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La mayoría de las calles de la zona antigua de Santa Clara no dispone de acerado para los peatones. / Fotos: José Luis Montero -
Hay calles en las que faltan grandes paños de asfalto.
Calles estrechas de doble sentido, con coches aparcados a ambos lados y sin aceras, en las que los conductores tienen que «sortear contenedores y postes de cableado». Circular, o simplemente pasear, por la barriada de Santa Clara se ha convertido en «un deporte de riesgo». El «lamentable» estado de la reurbanización primigenia, datada en los años 50, cuando esto era una colonia americana, ha originado un serio problema de tráfico, como han puesto de manifiesto varios episodios de accidentes en los últimos meses. Por este motivo, los vecinos exigen al Ayuntamiento que la reurbanización que vienen reivindicando desde hace décadas se acompañe además de un plan de movilidad que ponga fin a esta situación «caótica».
En este sentido, un total de 13 colectivos del barrio han decidido aunar fuerzas a iniciativa del Club Santa Clara para que «se tome conciencia» de la problemática que acumulan después de «acciones nulas o aisladas» de las últimas corporaciones municipales. Todas ellas, entre las que se encuentra la histórica asociación de vecinos Las Praderas, han presentado hace unos meses al distrito un escrito en el que recogen las principales carencias de la zona, así como las actuaciones específicas —enumeradas en un listado de 21 puntos— que han de acometerse «en una periodicidad lo más corto posible». En esta relación se incide en «la insuficiente ordenación del tráfico de vehículos» en Santa Clara, ya que, según relato vecinal, «en muchos casos no existe una señalización clara en los cruces», lo que conlleva «una circulación caótica» y «situaciones potencialmente peligrosas» en un barrio que dispone de un Club Social con más de 3.200 socios, muchos de ellos niños, y «numerosos centros escolares».
También la entidad vecinal pone la lupa en la «urgente necesidad» de arreglar las calles, pues, «menos dos, el resto están tal y como lo dejaron los americanos en los años 50». Carmen Touriño, presidenta vecinal, señala que la avenida de los Conquistadores es la que mejor refleja la estampa degradad del barrio: «Es una de las vías principales y está llena de baches, con innumerables grietas y un acerado casi inexistente donde crecen las malas hierbas». Una situación de la que también alerta Manuela Cañadas, residente y vocal de la entidad, al asegurar que «más del 80 por ciento de las calles no tienen acerado». En este sentido, el distrito San Pablo-Santa Justa ha anunciado la pavimentación de la calle Juan Gálvez y Vicente Yáñez Pinzón y el acerado del entorno del colegio de Educación Especial San Pelayo. Actuaciones que, dice, se harán «próximamente» pero sin entrar en detallar plazos ni inversiones.
Por último, los vecinos alertan del impacto visual que supone para el barrio el cableado que atraviesa la zona sobre postes de madera. «En muchos casos sirven de pasarela para los roedores, que entran y salen de nuestras casas a través de ellos», apuntan los vecinos, que quieren que el gobierno municipal «haga cumplir la normativa existente» y sotierre «de una vez» estas instalaciones telefónicas.