Roca Barea: «El nacionalismo es un cáncer que arraiga donde puede»

La autora de ‘Imperiofobia y leyenda negra’ habló con Antonio Escohotado en el ciclo de Cajasol

21 may 2018 / 21:55 h - Actualizado: 21 may 2018 / 21:55 h.
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  • María Elvira Roca Barea, en el centro, durante el encuentro celebrado ayer. / El Correo
    María Elvira Roca Barea, en el centro, durante el encuentro celebrado ayer. / El Correo

La profesora malagueña María Elvira Roca Barea fue una de las protagonistas de la jornada inaugural del ciclo España, ¿mito o realidad? que acogerá hasta mañana la Fundación Cajasol. La autora de Imperiofobia y leyenda negra –un inesperado superventas con más de 100.000 ejemplares vendidos– conversó con el también profesor y ensayista Antonio Escohotado, en una charla un tanto deslavazada que dejó no obstante momentos de interés, especialmente relacionados con la crisis del independentismo catalán.

«Si haces del rencor una maquinaria de rentabilidad política, España es ideal», aseveró Roca Barea. «España para eso es el demonio de los demonios, pero, ¿de qué España hablamos entonces? ¿De la de las 17 comunidades? Da igual: estás fabricando un enemigo para echarle la culpa de todos tus males».

«El nacionalismo es un cáncer que arraiga donde puede, en un territorio o en otro», prosiguió Roca Barea. El nacionalismo necesita un cuerpo en el que anidar, pero siempre tiene el mismo mecanismo de funcionamiento. No necesita ninguna inteligencia, ninguna bondad, ningún espíritu de cooperación. Lo peor de cada uno arraiga ahí y prospera. Se adueña de la geografía y del lenguaje».

Por su parte, el autor de la Historia general de las drogas comenzó extrañándose de «este país absurdo que teniendo a Rodrigo Díaz de Vivar y a Hernán Cortés, se atreve a olvidarlos, por no hablar de la Escuela de Salamanca, que va a adelantar la inmensa prosperidad en la que estamos metidos».

«La nación suele ser un freno del mejoramiento humano», apuntó Escohotado, mientras que Roca Barea, ante la pregunta de un miembro del público sobre qué había hecho mal España respecto a una potencia como Gran Bretaña, respondió que «España triunfó donde Gran Bretaña fracasó: fundó un territorio en América, y la huella que dejó, en comparación con la que dejaron los británicos en otros lugares, salta a la vista», concluyó.