que la apertura del recinto está fijada para la segunda quincena de septiembre, Espadas aseguró que tras «muchas reuniones», está todo listo para el «día D». Eso sí, el regidor expuso que aunque esté «todo absolutamente planificado», es «previsible» que «los primeros días» de funcionamiento del nuevo centro comercial se traduzcan en «una mayor concentración» de turismos en su entorno, si bien después reinará la «normalidad».
En declaraciones a los periodistas, Espadas recordó las «muchas actuaciones» acometidas durante su etapa como alcalde para mejorar la movilidad en el sector sur de la Cartuja, marcado por la entrada en servicio de esta torre que alberga un hotel, la sede de diversas empresas, un aparcamiento subterráneo, un espacio cultural Caixafórum en su edificio podio y un centro comercial que en la segunda quincena de septiembre abrirá sus puertas también en el edificio podio. Para mejorar la movilidad en la zona, según apuntó Espadas, a finales de 2015 entraba ya en servicio una nueva ordenación de la gran intersección que se extiende frente a la torre y que la separa de Triana. Mediante dicha reordenación, el tráfico de entrada a Sevilla desde la avenida de la Expo 92 contaba así con giro directo a la izquierda para acceder a la Cartuja con mayor facilidad.
Espadas también habló sobre el Metro. A este respecto, manifestó que para el Ayuntamiento hispalense sería «mejor» que el acuerdo de financiación pendiente entre las administraciones central, autonómica y local para afrontar la construcción del tramo norte de la línea tres del Metro se saldase con una asignación de «menos» del 33 por ciento al Consistorio, con relación al coste final de tales obras. Así defendió el acuerdo de «voluntades» alcanzado a finales de julio.