«Vaya aburrimiento», uno de los asistentes al Congreso Provincial Extraordinario del PSOE de Sevilla, vulgo congresillo, en el que habrían de ser elegidos los 56 delegados que representarán a la provincia en el cónclave federal de junio, no pudo disimular que el buen rollito había descafeinado lo que se auguraba como una justa medieval lanza contra lanza entre el aparato y el reforzado sector crítico-sanchista, cifrado en algo más del 26 por ciento en suelo sevillano después de las primarias del pasado domingo. Pero no hubo choque.

En algo más de una hora los socialistas sevillanos despacharon la elección de los delegados, en la que habrá 15 integrantes de la corriente del secretario general electo (Gómez de Celis, Toscano, Hierro, Nieve Hernández o Montaño, entre otros). La lista la encabezará Susana Díaz, seguida de Fernando Rodríguez Villalobos, Verónica Pérez, y a partir de ahí en orden alfabético, paritaria y cremallera.

El acuerdo se cerró cerca de las dos de la madrugada. Una última conversación telefónica entre Rodríguez Villalobos y Gómez de Celis desbloqueó la situación y selló el pacto que ha permitido que el congreso fuera una balsa de aceite. El secretario general del PSOE de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez, y Javier Páez, secretario general de la agrupación de Nervión San Pablo, ambas de corte sanchista, fueron los negociadores del bando de Pedro Sánchez, mientras que Antonio Pradas, José Muñoz, secretario de organización del PSOE de Sevilla y Carmelo Gómez llevaron a cabo los contactos por parte de los susanistas. Gómez de Celis se incorporó ya entrada la tarde, puesto que ese mismo viernes se trasladó a Madrid para mantener un encuentro con la gestora, con Mario Jiménez para ser exactos, con la intención de acercar posturas de cara al acuerdo. Otro protagonista de la noche de negociación fue Carmelo Gómez, exhausto, al fondo de la sala del hotel Renacimiento en el que tuvo lugar el encuentro, con gafas de sol, sorbos de Coca-Cola y demás síntomas de la que pudo ser una noche larga.

Y así fue. Desde primeras horas de la tarde, cuando arrancó la negociación, la baza que el sanchismo puso sobre la mesa fue fuerte: tener más delegados que porcentaje de voto en las primarias. Esto es, de los 56 delegados que Sevilla tiene como cuota en el Federal -la provincia más numerosa-, el sanchismo sevillano pedía no menos de 20. Su argumento era que ya que se trataba de un Congreso Federal en el que había que dar respaldo al nuevo secretario general, y que por ende, la provincia habría de estar representada por miembros del equipo ganador según los resultados de las primarias a nivel nacional.

«Toscano está crecido, va fuerte», reconocían ayer miembros destacados del partido. Ya se sabe como son las negociaciones, a veces hay que pedir la luna para que al final te den un sitio en la tierra. Los susanistas no aceptaron de ninguna de las maneras ese porcentaje y se plantaron en la cifra que los sanchistas recabaron en Sevilla en las primarias: poco más del 25 por ciento. Al final, la correlación no ha podido ser más exacta, ya que los 15 delegados afines a Sánchez suponen el 26,8 por ciento del total, mientras que el resultado recabado el día 21 en la provincia fue del 26,4.

Fuentes de la dirección del partido otorgaban el mérito de la integración a Díaz, que pese a jugarse mucho en este congresillo no acudió. Fue una de los ocho delegados electos por la militancia que no participaron, sumándose 371 de los 379. «Gómez de Celis y Toscano están en la lista porque Susana ha querido», aseguraban desde el aparato provincial.

De este modo, la secretaría general del PSOE sevillano, Verónica Pérez, quiso resaltar que «sin la generosidad» de Susana Díaz, hubiese sido imposible convertir el congreso extraordinario en un apacible trámite. «Hemos sido capaces de aprobar por aclamación una lista de consenso, de integración, encabezada por la compañera Susana Díaz y eso me llena de orgullo y de satisfacción», apuntó en su intervención en la asamblea. Las alocuciones, al igual que la mesa presidida por el histórico Pepe Caballos, también fueron pactadas. Además de Pérez, se dirigieron al auditorio Celis y Toscano, por una parte, y Juan Borrego y Rafael Moreno desde las filas susanistas.

En su intervención, Celis agradeció a Rodríguez Villalobos y Toscano su esfuerzo en llegar a la lista única, y no hizo referencia a Susana Díaz. Hizo un llamamiento a la unidad, pero no dejó de pasar la oportunidad para repetir una de las frases claves en la victoria de Pedro Sánchez: «La abstención del PSOE al Gobierno del PP ha sido un error». Por su parte, Toscano comenzó su intervención con efusivos vivas a Pedro, Susana y Patxi.

Pero bajo ese mullido ambiente, los susanistas y sanchistas sevillanos todavía discrepan en qué hubiera sucedido si el acuerdo se hubiese frustrado y el congreso tuviera dos listas a las qué votar. Para empezar, el lapso hubiera sido muy prolongado, «los congresillos se saben cuando empieza, pero no cuando acaban». Desde la dirección del partido apuntan a que las asambleas locales registraron un muy mal resultado, peor que las primarias, para los seguidores de Sánchez y que no hubiesen alcanzado, en ningún caso, el 20 por ciento mínimo y necesario para incluir algunos de sus nombres en la lista de 56 delegados. «Hubiésemos tenido un apoyo muy amplio», insitió de forma contraria Gómez de Celis antes de comenzar el congresillo. El hombre fuerte en Andalucía del nuevo secretario general apuntó a que el acuerdo era un acto de «valor y justicia». Subrayó la «unidad», que no «la uniformidad» del PSOE de Sevilla y se ofreció como el primero para reforzar a Susana Díaz y publicitar las políticas de izquierda que estaba llevando al frente de la Junta de Andalucía.

Desde las entrañas del partido insisten en el «órdago de Toscano al que no ha querido responder Susana Díaz». «Ahora su imagen no está en el mejor momento. Haber salido de este congreso con menos apoyo de los delegados del esperado hubiese resultado demoledor. No ha querido enfrentarse a una votación secreta», expone un delegado que abiertamente apoya a la secretaria regional. La guerra fría ha comenzado.

LOS 56 DELEGADOS SEVILLANOS

Partidarios de Susana Díaz:

Susana Díaz Pacheco

Fernando Rodríguez Villalobos

Verónica Pérez Fernández

Diego M. Agüera Piñero

Juan A. Barrionuevo Fernández

Rosario Andújar Torrejón

José Caballos Mojeda

Agustín Cañete Carmona

Antonio Conde Sánchez

Agripina Cabello Benítez

Juan Espadas Cejas

Manuela Cabello González

Javier Fernández De los Ríos T.

Juana M. Carmona González

Joaquín Fernández Garro

Adela Castaño Diéguez

Javier Fernández Hernández

Eva María Castillo Pérez

David J. García Ostos

C. Amanda Copete Andrade

Elizabeth Donaire Rodríguez

Carmelo Gómez Domínguez

María J. Fernández Muñoz

Lidia Ferrera Arias

Sotero Manuel Martín Barrero

Lorenzo Medina Moya

Ángeles García Macías

José Muñoz Sánchez

M. Carmen González Ortiz

M. Carmen Herrera Coronil

Antonio F. Pradas Torres

Isabel Herrera Segura

Rafael A. Recio Fernández

Ana Isabel Jiménez Contreras

Asunción Llamas Rengel

J. Amalia Rodríguez Hernández

María del Mar Romero Aguilar

Juan D. Valverde Gómez

José M. Villalobos Ramos

Rocío Sutil Domínguez

Fernando Zamora RuizPartidarios de Pedro Sánchez:

Rosario Andújar Luna

Concepción Ávila Aldaco

Eva Patricia Bueno Campanario

Juan F. Gómez Colomera

Luis Ángel Hierro Recio

M. Carmen Fuentes Medrano

F. Javier Páez Vélez-Bracho

Nieves Hernández Espinal

Luis Piozza López

Alfonso Rodríguez Gómez de Celis

María I. Montaño Requena

Francisco J. Toajas Mellado

Francisco Rodríguez García

Alfonso Rguez. Gómez de Celis

María I. Montaño Requena