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El Belén Monumental de Cajasol es anualmente una de las referencias belenísticas de Sevilla. En la imagen, Pulido, presidente de la Fundación Cajasol . / El Correo
La tradición de visitar belenes navideños está más que consolidada en Sevilla, como prueban las largas colas que se forman cada año a la entrada de estos reclamos. No obstante, los organizadores y anfitriones de dichos belenes se ven obligados cada año a mejorar su oferta con el fin de sorprender a niños y mayores.
El Belén de Cajasol, una de las referencias insoslayables de estas fechas, regresa un año más con una doble propuesta: por un lado, su belén monumental, con grandes novedades respecto a la pasada edición. El presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, presentó ayer ambas iniciativas, concebidas «con el fin de seguir sorprendiendo a miles de ciudadanos que pasan por nuestra sede de la plaza de San Francisco», comentó, al tiempo que calificaba el belén de este año como «arriesgado y novedoso».
El belén monumental de Cajasol, «estrella de nuestra Navidad», es un nacimiento de estilo hebraico, inspirado en un poblado antiguo cercano al tiempo del nacimiento del niño Jesús. «Todo ambientado para trasladar a los visitantes a la vida de esa época, y enseñar a los más pequeños las tradiciones de la Navidad», agregó Pulido, que estuvo acompañado para la ocasión por el belenista Luis Garduño, artífice principal del montaje.
Instalado sobre una superficie de más de 400 metros cuadrados, envuelto entre arcos y pilares de piedra, todo ello dispuesto a modo de un claustro con su patio y rodeado de un pequeño poblado, en el que se han recreado sus comercios, el Belén ha sido construido artesanalmente con madera, corcho y telas, cuenta con figuras muy variadas que van desde los 10 cm a los 40 en proporción de las construcciones. En él se representa la cueva donde nace El Salvador, en la que fue adorado por pastores y Reyes Magos, además de otras escenas como la Anunciación del Ángel a María, a los pastores, la presentación en el templo del niño Jesús y la Sagrada Familia.
Garduño destaca la altura máxima que alcanza el belén en una de sus perspectivas, más de seis metros, y las piezas empleadas, casi 250. Puntualizó que la elaboración de este trabajo empezó hacia finales de junio, y que a la hora de la instalación ha sido necesaria la colaboración de 14 personas cada día. Por último, reconoció que «después de 20 años, este es el pesebre que me llena más. Los niños, los sevillanos, los turistas, van a conocer Cajasol de otra forma», apuntó.
Este Belén estará abierto desde mañana sábado, 3 de diciembre a las 16.00h, hasta el próximo día 5 de enero, víspera de Reyes. El horario habitual será de 11.00 a 21.00, excepto los días 24 y 31 de diciembre y el 5 de enero, cuyo horario será de 11.00 a 14.00 horas, y los días 25 de diciembre y 1 de enero que permanecerá cerrado.
Una figura más
Pero la gran novedad de este año es la incorporación de la realidad virtual al Belén de Cajasol. En palabras de Pulido, se trata de una iniciativa, pionera en España, con la que la Fundación Cajasol pretende invitar a los visitantes a «sumergirse y formar parte de nuestro Belén», y que ha sido realizada con la colaboración de Sngular.
Con esta innovadora experiencia, los visitantes podrán vivir el Belén en primera persona a través de unas gafas de realidad virtual. Podrán visitar los lugares del Belén como si estuvieran realmente allí, apreciar las figuras como si fueran de tamaño real y disfrutar de una experiencia única y sorprendente.
Esta experiencia se desarrollará una aplicación móvil donde se unen la tecnología de la realidad aumentada y la realidad virtual. Para ello, se han realizado grabaciones 360º del Belén; estas grabaciones son introducidas en motores gráficos donde se les incorpora diversos elementos como partículas del ambiente, estrellas fugaces, luces, agua, animales, nubes; numerosos efectos especiales que dotan a la experiencia de mayor realismo, para que así los visitantes perciban el Belén como real.
En esta experiencia se han diseñado cinco paneles o cuadros representativos de las distintas partes del Belén, que serán situados en la planta superior de las instalaciones del Belén; con estos cuadros y mediante el uso de la tecnología de realidad aumentada, los visitantes, haciendo uso de las gafas de realidad virtual, mirarán al cuadro, y el software desarrollado para la experiencia reconocerá la imagen, a continuación, introducirá al usuario en dicha escena del Belén a través de la realidad virtual. El software irá guiando al usuario a través de los distintos cuadros, realizando un recorrido por este Belén en realidad virtual.
Según comentó Evaristo Nogales, CMO de Sngular, la idea es «juntar algo muy arraigado en nuestras tradiciones con algo vanguardista», un proyecto en el que asegura que «nos hemos divertido mucho, pero en el que era también muy importante el visto bueno del belenista», dijo en referencia a Luis Garduño.
«Es una manera de vivir el Belén desde dentro, saber cómo debía de mirar San José al desierto, cómo brillaban las estrellas, y cómo era el poblado cuando te adentrabas en él», prosiguió Nogales, quien no olvidó subrayar que «hemos cuidado la escala de las figuras para que el espectador se sienta realmente integrado en la escena, como una figura más» gracias al efecto de «imágenes estereoscópicas con profundidad. Lo que todavía no hacemos es permitir moverse por dentro, pero te dan ganas de intentarlo», a lo que Pulido añadió con una sonrisa: «Ya tenemos próximo reto».
«Sea como fuere», concluyó Nogales, «empezamos a darnos cuenta de que pronto no se entenderá el Belén sin la realidad virtual», apostilló el responsable de esta novedosa instalación.
Todo aquel que quiera disfrutar de esta experiencia virtual tendrá que reservar previamente su visita por teléfono (955272887) y tendrá que recoger su invitación en nuestra taquilla. Estará abierto desde el día 9 de diciembre al 4 de enero en horario de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas.