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Antonio Muñoz critica el paseo de ministros de Beltrán Pérez. / Pons
Hace días el PP desplegó su ofensiva para pescar «cinco votos» que le quedan para aprobar sus presupuestos en el río socialista. Y este jueves mismo, trató de faenar por Sevilla. Primero por su candidato a la Alcaldía por Sevilla, Beltrán Pérez, que llenó su cebo de inversiones (SE-40, aeropuerto, Puerto,...) para pedir por carta al alcalde, Juan Espadas, que interceda en esas demandas porque Sevilla es a su entender, de las más beneficiadas. Mismo argumentario que exhibió el diputado Ricardo Tarno con Dos Hermanas, de las que recibe más fondos por el tercer tramo de la SE-40 y el desdoble de la N-IV, que pasan por su término municipal.
Pero el ábaco que tiene en su sede el PP no es el mismo que el que tienen en sus despachos PSOE e IU. Tan dispar es la visión que, de procederse a esa cesión «al azar» de cinco votos de diputados, no serían los de Sevilla. Ni de los cuatro que ostentan los socialistas ni del que obra en poder de IU. Ambas formaciones se esmeraron en recordar el «nuevo castigo» del Estado con Sevilla. Unos, los del puño y la rosa, afirmaron que un sevillano recibe 92 euros menos que la media de España. Los otros, los de la coalición de izquierdas, que la provincia se sitúa en el lastimoso puesto 46 –de 52– en inversión. Nuevamente a la cola en euros por habitante.
«Para que hace falta tanto paseo de ministros si los sevillanos reciben menos», indicó el diputado socialista, Antonio Pradas, como parte del pelotón de críticas al reparto estatal que otorgaron los socialistas. La que abrió fuego fue su secretaria general, Verónica Pérez, que reprochó al Ejecutivo de Rajoy que «entierre» proyectos como la SE-40, el Cercanías y el Arqueológico, con partidas «insignificantes» y ni pinte el Metro «pese a que existe un acuerdo para la cofinanciación». El único matiz diferenciador en los dardos socialistas contra las cuentas estatales fue en el destinatario. En eso, su portavoz municipal, Antonio Muñoz, fue el más incisivo en la diana: su erigido rival político en la capital, Beltrán Pérez. «Estos presupuestos representan su primer fracaso», dictó el edil, receloso con las cuentas por la ausencia del Año Murillo y por las «partidas ridículas» que, aventuró, les puede pasar como en 2017, «que ni se llegaron a ejecutar».
Poco antes, en la sede de la Diputación, el diputado de IU, Miguel Ángel Bustamante, ya se había despachado a gusto con unos presupuestos a los que presentará, bajo el paraguas del grupo parlamentario Unidos Podemos, «una enmienda a la totalidad» de las cuentas estatales, ya que «ahondan en las políticas antisociales de recortes y privatización de servicios públicos».
En las antípodas, Beltrán Pérez es firme en su mensaje y trató de cautivar a Espadas con eso de devolver el favor que le brindó el PP, cuando se abstuvo para validar los presupuestos municipales. «Espadas, como alcalde, conoce bien la necesidad de que las cuentas sean aprobadas para que las inversiones y los gastos no se paralicen», por lo que le exigió «esa misma responsabilidad que el PP ha mostrado en Sevilla a Pedro Sánchez y al grupo parlamentario del PSOE».