De jugar en la División de Honor de Juveniles a perder todos los partidos. De tener unas instalaciones propias en la avenida del Deporte a estar «de inquilinos» en un complejo gestionado por un tercero y compartido por entidades de otro distrito. En apenas dos años la situación del Polideportivo Sevilla Este ha ido de mal en peor, pese a los esfuerzos de la actual directiva de la entidad que, según cuenta, ha llegado a poner de su propio bolsillo más de 600 euros para no dejar desamparados a los poco más de 40 niños federados que han quedado de hasta 500 que llegaron a ser en los momentos álgidos.
«La situación es insostenible. No sabemos cuánto tiempo más vamos a aguantar así. Lanzamos un SOS a todos los que nos puedan echar una mano», explican desesperados desde la actual directiva del club que, pese a todo, no termina de tirar la toalla y confía en que la justicia les termine dando la razón «por el bien de los niños que juegan al fútbol» en este club deportivo de Sevilla Este, «el primero del barrio».
Su calvario se remonta al mes de septiembre de 2017. Entonces el Instituto Municipal de Deportes (IMD) del Ayuntamiento de Sevilla resolvió de manera unilateral y en menos de 48 horas el contrato con la entidad Polideportivo Sevilla Este, hasta la fecha encargada de la concesión de este campo de fútbol ubicado en la avenida del Deporte. El contrato estaba aún en vigor, pues como recuerdan los actuales responsables del club, «se firmó en 2014 por un tiempo de tres años y dos más de prórroga». Sin embargo, apuntan «no se respetó la prórroga» y, como reconocen igualmente, buena parte se debió a «una mala gestión» de la anterior directiva de la que, con el tiempo pudieron comprobar, «fue cómplice el IMD».
Y es que si bien «hubo una negligencia en la gestión de los anteriores dirigentes del club» por «falta de limpieza, falta de agua y plaga de garrapatas», aseguran que nueve meses después de que la concesión volviera al IMD «sólo había que cambiar algunos términos de dichas negligencias» al «detectarse nuevamente una plaga de pulgas; cortes en el suministro de luz, sin acceso a vestuarios ni a agua caliente; y el cambio de césped en plena competición, obligando a desplazarse a campos aledaños y a entrenar y a competir en albero». Todo ello, concluyen, «dejando desamparados entonces a casi 200 niños».
Pero aún hay más. Por si fuera poco, finalmente se adjudicó una nueva concesión de las instalaciones tras quedar desierto un primer concurso: Su nuevo gestor se localiza en otro distrito, al recaer en un club deportivo de Nervión después de que, como subrayan, previamente el pleno del distrito sacara adelante esta nueva convocatoria «con los votos a favor del PSOE y la abstención del resto de partidos políticos. Sólo IU se opuso rotundamente».
Desde entonces el Polideportivo Sevilla Este ha iniciado una caída en picado dentro y fuera del campo de juego. Cuesta ganar un encuentro y solo conservan dos espacios propios en el centro: un despacho y un almacén custodiado bajo llave por los actuales gestores. De hecho, relatan que solo pueden acceder a este último “previo aviso y bajo un riguroso control”.
El resto de instalaciones, como el campo de fútbol, lo comparten con otras entidades, «no ya del mismo distrito, sino del barrio de Nervión». Ante todo lo vivido y relatado, dicen sentirse «aislados», «abandonados» y «asfixiados», pues, a todo este viacrucis se suma que además han dejado de percibir las ayudas de las subvenciones que el IMD destina al deporte base. «Fuimos a reclamarlo y nos dijeron que se les estaban abonando a la anterior directiva. La segunda vez que acudimos, nos dijeron que ahora nosotros teníamos encima una deuda con el Ayuntamiento. Esto ya es el colmo, ¡pero si no hemos visto ni un euro en estos dos años!», se indignan los actuales responsables del club, que lamentan que desde el distrito Este-Alcosa-Torreblanca se mire para otro lado y no se busque una solución a este problema.
Un contencioso-administrativo
El enfado del club ha llegado incluso a los tribunales, donde han presentado un contencioso administrativo contra el IMD. El Juzgado Número 4 de Sevilla lleva este caso, que «el juez ha admitido a trámite el pasado mes de enero». Confían en que finalmente la justicia les devuelva las instalaciones, «al menos los dos años de prórroga» del contrato que no han podido completar. Pero, sobre todo, quieren resucitar un club puntero de la ciudad que es un referente en el deporte base del fútbol sevillano y «un modo de vida y formación para muchos chavales. No pueden dejar morir al Polideportivo Sevilla Este».