Seguridad vial: una responsabilidad compartida

La Navidad, Semana Santa, verano o puentes son periodos donde el número de vehículos que circulan por carretera se incrementa y aumenta el número de desplazamientos, motivo por el cual el riesgo de accidente también es mayor

16 dic 2017 / 06:31 h - Actualizado: 16 dic 2017 / 10:12 h.
  • Seguridad vial: una responsabilidad compartida

Por Gregorio Serrano, Director General de Tráfico del Ministerio del Interior

Quizás sea la fotografía que muchos ciudadanos tienen en la cabeza cuando se habla de Navidad y que todos los años podemos ver o incluso vivir personalmente los días previos a la celebración de la Natividad. Rebobinemos, como si de una película se tratara: maletas, regalos, aeropuertos, estaciones de trenes, autobuses y coches..., muchos coches desplazándose por las ciudades, por las carreteras y transportando ilusiones, deseos y buenas intenciones, aspiraciones todas ellas que no deberían verse truncadas por un accidente de tráfico.

Y en eso estamos trabajando cada día en la Dirección General de Tráfico, en hacer de la movilidad, que no es más que la capacidad de satisfacer las necesidades personales porque nos movemos para conseguir hacer algo, una movilidad segura, sostenible y eficaz. Ya tenemos preparado todo el dispositivo de Tráfico para estas fechas, un operativo especial para regular, dar fluidez y lo más importante seguridad a los millones de desplazamientos previstos para estas fechas.

La Navidad, Semana Santa, verano o puentes son periodos donde el número de vehículos que circulan por carretera se incrementa y aumenta el número de desplazamientos, motivo por el cual el riesgo de accidente también es mayor. Pese a estos incrementos, los factores que concurren en los accidentes no son diferentes a los de otras épocas del año.

Detrás de un accidente suele existir una velocidad inadecuada, presencia de sustancias psicoactivas, distracciones o no uso del cinturón de seguridad o sistema de retención infantil. Cada año más de 300 personas mueren en las carreteras en accidentes en los que la velocidad a la que circulaban no era la adecuada. ¿Cuánto sufrimiento nos ahorraríamos si todos los conductores respetaran los límites de velocidad? En el último estudio de medición de la velocidad realizado por la DGT, los indicadores obtenidos describen que las vías convencionales limitadas a 90 km/h son las carreteras donde más se incumplen los límites de velocidad y donde más fallecidos se producen.

Situación similar se produce con el alcohol y otras drogas. Millones de controles de alcohol y miles de pruebas de drogas realizan las diferentes policías en nuestras carreteras para evitar que personas que han consumido este tipo de sustancias se pongan al volante. Aun así, el 43% de los conductores fallecidos y analizados por el Instituto Nacional de Toxicología tenían presencia en sangre a alcohol, drogas o psicofármacos, un dato que nos tiene que llevar a todos a reflexionar y a adoptar las medidas más adecuadas para que esas personas no conduzcan o se rehabiliten en caso de adicción.

Las distracciones son otra de las grandes preocupaciones de la DGT, en especial el uso de los dispositivos móviles. En los últimos diez, quince años un porcentaje muy importante de los ciudadanos nos hemos creado una necesidad absurda de estar las 24 horas conectados, de ser dependientes del teléfono y de la imperiosa necesidad de ver y contestar todo y a todos en el momento. La simple contestación del móvil, el visionado de un WhatsApp o dar un me gusta tiene consecuencias desastrosas. Como dice muy bien nuestra última campaña “Al volante, si miras el móvil de vez en cuando, solo ves la carretera de vez en cuando”.

Por último, recordar la importancia del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil. Algo tan sencillo como un solo clic puede ser lo que diferencie la vida de la muerte. Este año, varias personas podrían haber salvado la vida, si hubieran llevado puesto el cinturón de seguridad.

Pese a seguir siendo el quinto país europeo que mejor tasa de mortalidad vial presenta, con 39 fallecidos por millón de habitantes, sólo por detrás de Suecia, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca, 2017 no está siendo un buen año en seguridad vial. Faltan pocos días para que finalice el año y ya han fallecidos en nuestras carreteras 1.154 personas, 49 más que en el mismo periodo del año anterior. Este estancamiento no es un fenómeno exclusivo de nuestro país, sino también de aquellos países que se encuentran a la cabeza de la seguridad vial, donde es muy complejo reducir las cifras.

Ante esta circunstancia y teniendo en cuentan que tenemos que hacer mayores esfuerzos para conseguir pequeños logros, más en un contexto en el que los indicadores apuntan a un crecimiento de la economía con reflejo directo en el aumento de los desplazamientos que se está registrando en nuestras carreteras necesitamos la implicación de Toda la Sociedad.

Desde la Dirección General de Tráfico estamos trabajando en la modificación de la Ley de Seguridad Vial, del Permiso por Puntos y del resto de Reglamentos para dar ese impulso legislativo que nos lleve de nuevo a reducir la siniestralidad en nuestras vías.

Pero mientras las modificaciones legislativas llegan, nunca los cambios normativos han sido rápidos ni sencillos, seguimos apostando por la educación vial, por la formación vial e invirtiendo miles de euros en todas aquellas actuaciones que ayuden a reducir la accidentabilidad, porque no olvidemos que el 100% de lo recaudado en sanciones se invierte en seguridad vial y en el mantenimiento íntegro de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

La seguridad vial es una responsabilidad compartida, la DGT no puede estar sola en esta lucha, necesita del compromiso y de la implicación de todas las administraciones, de las empresas y de los ciudadanos para conseguir resultados. Por eso los mejores consejos para que todos disfrutemos estos días es respetar los límites de velocidad, llevar abrochado el cinturón de seguridad y a los menores en los sistemas de retención infantil, mantener la atención en la conducción y optar por no coger nunca el coche si se ha ingerido alcohol u otras drogas... de modo que podamos contarlo a la vuelta y ahorrar mucho dolor. Feliz Navidad.