Para presumir hay que sufrir, sostiene la sentencia popular, y cierto es que muchos de los parajes de la Sevilla más coqueta pagan con toda suerte de incomodidades para sus vecinos y viandantes (en especial, con aceras estrechas e impracticables) su estampa prodigiosa de postal. El problema llega cuando no se tiene ni lo uno ni lo otro, y al aspecto deslustrado se suman los obstáculos para los viandantes. En el Distrito Triana, los vecinos de Teniente Rodríguez Carmona, Ronda de los Tejares y Barriada El Carmen están a dos meses de ver solucionado ese problema –en parte, al menos– gracias a un proyecto municipal para la creación de itinerarios peatonales accesibles y creación de nuevos espacios verdes en zonas que a día de hoy son simples descampados terrizos.
Como reconoce la municipalidad en el documento por el que saca este asunto a licitación, en general los acerados y pavimentos de las tres zonas objeto de dicho proyecto presentan barreras arquitectónicas o bien estas se encuentran en malas condiciones. En la calle Teniente Rodríguez Carmona –indica el documento– existe una asociación de jubilados que necesitan que se amplíe el acerado para poder acceder a la sede con silla de ruedas, ya que el ancho del mismo es de solo 90 centímetros. En la Ronda de los Tejares, a la altura de la calle Toledo, no hay rebajes en las aceras. En la Barriada El Carmen, una rampa que da acceso desde Rubén Darío a la calle Darro no cumple la normativa en materia de accesibilidad. Y por si fuera poco, los espacios terrizos carecen, como se ha dicho, de cualquier tipo de plantación y resultan áridos y secos, más cercanos al paisaje de uno de los primeros capítulos de Cuéntame –aquellos tiempos en que los chavales se distraían dejándose las rodillas en los descampados– que a la imagen más deseable para un distrito que lleva en su nombre una responsabilidad estética añadida: Triana.
Dada la descripción del problema, la propuesta municipal, con un presupuesto de 44.000 euros, contempla varias acciones. En la primera de las calles citadas, Teniente Rodríguez Carmona, se pretende ampliar la acera a todo lo largo de la fachada de la asociación de mayores eliminando para eso los aparcamientos, de modo que las personas con problemas de movilidad puedan desenvolverse mejor que hasta ahora –lo cual no va a ser difícil, a poco que se haga–. Será una plataforma de 12 por 2,5 metros. En Ronda de los Tejares, a la altura de la calle Toledo, se van a hacer seis rebajes de minusválidos en los acerados que cruzan las bolsas de aparcamientos para dar continuidad a los mismos y se crearán tres pasos de peatones.
En cuanto a la Barriada El Carmen, la idea –prosigue el proyecto municipal– es ampliar la rampa existente que comunica la calle Rubén Darío con la calle Darro, y dotarla de barandillas metálicas adecuadas a la normativa de seguridad. También se quiere ampliar el acerado que llega hasta Darro. A ambos lados de este, se prevé la pavimentación de las zonas terrizas que hay entre los bloques y la plantación de árboles. Serán cinco ejemplares de jabonero de la China (Koelreuteria paniculata). Los ejemplares de esta especie pueden llegar a ser bastante altos, más de diez metros incluso, y producen en verano unos preciosos racimos de flores amarillas que embellecen las calles donde son plantados, amén de ensuciarlas luego, claro. Uno de los requisitos que exige esta planta para crecer lozana y contenta es el sol y el calor, así que se prometen días muy felices para las cinco que finalmente acaben por estos parajes trianeros.
A estos arbolitos se les va a poner un curioso sistema de drenaje sostenible con un pavimento drenante, de modo que el agua de lluvia –si es que alguna vez vuelve a llover en Sevilla– se acumule y permita el riego por sí mismo. Una especie de autoservicio, que es lo que se lleva ahora.
Junto a todo esto, para evitar caídas por el desnivel existente entre el acerado de Rubén Darío y la zona terriza de El Carmen, el proyecto prevé la creación de una zona ajardinada a todo lo largo del mismo compuesta por una alineación de seto junto al bordillo y una franja longitudinal de metro y medio de césped artificial con plantacion de gauras, un arbusto que da montones de flores de color blanco y rosa, para alegría del vecindario.