Con un total de 855 temas musicales que la nombran, Sevilla es la cuarta ciudad de España (y la 52 del mundo, por delante de Bangkok) con más canciones dedicadas. Lo dice un informe elaborado por el buscador de alquileres vacacionales Holidu, que sitúa por delante a Madrid (2.890 obras), Barcelona (1.603) y Granada (970), mientras que a partir del quinto puesto se encontrarían Valencia (547), Málaga (328), Zaragoza (274), Cádiz (216), Jaén (193) y Salamanca (182). Lo cual es curioso, porque, salvo alguna excepción comprensible, parece existir cierta correspondencia entre la importancia objetiva de una ciudad (su número de habitantes, peso económico y cultural, relevancia turística...) con el número de canciones que se le dedican, como si lo épico y lo lírico fuesen de la mano en la vida real.
Otro elemento digno de mención es que cabría esperar, a la luz de las toneladas de sevillanas de todos los tiempos (y particularmente, de ahora) que la capital de Andalucía fuese la primera de la lista sacándole diez o quince cuerpos de ventaja a su inmediata seguidora, que bien podría haber sido Cádiz aunque solo fuese por la ingente cantidad de composiciones carnavaleras que enarbolan su nombre sin descanso. Igual que Zaragoza, con las jotas. Pero no. La empresa que ofrece estos datos elabora, además, su propia interpretación de los mismos, según la cual el elemento folclórico no es lo único que cuenta, ni siquiera lo principal. Madrid, liderando el cotarro, es el ejemplo más claro.
En el caso madrileño, el estudio de Holidu destaca que su predominancia «no es de extrañar», dado que aquello es «campo de cultivo y reunión de autores, cantantes y músicos de todo tipo, mítico epicentro de la movida» e inspiradora diaria de bardos gracias a «su carácter abierto y sus calles llenas de vida»: Shakira (Te dejo Madrid), Mikel Erentxun (Arde Madrid) y Joaquín Sabina (Pongamos que hablo de Madrid) serían tres ejemplos de ello.
Sí, pero... ¿y Barcelona? Vale que Freddy Mercury y Montserrat Caballé le cantaran una preciosa melodía con ocasión de los Juegos Olímpicos de 1992, pero de ahí a 1.603 títulos dedicados median más factores. Entre ellos, la rumba catalana y, más interpretativamente, «la multiculturalidad que la caracteriza» y que inspira «tanto novelas, versos como, por supuesto, canciones». No se sabe si el procés ha añadido alguna sustancia a todo esto. Frente a ello, el flamenco, dice el informe, es el determinante de que Granada se vea en el tercer puesto «sorprendentemente».
...Y Sevilla: Lole y Manuel, Lola Flores, Pata Negra, Pastora Soler, Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Los del Río, El Arrebato, Manuel Carrasco, Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Antonio Molina, Siempre Así, José Manuel Soto, Andrés Suárez, SFDK, Arturo Pareja Obregón y Nuria Fergó, José Luis Perales, Cecilia, Alameda, Carlos Cano y toda la pléyade de grupos y solistas del género de las sevillanas, más otros artistas de los más diversos estilos, la aúpan al cuarto lugar de la lista. Y esto es solo contando con las canciones donde aparece expresamente el nombre de la ciudad: si se le añadiesen las que hablan de sus fiestas, sus gentes, sus tipismos varios y sus barrios históricos, es muy probable (el trabajo no está hecho, así que caben las conjeturas) que la capital andaluza cambiase de posición en el ranking.
Pero la cosa va más allá de lo meramente nacional. La ciudad del mundo con más canciones dedicadas (no hay sorpresas) es Nueva York, con la friolera de 30.867 y el icono de Frank Sinatra imponiéndose sobre todos los demás. Muy de lejos la sigue París, con 20.007 y su representación más tópica: Edith Piaf. La tercera plaza es para el Londres al que le cantaba The Clash, que reúne 14.805 temas a su nombre. Roma, en cuarto lugar (11.859) deja claro que, con permiso de la capital del mundo, que es Nueva York de momento, Europa sigue muy por delante del resto del orbe en cantidad de ciudades inspiradoras de canciones. Tal vez Santander (66), Burgos (66), Cuenca (58), Albacete (15), Huesca (11) y Santa Cruz de Tenerife (1) no lleguen a tanto, pero tampoco les falta gente que les cante. Va a ser por canciones.