¿Quién dijo que las sevillanas habían muerto?

Los principales exponentes del género coinciden en la necesidad de defenderlo y reconquistar la Feria de Abril

29 abr 2017 / 09:12 h - Actualizado: 29 abr 2017 / 14:02 h.
"Música","Feria de Abril 2017"
  • Sevillanas bailando en el real de la Feria. / Javier Cuesta
    Sevillanas bailando en el real de la Feria. / Javier Cuesta

Vuelven las sevillanas, ¿o acaso nunca se marcharon del todo? Lo seguro es que la controversia es un indiscutible síntoma de vitalidad, y controversia es lo que no falta desde que se ha puesto sobre la mesa una serie de preguntas: ¿Está en crisis el género? ¿Crisis de industria o de creatividad? ¿Corrían el riesgo las sevillanas de desaparecer de la Feria? ¿Es posible una Feria de Abril sin sevillanas?

Cuestiones que salieron a la luz esta semana, en la presentación del disco Por Sevillanas, editado por el Ayuntamiento de Sevilla en colaboración con la Fundación Cajasol con motivo del 25 aniversario de la Expo’92, y que siguen pendientes de respuesta cuando está a punto de sonar el pistoletazo de salida de la Feria 2017.

Una Feria que, en palabras del alcalde de la ciudad, Juan Espadas, va a recuperar a sus intérpretes de sevillanas, gracias a un ciclo de recitales que tendrá lugar de domingo a sábado con el apoyo de El Correo de Andalucía y El Correo TV.

Una apuesta

Artistas como Amigos de Gines o Las Carlotas, Requiebros o José Manuel El Mani, pasando por Salmarina, Onuba, Los del Guadalquivir, María de la Colina, Manuel Orta, Sevillanas para el Mundo, Melhaza y la reunión de Bohemia, Sevinela’s, Rocío Orta y Sal y Son, demostrarán el vigor de las sevillanas actuales en un escenario de quita y pon que contará con José Manuel Soto como maestro de ceremonias.

Según señaló Espadas, la idea del disco y del citado programa de conciertos surgió a raíz del creciente temor de los compositores e intérpretes de sevillanas de «estar perdiendo su sitio» en la Feria, «y la Feria no se entiende sin sevillanas, ni las sevillanas sin la Feria. Las cosas no se pueden dejar a la improvisación, hay que apostar».

Para ellos, abundó, «queremos asociar la imagen del alumbrado con las sevillanas, esa es la mejor foto, la mejor imagen que podemos llevarnos. Mucho más que una portada, más que bombillas, lo que nos importan son las personas».

«La gente de las sevillanas», concluyó el primer edil, «necesita reivindicarse, volver a tener un espacio y sentirse protagonistas de la Feria».

HABLAN LOS ARTISTAS

EL MANI

«En estos años se ha abusado mucho del grabar por grabar»

En los días previos a la Feria se encuentra convaleciente de una intervención médica, pero José Manuel El Mani atiende la llamada de El Correo de Andalucía con el buen talante de siempre. Sobre la situación que atraviesa el género del que él es uno de los máximos exponentes actuales, comenta que «las sevillanas han sufrido un palo fuerte en los últimos años, pero el que ha sabido mantenerse ha acabado por perdurar, por más que todo haya resultado dañado por muchos lados», dice el artista.

«Esto no es freír un huevo, y en cambio demasiada gente ha querido apuntarse letras y músicas con cuatro palmas. Una de las cosas que en mi opinión se ha hecho mal, es que se ha grabado mucho por grabar», prosigue El Mani, visiblemente contrariado por el modo en que se explotó el filón tras el boom de los años 80 y primeros 90. Sobre la actitud institucional, «la sensación en general es que se ha aprovechado de todo el mundo, del público y de los profesionales», agrega.

Sea como fuere, José Manuel sabe que lo suyo es «estar todos los días al pie del cañón, porque, ¿quién va a venir a darnos nada?», se pregunta. En cuanto a la actitud de cara al público, más allá del talento artístico, el cantante cree que «lo importante es ser persona, ser normal. Estar en tu sitio». Así lleva 30 años en la música, y en concreto en este difícil campo de las sevillanas, aunque reconoce que tanto trabajo le quita las ganas de disfrutar de la Feria. «Cuando termino de cantar, yo estoy loco por irme», dice con buen humor. «Yo canto, agacho mi cabeza, cojo un taxi y ¡para Gines!»

BOHEMIA

«Los antiguos deben abrir el camino a los artistas jóvenes»

Francisco Carmona posee una doble perspectiva sobre el fenómeno de las sevillanas: como integrante del grupo Bohemia y también como productor de artistas como La Húngara, Tijeritas o Los del Río. «Si hemos llegado a este punto de crisis para el género se debe, en buena medida, a la dejadez por parte de las instituciones, así como por el hecho de que, después de un tiempo en que hubiera programas específicos dedicados a las sevillanas en varias emisoras, se dejó de prestar la atención que éstas merecen».

Por otro lado, Carmona, que acaba de lanzar con los suyos el segundo álbum de Bohemia, titulado Y punto, es optimista y cree que «de tres o cuatro años a esta parte, las sevillanas están resurgiendo con mucha fuerza. Lo que no se puede pretender es que vuelvan a ser lo que fueron en los años dorados, entre otras cosas porque los artistas de antes tampoco son lo que eran», comenta el músico.

En su opinión, el futuro de estos cantes pasa por que «se abra paso a los artistas nuevos, que son los que van a conectar con el público de hoy. A un chaval de 20 años no le metes tan fácilmente un disco de Romeros o de Los Marismeños, pero mira como cuando sale un chaval como Paco Candela, o un programa como Yo soy del Sur, la juventud acude a la llamada, como sucedió antes con la copla. Entiendo que los antiguos no quieran perder su estatus, pero sin una renovación en todos los ámbitos, incluyendo el de los repertorios y las formas, no habrá futuro».

AMIGOS DE GINES

«Parece como si nos diera rubor defender nuestra propia identidad»

Agustín y Alonso, la mitad de Amigos de Gines –el cuarteto se completa con Felipe y Antonio– recuerdan los tiempos en que todos los grupos de sevillanas pasaban por la Caseta Municipal de la Feria. Luego vinieron los recortes de caché hasta la mitad, «y al final solo íbamos dos, Cantores y nosotros. Cuando Zoido entró en el Ayuntamiento, ya no había sevillanas», dice Alonso. La paradoja es que en el resto de España no paraban de ofrecerles trabajo: Barcelona, San Sebastián, Vigo, La Coruña, incluso Bilbao, donde el año pasado llenaron el pabellón de baloncesto con más de 3.000 espectadores, medio centenar de los cuales acabó sobre el escenario cantando el himno de Andalucía.

«Parece que en algunas cuestiones dejamos aparcada nuestra cultura», lamenta Agustín. «Si en Sevilla y Andalucía no defendemos nuestra tierra y nuestras raíces, ya me dirán quién tiene que hacerlo. Es como si nos diera rubor mantener nuestra identidad. Pero eso no se puede perder: quien no sabe de dónde viene, no sabe adónde va. No decimos que haya que dar sevillanas de primero, de segundo y de postre, no es eso. Pero una Feria no tiene sentido sin eso».

Han pasado 47 años desde que grabaran su primer disco, la formación ha sufrido múltiples cambios, pero el sello de Amigos de Gines sigue presente como el primer día que cantaron Lloran los pinos del Coto o El adiós que brindaron al papa Juan Pablo II. Y las ganas están intactas: «Una persona sin ilusión es alguien cuya vida no tiene sentido», reflexiona Agustín. «Siempre estamos interesados en hacer cosas, proyectos, causas, pero después de tantos años ves los toros desde la barrera, comprendes las cosas mejor. Por ejemplo, estamos convencidos de que al gremio, que a menudo ha estado muy dividido, le irá mejor si nos unimos. Eso hará la fuerza. Debemos lograr que se nos respete, por todo lo que hemos dado a Sevilla», concluye.

MANUEL ORTA

«El problema de las sevillanas es internet y la piratería»

Sacó su primer disco en el año 88, en pleno boom de las sevillanas. «Hemos tenido años muy buenos, en los que hubo una avalancha de discos, íbamos a cantar a Madrid, a Barcelona, a todos lados... Yo he llegado a firmar 300 discos en un Corte Inglés de Málaga, y ha habido años en que en el mes de agosto tenía treinta y tantos conciertos firmados. Todo eso se ha ido viniendo abajo, pero está volviendo poco a poco. Este año, sin ir más lejos, hay muchos discos nuevos», afirma.

Es Manuel Orta, otro corredor de fondo del género, quien opina que «el peor enemigo de las sevillanas es el pirateo, y la posibilidad de descargarse todo gratis en internet. Eso ha hecho mucho daño», asegura. Por otro lado, reconoce que concursos como Yo soy del Sur de Canal Sur Televisión «han hecho que la gente se acerque todavía más a este fenómeno. Ahora quiere cantar todo el mundo, y todo el mundo tiene derecho a cantar: es una avalancha».

Claro que no puede presumir cualquiera de llevar 30 años sobre los escenarios, guiado además por la convicción de «hay que crear, hay que seguir creando, para que no nos quedemos en la clásica sevillana», afirma. En su caso, siempre ha buscado nuevas formas y temas, desde su modo de cantar a los padres «hasta el punto de hacer llorar a la gente» a la denuncia contra el maltrato, pasando por las más variadas cuestiones sociales. En su último disco, sin ir más lejos, dedica Esa es mi madre «a las mujeres mayores que se quedan solas, mientras los hijos hacen su vida».

REQUIEBROS

«Si seguimos anclados en los 80, no podremos avanzar»

Mientras la mayoría de sus compañeros lamentan la crisis, Requiebros afirma que atraviesa un gran momento. «Mucho mejor que años atrás», asegura José, el cincuenta por ciento del dúo. «Esto son ciclos, hemos pasado años en los que las sevillanas parecían algo mermadas, aunque sin llegar a morir nunca. Pero nosotros estamos ahora con mucha fuerza, y con más trabajo que dos o tres años atrás».

Con éxitos como Mírala cara a cara o Barquero dile a esa niña, Requiebros fue uno de los nombres punteros del resurgimiento de las sevillanas en los años 80, el que capitanearon Cantores de Híspalis. Fueron los años de las agendas de contratación llenas incluso más allá de las ferias, en la temporada estival, así como de las mareantes cifras de ventas de discos. Todo eso pasó, el panorama cambió –el político, el del ámbito musical, el propio perfil del público– y ahora toca renovarse y reivindicar la vigencia del género contra el viento de la crisis y las mareas del mercado.

Para ellos, el secreto de seguir en el candelero es, según afirman, «el trabajo de cada día. Desde los primeros años nos hemos venido dedicando a esto en cuerpo y alma, cada año sacamos nuevo disco, estamos muy encima de todo junto con nuestra discográfica, Adriático Records».

En este sentido, Requiebros defiende la necesidad de que el mundo de las sevillanas aporte nuevos repertorios. «Ya el éxito es como echar una quiniela, aunque una letra no se escribe al azar. Pero la variedad de las sevillanas es enorme, las hay desenfadadas, las del baile, las que cuentan los entresijos de la feria, de las romerías... Y se hacen también sevillanas más lentas, para escuchar. Ahora se peca quizás de cantar cosas muy tristes, muy lentas, tanto que parecen una balada».

Lo seguro es que «si seguimos anclados en los 80, no avanzaremos. Hay que mirar hacia delante con ilusión», asevera José.

LAS CARLOTAS

«Las sevillanas nunca dejaron de gustar, pero no había dinero»

Llevan a sus espaldas 25 discos y unos cuantos más años. Las Carlotas saben algo del asunto de las sevillanas. «Estamos remontando, nosotras y todos los compañeros; tenemos muchas televisiones y bastantes galas; eso hace unos años no pasaba», reconoce Carlota García. «Es mentira que las sevillanas atravesaran un mal momento, la gente siempre ha tenido ganas de cante y de disfrutar, otra cosa era que los ayuntamientos no tuvieran un euro para contratar en fiestas», asegura. Por eso reconoce estar especialmente contenta por el gesto del Consistorio hispalense de impulsar el género: «Podía gustar más de lo que gusta, y podía ser igual de exportable que el flamenco; solo hace falta voluntad institucional», advierte.

En diciembre del año pasado lanzaron el álbum En el lugar de siempre, un ramillete de canciones nuevas en las que prima la energía y el optimismo. «Siempre nos ha motivado mucho cantar temas nuevos, aunque no hay una feria de la que nos vayamos sin recordar unas sevillanas como A tu madre y Esta niña viene tarde; nuestros mayores éxitos», confiesa una de Las Carlotas. «Seguimos creyendo en los discos, tenemos tantos que quizás no tendríamos por qué estar sacando uno casi cada año, pero siguen siendo una magnífica carta de presentación, aunque se vendan menos, pero ahí están, documentan nuestra trayectoria», argumenta Carlota García. Y aunque aseguran estar «abiertas a cualquier innovación», dicen que nunca dejarán las sevillanas, porque es «nuestro lenguaje». «Como dice nuestro último disco pase el tiempo que pase quien quiera encontrará a Las Carlotas en el lugar de siempre, con nuevas canciones, con éxitos de toda nuestra vida.... pero donde siempre». Ambas hermanas saben que su música forma parte de la banda sonora de Andalucía.

ONUBA

«Tenemos un estilo propio, somos muy reconocibles»

Cada artista tiene su propia explicación de la crisis. Pero la mejor coincidencia es que todos ven que esta comienza a disiparse. «Antes había una serie de grupos, sota, caballo y rey, que se repartían todos los conciertos. No parábamos de hacer bolos. Pero empezaron a surgir muchos nuevos artistas y esto coincidió con la crisis; fue una fusión letal para el género. Pero eso es el pasado», rememora Enrique Pérez, miembro del grupo Onuba, que se constituyó en Huelva en 1986. «Nos hemos creído nosotros mismos que las sevillanas eran una cosa de aquí, algo local que no tenía trascendencia más allá de Sevilla, Jerez y dos o tres otras ciudades. Sin embargo, hay muchísima gente por todo el mundo que disfruta de ellas. Se han dejado de la mano de Dios y han llegado a estar tiradas por el suelo», lamenta.

«Antiguamente se hacía un festival en Santa Coloma (Barcelona); era algo grandioso, se fletaba un avión que se llenaba de artistas andaluces. Aquello lo retransmitía Antena 3 e iban miles de personas», cuenta. Luego empezaron «las vacas flacas; la crisis y también el hecho de que cada hermandad tenía su propio coro; la saturación era enorme». Por eso en Onuba decidieron atacar también los fandangos y las rumbas, e incluso versiones de temas clásicos. «En los últimos discos hemos hecho hasta temas de Luz Casal y hemos cantado con Arcángel, porque creemos que, si se hace bien, la fusión puede ser algo muy bonito», explica Enrique. En el año del 30 aniversario de Onuba, el grupo se siente orgulloso de «ser reconocibles, de tener un estilo propio». A ellos les marcó «muchísimo» el compositor Tato Ramírez, que les hizo «un tipo de sevillanas diferente a las de los demás, como en su momento las tuvieron Sal Marina y Cantores de Híspalis». Ahora, junto a Amigos de Gines y María de la Colina mueven el espectáculo conjunto Sevillanas de colores. Pero antes, inaugurarán la Feria, y todo el mundo les oirá a través de El Correo de Andalucía Televisión.

MARÍA DE LA COLINA

«Unos pocos mantuvimos el género cuando ingresó en la UVI»

María de la Colina es la menor de cuatro hermanos y su pasión por cantar nació a la vez que su devoción por la Virgen del Rocío. «En mi familia tenemos esta romería en la sangre, mi padre es de Villamanrique de la Condesa, con eso lo digo todo». Fichada en 2016 por Adriático Records, compañía puntera en el ámbito de las sevillanas, la cantante que lleva 37 años de carrera recuerda como se metió en «en este lío» por culpa de Los Romeros de la Puebla, que la animaron. «Y a mí siempre me ha ido bien, con sus más y sus menos, pero siempre he estado, que es lo importante, mantenerse», considera. «Unos pocos hemos logrado que las sevillanas no murieran cuando ingresaron en la UVI. Fue una pena, porque es la música por la que se conoce a Sevilla en todo el mundo, por las sevillanas recalca», dice. Y no es que María de la Colina tenga nada en contra del flamenco o del jazz, por citar dos géneros por los que siente devoción, es más bien su forma de reivindicar que «se tenía que haber hecho algo por ellas, las instituciones, los políticos, esos».

Natural de La Puebla del Río, curtida en sevillanas y en fandangos, la cantante tiene preparado un popurrí para el Alumbrado. Voy a olvidarme de ti, ¿Quién pudiera olvidar un amor?, Dibujando marisma, La deshonra, Candela viva, Mi forma de ser, Celos, Que la Virgen viene, Por los caminos de siempre y Mi medalla del Rocío son algunos de los éxitos que encadenará. Con una voz rajada muy característica que la hace inmediatamente reconocible, María de la Colina es una intérprete madura que se asoma a una nueva temporada con la ilusión renovada al ver cómo el género comienza a renacer. «Esto ya es imparable, entre los consagrados y las nuevas generaciones vamos a llevar las sevillanas muy lejos; y esta vez nadie va a dejar que vuelvan a caer», advierte. Su voz promete estar muy presente durante los próximos días en el Real. Y en el Rocío, y en todas las fiestas venideras de la provincia. ~

MELHAZA

«Intentamos que nuestros temas se recuerden por lo que cuentan»

Desde Huévar llegan los tres integrantes de Melhaza, que representan savia nueva de las sevillanas. Pedro Fidalgo asegura que decidieron alumbrar el grupo en el peor momento de la crisis. «Decidimos subirnos al carro para ayudar a tirar de él; quisimos hacernos un nombre pero siempre yendo de la mano de los grandes consagrados». Por eso pertenecen a una compañía, Adriático, en la que comparten cartel con grandes como Amigos de Gines. Su cuarto disco vio la luz en 2016, Cosas que contarte. Y ya trabajan en el quinto, del que han adelantado su single, en el que colaboran Las Carlotas. Luchamos unidos es su título, y aunque la conexión mental con la defensa del género es inmediata, Fidalgo se apresura a indicar que el argumento de la canción no tiene nada que ver, «habla de una lacra que está afectando a muchas parejas que se separan cuando hay niños por medio; reclamamos que estos no se vean afectados por las cuitas de sus padres».

Melhaza es un grupo que intenta que sus sevillanas sean recordadas por lo que cuentan. «El año pasado cantó con nosotros Manuel Orta, con el que hicimos el tema La paciencia se agota, que gustó mucho, y en la que recordábamos lo harto que está el pueblo de currar, los que pueden, y de ver como muchos caraduras se lo llevan calentito», dice. Opina Pedro, al igual que sus compañeros Isaías y José Manuel, que «no es fácil arriesgar cuando te dedicas a un género tan definido y esquemático como las sevillanas». No obstante, gracias a su productor, José Carlos Seco, muy fan de los Beatles, los temas de Melhaza se benefician de algunos arreglos «muy modernos». Para inaugurar la Feria, el grupo se atreverá con un tema que popularizó hace 20 años María del Monte, Vente a Sevilla, que escribió Rafa Serna. «El propio Serna ha escuchado nuestra versión y nos ha dado personalmente la enhorabuena», dice orgulloso Pedro Fidalgo.

LOS DEL GUADALQUIVIR

«No tenemos la obligación de tener siempre un disco nuevo»

Tienen entrada en Wikipedia. Pero si de algo puede presumir Los del Guadalquivir es de que sus canciones formen parte del repertorio clásico de las sevillanas. «La veteranía es un arma de doble filo, porque en los años malos nadie te llamaba por tener un caché que no se podía pagar con la misma facilidad que se abona el de un grupo novato. Y, por otra parte, si rebajábamos nuestros honorarios devaluábamos nuestra trayectoria. No podíamos cantar por una miseria», confiesa Ángel Sánchez, miembro de un grupo que se fundó en 1974 en el sevillano barrio de Pío XIII. «Nosotros siempre hemos tenido otras dedicaciones empresariales, hemos tenido la espalda cubierta», reconocen.

En el caso de Los del Gualdalquivir los discos han pasado a «segundo plano». «Ya no tenemos la obligación de tener siempre un disco nuevo en el mercado. Ahora tiramos de nuestros éxitos, que son muchos; sacamos singles con otros artistas y seguimos estando en los medios de comunicación pero todo es más relajado», cuenta Ángel Sánchez. «Alguna que otra vez hemos pensado en poner el punto y final pero luego llega la Feria y decidimos continuar; ahora tenemos menos ganas de jaleo, pero cuando subimos al escenario seguimos siendo Los del Guadalquivir», dice. Con centenares de sevillanas a sus espaldas, al grupo le gusta reivindicar algunas cosas que han hecho en el pasado y que no tuvieron la consideración que ellos creían que merecía. «Manuel Marvizón nos escribió el Himno a Sevilla, algo muy grande, con una coral polifónica y muy buena música, que pasó desapercibida. Nos hemos planteado muchas veces relanzar el tema». También tienen en alta estima la Misa de la Fe, «una misa andaluza completa por rumbas, fandangos y sevillanas que se quedó ahí, a medio camino, y que estamos convencidos que podría gustar y emocionar muchísimo».

SEVINELA’S

«Las sevillanas no debieron dejar nunca de contagiar alegría»

Que cantantes que nunca han hecho sevillanas estén ahora haciéndolas es el mejor síntoma de que el género está resurgiendo», opina Carmen de Lorenzo, integrante del joven dúo Sevinela’s, del que también forma parte Óscar Santa Cruz. Sacó su primer álbum hace 11 años con su propio nombre y ahora está enrolada en un dúo con el que aborda las sevillanas «de otra manera». Antes, De Lorenzo cantaba al amor y al desamor. Pero con el paso de los años la cantante llegó a la conclusión de que «se había desvirtuado mucho la alegría de las sevillanas, que siempre deben transmitir positividad». Y eso es justamente lo que aporta Sevinela’s, «frescura». «No es que cantemos patochadas, lo nuestro son las sevillanas bien cantadas pero que amenizan; es música para la primavera, para el verano... canciones en las que todo tiene que ser alegría», reivindica.

Un dúo no es la formación más habitual en este género. Pero ellos no se arredran. «La mayor dificultad es empastar las voces de un hombre y una mujer», dice. Pero hay otra, los referentes, y Pimpinela está en el horizonte. Lejos de marcar distancia, los dos integrantes de Sevinela’s hasta se han atrevido a versionar por rumba el hit Olvídame y pega la vuelta. «Hemos abordado en nuestras trayectorias otros géneros como el pop, pero ahora mismo estamos enfocados al cien por cien en las sevillanas», dice Carmen de Lorenzo. Tras encenderse las luces del Real, el sábado, homenajearán a Pepe Perejil cantando el tema De pata negra. Para el dúo lo más difícil es «abrirse camino», aunque ellos lo están logrando. «Es bueno que los grupos veteranos se mantengan, porque ellos custodian las esencias de las sevillanas. Hay muchos solistas de paso que sacan un disco y luego se pierden; solo los buenos permanecen», comenta. Y ellos están dispuestos a caminar un largo sendero, a reivindicarse como el gran dúo de las sevillanas.