«¿Relevo? No he visto a Felisa Panadero desde que llegué. Hay que saber irse»

Palabras de Ricardo Gil-Toresano, subdelegado del Gobierno, sobre la anterior en el cargo, cesada por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido

Iñaki Alonso @alonsopons /
20 mar 2017 / 08:36 h - Actualizado: 20 mar 2017 / 08:52 h.
"Ricardo Gil-Toresano Riego"
  • Ricardo Gil Toresano. / Jesus Barrera
    Ricardo Gil Toresano. / Jesus Barrera

La designación de Ricardo Gil-Toresano como subdelegado del Gobierno levantó mucha polvareda. Sobre todo porque llegó en medio de la crisis del PP sevillano. Los críticos vieron en el cese de Felisa Panadero, hasta diciembre subdelegada, una golpe de mano del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido –de la corriente oficialista– para intentar mostrar que, pese a estar en Madrid, aún cuenta con galones en el PP sevillano.

Estaba claro que el relevo no fue tranquilo. De hecho, se señaló, desde este sector crítico, a Gil-Toresano como un aliado para la causa oficialista –esto es, el tridente formado por Juan Bueno, el alcalde tomareño José Luis Sanz y el propio Zoido– y las redes sociales se inundaron de apoyo a la destituida Panadero. Pero no había trascendido sobre cómo fue el traspaso de poderes. Al ser preguntado, la respuesta iba acompañada con cierto malestar. «¿Relevo? No hubo relevo alguno. No he visto a la anterior subdelegada desde que tomé posesión del cargo. No estuvo en este acto ni hablamos después para saber cómo estaban los temas. En estos cargos de confianza, uno tiene que saber llegar pero también saber irse».

Al respecto, Gil-Toresano reivindicó que un cargo público «siempre tiene que tener la maleta lista para irse de la mejor manera». Y así se aplicará el cuento en cuanto «pierdan la confianza en mí». «Me iré a mi casa lo mejor posible», manifiesta, aclararon que sí se reunirá con su sustituto cuando llegue el momento.

No se quedó ahí y, al ser cuestionado, sobre la tensión del partido y el hecho de que lo consideran como un afín a Juan Bueno, tiró más de un argumentario de lealtades al partido. «Ser leal al partido no significa ser sumiso. Mi lealtad está con el presidente del partido a nivel nacional, Mariano Rajoy, a nivel regional, con Juan Manuel Moreno Bonilla, y a nivel provincial, con Juan Bueno. Si alguien tiene alguna idea diferente me parece magnífico y para eso están los congresos del PP, en el cual hay una libertad total para presentar propuestas, candidaturas y listas», concluyó.