Prólogo de emociones en la puerta de la ermita

Noveles. Valencina abre las presentaciones de las filiales más jóvenes

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
03 jun 2017 / 08:11 h - Actualizado: 03 jun 2017 / 08:12 h.
"Rocío","El Rocío 2017"
  • Presentaciones de las hermandades más jóvenes en la tarde del viernes. / Reportaje Gráfico: Manuel Gómez
    Presentaciones de las hermandades más jóvenes en la tarde del viernes. / Reportaje Gráfico: Manuel Gómez
  • Prólogo de emociones en la puerta de la ermita
  • Prólogo de emociones en la puerta de la ermita

El solano de la marisma alivia a quien espera la presentación de los rocieros más noveles. No hay mucha gente en la explanada de la ermita. Los alumnos de la escuela de tamborileros de Almonte anteceden la comitiva de flamencas, hermanos de corto y varas almonteñas que se introducen solemnemente en el interior del santuario con el nuevo banderín que ha pintado el sevillano Fernando Aguado.

En cuestión de segundos se monta la estammpa fija de banderas y estandartes bajo la concha del santuario. La megafonía lleva a toda la aldea el mensaje de bienvenida del presidente de la hermandad Matriz, Juan Ignacio Reales, que opta por una chaqueta en lugar el traje corto al estar aún convaleciente tras una reciente operación de espalda: «Rociero y peregrinos, paz y bien. Comienza oficialmente la romería del Rocío con la presentación de las hermandades, que tendrá su continuidad este sábado. Un rosario de hermandades venidas de todas las geografías con no poco esfuerzo y sacrificio como nos enseñaron nuestros mayores».

Hay mucha emoción contenida en la calle Moguer. Allí suenan los primeros aplausos al anunciarse el nombre de la primera filial, Valencina de la Concepción, que este año abre este acto vespertino. «Es un momento muy emocionante. Teníamos muchas ganas de llegar ante la Señora», confiesa exultante el hermano mayor, Rafael Carlos Padilla, que da instrucciones al carretero para que el Simpecado no le pierda la cara a la Virgen del Rocío. En una maniobra sorprendente, los astados descienden la rampa del santuario y se van de espaldas hacia el lado de la marisma.

Salteras llega con la solera de una hermandad consolidada. No sólo por la terminación de su singular carreta -que combina magistralmente la plata con el dorado-, sino por detalles como los carros tirados por bueyes que siguen al Simpecado. Cuatro ejemplares decorados primorosamente que recuerdan a la interminable fila de Triana o Sevilla. Entre todos destaca la presencia de un pequeño carro tirado por un pony. Dentro van Sergio y Javier Olea, de cuatro meses y dos años. «Era su moisés y se lo hemos convertido en una pequeña carriola para que pueda venir acompañando al Simpecado», explican sus orgullosos padres a los micrófonos de las radios que, de inmediato, se interesan por conocer esta entrañable historia.

Torrejón de Ardoz, Santa Fe, Albaida del Aljafare, hermandad Castrense, Chipiona, Chiclana de la Frontera, Morón de la Frontera, Mairena del Aljarafe o la Macarena (así hasta 37 filiales) completan la retahíla de vivas, salves y emociones que se derraman en esta primera entrega de las presentaciones. Este sábado toman el relevo las más veteranas a partir de la Primera y Más Antigua hermandad de Villamanrique de la Condesa.