Rapaces contra las plagas

El Ayuntamiento apuesta por potenciar el control biológico en los parques con la instalación de nidos para que crezca la población de lechuzas, carabos, búhos chicos, mochuelos y autillos

16 oct 2017 / 08:42 h - Actualizado: 16 oct 2017 / 08:42 h.
"Medio ambiente"
  • El Consistorio inicia una prueba piloto para que las aves rapaces controlen las plagas en las zonas verdes de la ciudad. / Jesús Barrera
    El Consistorio inicia una prueba piloto para que las aves rapaces controlen las plagas en las zonas verdes de la ciudad. / Jesús Barrera

Controlar las posibles plagas en los parques de la ciudad. Este es el objetivo que se marca el Ayuntamiento de Sevilla que ha decidido aliarse con las aves rapaces para llevar a cabo este control. Para ello, acaba de sacar a licitación un contrato para la instalación de nidos con los que intentará que la población de lechuzas, carabos, búhos chicos, mochuelos y autillos crezca en las grandes zonas verdes.

En concreto, el Consistorio prevé invertir 2.000 euros en esta prueba piloto que prevé la colocación de hasta 25 nidos –cinco para cada especie– en los parques. La idea es que las rapaces nidifiquen en los árboles de estos espacios verdes y se propicie de esta manera el control biológico de las plagas que puedan desarrollarse, fundamentalmente roedores.

La presencia de especies exóticas y de roedores en algunas de las zonas verdes de la ciudad es casi una constante. De hecho, desde los años 90 han proliferado en los parques de Sevilla hasta ocho especies exóticas de aves provenientes de África, América o Asia. Las cotorras de Kramer y Argentina –en el punto de mira municipal desde hace meses–, el lorito senegalés o la tórtola turca, entre otras, se han convertido en habituales de las copas de los árboles sevillanos. Aunque inicialmente el objetivo principal son los roedores, el Consistorio valorará posteriormente si la medida ha dado buenos resultados para su ampliación.

En cualquier caso, no es la primera vez que el Ayuntamiento de Sevilla recurre a esta técnica para el control de plagas. En concreto, ya funciona una medida similar en la Plaza de España. Allí se soltaron el pasado mes de marzo halcones peregrinos desde la Torre Norte, donde se ubica la Subdelegación del Gobierno, para controlar la población de palomas existente en la ciudad, que se estima pueda estar entre los 50.000 y 60.000 ejemplares.

Utilizando como base la experiencia de ciudades como Barcelona, Granada, Madrid o Málaga, el Consistorio contó entonces con un servicio externo de introducción del halcón peregrino mediante la técnica de hacking. Durante los tres meses que duró la experiencia, se soltaron cuatro ejemplares procedentes de la cría en cautividad en poblaciones cercanas a la capital hispalense.

Esta medida –que ya probó la Universidad de Sevilla recurriendo a cernícalos vulgares y lechuzas comunes– no es la única que quiere desarrollar el Consistorio, que tiene la intención de continuar con este tipo de intervenciones, ligadas a la lucha biológica, por considerarse que «tienen múltiples aspectos positivos para el objeto de la actuación y para la defensa del patrimonio natural y cultural de la ciudad».

Evitar accidentes

El aeropuerto de San Pablo es otro de los ejemplos de este control de plagas biológico que ahora quiere poner en marcha el Consistorio.

El aeródromo hispalense cuenta desde hace años con halcones peregrinos que controlan las casi 500 hectáreas del recinto aeroportuario para que otras aves no invadan el espacio de las aereonaves mientras aterrizan o despegan.

Tras algunos intentos fallidos por controlar las bandadas de aves, el aeropuerto de Sevilla decidió organizar un equipo de control de fauna que a través del arte de la cetrería –es decir, el arte tradicional de cazar con rapaces– ha conseguido mejores resultados que con el uso de la tecnología.