¿Primarias entre farolillos?

Díaz y Sánchez ajustan sus agendas para hacer acto de presencia feriante y la guerra sin cuartel de las primarias aterriza en el albero. El año pasado compartieron mesa en un frío encuentro que este año no tendrá segunda parte, aunque el ex secretario general sigue en sus trece de incordiar en territorio comanche

29 abr 2017 / 20:07 h - Actualizado: 30 abr 2017 / 08:33 h.
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  • Díaz y Sánchez, en su frío encuentro feriante de 2016
    Díaz y Sánchez, en su frío encuentro feriante de 2016

El morbo de la Feria está servido. Eso podría decirse si el próximo miércoles, jornada central –y casi nuclear- de la semana de farolillos, los dos principales exponentes del encarnizado proceso interno socialista coinciden en el albero de Los Remedios. Un rumor que este sábado ha planeado sobre los equipos de ambos precandidatos, pero que finalmente tiene pocos visos de confirmarse. La presidenta de la Junta, por su parte, sí tiene previsto asistir el miércoles, en el que se la podrá ver en la ya imprescindible recepción de la SER –donde concidiera en 2016 con Sánchez- y en otro acto que en la caseta municipal vinculará al alcalde Espadas, al presidente de la Diputación Rodríguez Villalobos y a los alcaldes de la provincia. Por su parte, y pese a que en un primer momento se filtró desde el grupo de sanchistas sevillanos que Pedro estaría entre farolillos el miércoles, todo hace indicar que el precandidato rebelde se ha contraprogramado para aparecer bajo la portada de Curro el martes, haciendo caso a las recomendaciones que en su círculo de confianza le indican sobre la no conveniencia de coincidir con una Díaz que en estos ambientes se mueve como pez en el agua.

El madrileño, con idea de tomarle el pulso al Real, repostará con casi total seguridad en la caseta de UGT, donde tiene un auténtico bastión. Es palmario y casi público el apoyo que el sindicato ha brindado a su cruzada a nivel nacional, y que en la provincia hispalense aglutina apoyos entre históricos dirigentes ugetistas. Será difícil verlo junto a Espadas u otros cargos del aparato andaluz, todos volcados en la causa susanista. Lo normal sería que le acompañaran Gómez de Celis o Luis Ángel Hierro, socialistas hispalense destacados que aparecen entre sus fieles. El madrileño ha cuadrado para el miércoles un acto en Linares, con lo que no es descabellado que tome rumbo de tierras jienenses tras despachar la jornada feriante.

En cualquier caso, ambos harán acto de presencia en esta ciudad efímera de casetas y jolgorio en plena pelea por las primarias, aprovechando un evento del que ya nadie duda ha saltado del ámbito local para convertirse en un acontecimiento de reflejo nacional. Atrás queda la experiencia del pasado año, donde los líderes de las dos posturas hoy día enfrentadas en el seno socialista visitaron el mismo día la Feria de Abril. Pedro Sánchez, entonces candidato a la repetición electoral, se presentó en Sevilla pese a que su grupo en el Congreso de los Diputados había conminado a otros diputados sevillanos a no ausentarse del pleno para ir a la Feria. La incursión feriante del que fuera secretario general de los socialistas legó como titular lo frío del encuentro que mantuvo con Díaz. Gómez de Celis hizo las veces de cicerone, en un recorrido por el Real que llevó al madrileño a visitar la caseta de la SER, sin pasar por la recepción del Ayuntamiento, a la sazón, el consistorio más importante que su partido tiene en el país. Bajo los toldos del enclave radiofónico, Sánchez compartió mesa con Teresa Rodríguez y Juan Marín, en la que parecía ahogar en manzanilla el rechazo de los homólogos nacionales de éstos a sentarse de verdad en triunvirato para derrocar a Rajoy.

Fue allí donde mantuvo un escueto encuentro con Díaz donde, con Carmen Castilla sentada entre ambos, se escenificó la por entonces guerra fría que luego derivó en explosiva contienda a mil grados. Beso impostado y conversación de ascensor, para que, acto seguido, la presidenta de la Junta y hoy precandidata a las primarias tomara las de Villadiego acompañada por un séquito colosal, todo un consejo de gobierno itinerante. Mientras, su teórico líder, ya visiblemente debilitado, se quedaba plantado en el albero con una exigua comandita.

Si en aquel entonces ya sentara mal en el seno de los afines a Díaz la razia feriante de Sánchez, del todo desnaturalizada pese a estar en plena precampaña, la de ahora se valora en clave de primarias. Desde el inicio de este proceso, Sánchez y su equipo confieren a Andalucía un papel clave, tanto a niveles efectistas, por aglutinar a un porcentaje elevado del censo socialista como en el campo de lo simbólico, ya que buscan algo así como minar un ideario colectivo que entre los militantes se vuelca en favor de la sevillana. Por eso, el precandidato inició su carrera por la reconquista de Ferraz en Dos Hermanas, mantiene una agenda de presencia andaluza e incluso ya prepara para los últimos días de la campaña de primarias un macro acto en Sevilla, en el muelle de la Sal, que será el 19 de mayo. Ahora, las sevillanas esperan.