Sin desmerecer los parajes naturales que hay fuera de las fronteras capitalinas, lo cierto es que no hace falta salir fuera de Sevilla ciudad para observar una flora y una fauna que deje boquiabierto. Así lo demuestra la diversidad de los parques sevillanos, que cuentan con un gran número de especies de árboles y de animales que hacen las delicias de los amantes de la naturaleza.
Y aunque la ciudad posee numerosas zonas verdes repartidas por toda su geografía, son los catalogados como parques urbanos –una clasificación que realiza el servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento– los que ofrecen un catálogo más amplio.
Así, el Parque de María Luisa (distrito Sur) –aunque en la clasificación del servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento aparezca como un parque histórico–, el Parque del Alamillo (distrito Norte), el Parque Amate (distrito Cerro-Amate), el Parque Infanta Elena (distrito Este-Alcosa-Torreblanca), el Parque José Celestino Mutis (distrito Sur), el Parque de los Príncipes (distrito Los Remedios), el Parque de Miraflores (distrito Norte) y el Parque de San Jerónimo (distrito Norte) ofrecen al visitante la posibilidad de observar ejemplares animales y vegetales de una gran belleza y muy peculiares.
FLORA
Solo con levantar un poco la vista del suelo, el sevillano puede encontrarse con ejemplares de árboles tan curiosos como el árbol de las lianas, situado en la glorieta dedicada a Goya en el Parque de María Luisa, o el gingko biloba, considerado un fósil viviente, símbolo de longevidad y una de las maravillas del mundo vegetal. ¿Y sabía usted que el Parque Amate descubrió, después de varios años de estudio, que en él se alza un tipo de acacia hasta entonces desconocida en España? Además, si en el Parque del Alamillo crecen al menos una treintena de especies de árboles, en el Parque José Celestino Mutis existen 143 árboles y arbustos de diferentes géneros y siete tipos distintos de palmeras. Por ello, esta zona verde del distrito Sur es considerado uno de los conjuntos botánicos más importantes de la ciudad. La antigua rosaleda del Parque de los Príncipes es única en la ciudad, al igual que su conjunto de cítricos.
FAUNA
Y mientras un buen número de patos se reúne en la isleta natural que hay en el lago del Parque Infanta Elena, los pavos reales, ánades y los cisnes blancos le dan el toque de glamour en el parque histórico de la ciudad.
Las condiciones naturales del Alamillo motivan que en este parque pueda observarse el 25 por ciento de las aves que existen en España; algunas solo están de paso en verano o en invierno, pero hay especies que habitan en él todo el año. Anfibios como ranas o sapos, o mamíferos como conejos, erizos terrestres y topillos completan la fauna del gran parque sevillano.
En la zona verde de Los Remedios, otrora muy similar a la del Parque de María Luisa, ahora solo quedan reductos de patos y peces, los cuales también pueden observarse en el Parque de Miraflores.