«Que comience el sueño...»

Sevilla vibra con la entrega de las llaves de la ciudad al Heraldo Real

04 ene 2018 / 20:37 h - Actualizado: 04 ene 2018 / 22:21 h.
"Cabalgata de los Reyes Magos"
  • El Heraldo de los Reyes Magos, en el Ayuntamiento de Sevilla. / Jesús Barrera
    El Heraldo de los Reyes Magos, en el Ayuntamiento de Sevilla. / Jesús Barrera

«Sevillanos: abrid vuestros corazones, que llega la ilusión y la magia de cada 5 de enero, ábranse para Sus Majestades las puertas de Sevilla, que comience el sueño, y gritad todos conmigo: ¡Vivan los Reyes Magos de Orienteeeee!». Fue la proclama final del discurso que, casi dejándose la garganta en el empeño, proclamó a voz en grito el Heraldo Real, a los pies del edificio consistorial –frente a una Avenida plagada de luminarias navideñas– instantes antes de recibir de manos del alcalde de la ciudad, Juan Espadas, la dorada llave que franquea «esa cancela de Esperanza que son las puertas de Sevilla», a fin de que Melchor, Gaspar y Baltasar puedan esta madrugada del 6 de enero entrar en todas y cada una de las casas de la ciudad, una por una, y dejar los regalos y presentes que niños y mayores han pedido ilusionados a Sus Majestades.

Un año más, Sevilla ha vuelto a vibrar como nunca con la visita de este personaje de la factoría de Orfila, avanzadilla de la comitiva real, que a lomos de un albo corcel, de nombre Blanquito, recorrió en triunfal desfile las calles del centro de la ciudad repartiendo golosinas y algún juguete y recogiendo a su vez las cartas con los sueños, ruegos y peticiones de todos los niños, una misión en la que fue auxiliado por un séquito de 200 beduinos. Ni la presidenta de la Junta de Andalucía, callejeando como una ciudadana más y acompañada de su pequeño, quiso perderse el momento de la venia municipal al embajador de las huestes de Oriente.

La protocolaria entrega de las llaves de la ciudad a este muñidor de la ilusión y la fantasía se produjo por vez primera en el año 1997. Las primeras ediciones apenas conseguían reunir a gente. Pero en apenas veinte años este rito de la víspera ha adquirido tal dimensión que «se ha acabado convirtiendo en una mini cabalgata», atestiguaba en la cabecera del alegre cortejo el director de la Cabalgata, Manuel Sáinz. «La gente lo espera casi tanto como a los Reyes Magos».

No es de extrañar que enclaves como la calle Cuna y la plaza del Salvador –primeros tramos del recorrido del Heraldo– rebosaran de un público alegre y expectante por divisar en lontananza las plumas que tocaban el turbante de este enviado real, al que mucha gente quiso sacarle cierto parecido físico con el hermano mayor de la hermandad del Rocío de Sevilla, Marcos Cañadas Bores. Vaya en descarga de los que así pensaron que el Heraldo eligió «el verde y oro» como tonos para confeccionar el elegante atuendo que lució este viernes por las calles de la ciudad, los mismos colores del Simpecado de la hermandad rociera del Salvador. Y que tanto su turbante como el cabezal del caballo que montó se remataban de un símbolo que muchos sevillanos identificaron como la silueta de la medalla de esta hermandad rociera.

Las habladurías no quedaron ahí. También hubo quienes emparentaron al esbelto beduino que tiraba del palanquín donde los niños sevillanos depositaban sus cartas a los Reyes con el hermano mayor de la Hiniesta, José Antonio Romero, y quienes dijeron haber reconocido entre los pajes que estaban al cuidado de la cabalgadura del Heraldo nada menos que a tres miembros de la junta de gobierno del Rocío de Sevilla: el diputado de Cultos, José Antonio Ramos, y los dos alcaldes de carretas, Jaime Tierno y Luis María González.

A la dimensión que ha adquirido la visita del Heraldo a Sevilla en la víspera de la Cabalgata ha contribuido, sin duda, la extraordinaria aportación musical de la agrupación Virgen de los Reyes, banda sonora de la Navidad por excelencia, que con su rumbosa percusión y sus versiones de villancicos, películas infantiles y series de éxito, es capaz de hacer bailar, saltar y mover los pies hasta los muñecos de un futbolín. Este año han incorporado a su repertorio de pasacalles navideños temas como el Viva España de Manolo Escobar o la coreada Mi gran noche, de Raphael.

Esta noche los Reyes duermen en las lomas del Ajarafe, dijo el Heraldo. No armen mucho ruido....