San Pablo: un aniversario con el reto de seguir creciendo

El pasado año fue el mejor del último lustro y batió el récord histórico en la actividad internacional. Aumentar las rutas y la ampliación de la terminal, en el horizonte

31 ene 2017 / 21:28 h - Actualizado: 01 feb 2017 / 16:52 h.
"Infraestructuras","Aeropuerto de Sevilla","Destino de altos vuelos","Jesús Caballero"
  • El pasado año pasaron por San Pablo más de 4,6 millones de pasajeros, de los que más de dos millones de ellos tenían origen o destino algún país extranjero. / Jesús Barrera
    El pasado año pasaron por San Pablo más de 4,6 millones de pasajeros, de los que más de dos millones de ellos tenían origen o destino algún país extranjero. / Jesús Barrera
  • El aeropuerto de Sevilla cuenta con una quincena de puertas de embarque. / Jesús Barrera
    El aeropuerto de Sevilla cuenta con una quincena de puertas de embarque. / Jesús Barrera

El aeropuerto de San Pablo acaba de cumplir 25 años con la certeza de estar viviendo de nuevo uno de los mejores momentos de su historia.

El edificio de la terminal cumplió 25 años el pasado verano. Diseñado por Rafael Moneo, se inauguró el 31 de julio de 1991 para convertirse en la puerta de entrada a la Exposición Universal de 1992. Desde entonces, el número de viajeros se ha multiplicado por 2,7 y la cantidad de vuelos se ha incrementado un 64,5 por ciento. En este cuarto de siglo han pasado por sus instalaciones 79,3 millones de pasajeros y han operado más de un millón de aeronaves. Entonces, el 43 por ciento de los vuelos tenían origen o destino Madrid; ahora son hasta 38 los destinos, 23 de ellos en el extranjero, con los que conecta San Pablo, que en su primer año de vida registró 2,81 millones de pasajeros.

A partir de ahí todo fue crecimiento. El aeropuerto de Sevilla registró su primer récord de pasajeros en 2007, con 4,5 millones de usuarios, una cifra que volvería a batir en 2011, año que se coronó como el mejor de su historia, con 4.959.359 viajeros –impulsado, en buena medida, por la apertura, en noviembre de 2010, de la base operativa de Ryanair–. Tanto fue así que hasta se llegó a plantear una ampliación del AVE hasta el aeropuerto por valor de 150 millones.

Pero la crisis llegó también a San Pablo. El aeródromo hispalense, que había sido capaz de plantar cara a la llegada del AVE a Sevilla, vio como las cifras se fueron hundiendo.

A la tendencia a la baja se le dio la vuelta en 2014, con un aumento del 5,3 por ciento de los usuarios. Le siguió un 2015 con 4.308.852 pasajeros y un crecimiento del 11 por ciento. Y siguió confirmándose en 2016 cuando pasaron por San Pablo 4.624.038 viajeros lo que supuso un crecimiento del 7,3 por ciento, convirtiéndolo en el mejor año del último lustro, en el que se batió además un nuevo récord histórico en la actividad internacional, al superar los 2 millones de viajeros en vuelos con origen o destino foráneo.

Esto pone al aeródromo en la rampa de lanzamiento para intentar batirse a sí mismo y rozar de nuevo su propio récord de hace seis años. Los augurios son buenos: en la actual temporada de invierno (que se prolonga hasta finales de marzo) el número de asientos ofertados (2.133.800 ) crece un 7 por ciento con respecto a 2016. En estos meses las compañías aéreas mantendrán conexiones con 38 destinos en el Aeropuerto de Sevilla. Precisamente, por número de destinos se trata de una temporada de invierno histórica, ya que supera el registro de 2011 (entonces, fueron 33). Por cifra de compañías aéreas operativas también se marca un hito, ya que rondan la quincena, frente a la decena que lo hicieron en 2011. La recuperación del aeródromo sevillano es, pues, una realidad que no dejan de constatar los datos.

Los responsables del aeropuerto sevillano se marcan como meta afianzar estos datos y seguir creciendo. Por ello, la captación de nuevas rutas es clave. En estos años se han ido incorporando destinos como Zúrich (con Edelweiss), Milán-Malpensa (con Ryanair), Múnich (con Transavia, aunque esta ruta también la cubre Lufthansa desde 2015), Berlín (con Ryanair) y Santander (con Volotea). Una tónica que se mantendrá en 2017, a tenor de los anuncios que han ido haciendo varias aerolíneas como Blue Air con Turín, Volotea con Bilbao o Ryanair con Nápoles.

En esta hoja de ruta para seguir creciendo a medio plazo, San Pablo cuenta con un mapa con una treintena de ciudades que están a una distancia de entre dos y cuatro horas en avión desde Sevilla y que ofrecen un importante recorrido comercial por la demanda latente que se ha detectado. En estos puntos es donde el aeródromo centrará su estrategia de crecimiento. El grueso de estas ciudades se distribuyen entre Alemania, Reino Unido, países nórdicos, Europa del Este, el norte de África y Portugal. A esto se le sumará el aumento de la frecuencia de las rutas ya existentes que están registrando una «altísima ocupación».

Para captar estas nuevas conexiones, y reducir la dependencia del mercado doméstico, San Pablo realiza múltiples labores de marketing acudiendo a ferias de carácter internacional y mantiene una estrecha colaboración con la Administración local. Además, el aeropuerto ofrece unas tarifas competitivas e incentivos. En 2014 entraron en vigor varias bonificaciones: del 100 por cien en la tarifa de pasajeros para aquellas compañías aéreas que implantasen una nueva ruta, y del 75 por ciento para aquellas que, teniéndola ya implantada, incrementasen la cifra de usuarios, siendo de las más competitivas de Europa. A todo esto, en 2016, se dio un paso más y en marzo se aplicó una rebaja del 1,9 por ciento en las tarifas aeroportuarias.

Mejoras y remodelación

El edificio del aeropuerto se ha ido actualizando a lo largo de estos 25 años, adaptando su fisonomía a las necesidades tanto de las aerolíneas como de los usuarios.

La terminal, que puede acoger hasta 25 vuelos a la hora y tiene capacidad para atender a 6,5 millones de pasajeros al año, ofrece conexión wifi gratuita, ha renovado su mobiliario, cuenta con una recién estrenada sala VIP, ha modernizado la zona de facturación de equipajes para adaptarla a personas con movilidad reducida, ha ampliado el control de seguridad que han de atravesar los pasajeros antes de acceder a la zona de embarque, lo que ha permitido incrementar un 50 por ciento la capacidad operativa, con lo que actualmente pueden pasar hasta 1.650 viajeros a la hora.

En el control de seguridad acaban de instalarse cuatro lectores electrónicos, que han permitido automatizar el acceso y se implantará próximamente de una aplicación que permitirá medir el tiempo medio de paso de los pasajeros por el control de seguridad, una información que se mostrará en varias pantallas para que también esté a disposición de los usuarios. Se ha modernizado y ampliado la zona comercial, que se aproxima a los 1.700 metros cuadrados, y se ha iniciado un plan para la reforma de las salas de embarque. Todo un listado de medidas, que llegan al centenar, en las que el aeropuerto ya ha invertido dos millones de euros desde 2014 y que surgen de reclamaciones y sugerencias de los usuarios.

Todo esto se incluye dentro de un plan de calidad en el que el proyecto más ambicioso será la remodelación del propio edificio de la terminal, en el marco de un cambio de diseño funcional, que permitirá optimizar capacidades y modernizar las instalaciones.

A principios del mes de diciembre, se licitó la asistencia técnica para redactar dicho proyecto por valor de 1.425.000 euros y está previsto que próximamente se proceda a su adjudicación. Una vez redactado, habrá que licitar las obras propiamente dichas. En el DORA, el nuevo Documento de Regulación Aeroportuaria que se aprobó el pasado viernes, aparece para este proyecto una inversión de 14 millones, pero en ese montante no están recogidas las obras que afectan al ámbito comercial, por lo que el montante final será superior.

Los trabajos tendrán una duración de 49 meses y se centran en la ampliación de la planta primera de la terminal en unos 4.000 metros cuadrados. Esto implicará la reforma de las salas de embarque y aumentar el área comercial.