Sevilla saborea a Murillo con una innovadora oferta gastronómica

En el Año de Murillo, la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas de Sevilla presente su propuesta gastronómica

05 mar 2018 / 17:08 h - Actualizado: 05 mar 2018 / 19:17 h.
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  • Uno de los platos elaborados por el Año Murillo. / Jesús Barrera
    Uno de los platos elaborados por el Año Murillo. / Jesús Barrera

Es el Año de Murillo, el año en el que se recuerda el cuarto centenario de una de las efemérides más célebres de la ciudad de Sevilla, el pintor Bartolomé Esteban Murillo. Por ello en este año, el homenaje al artista ha trascendido el ámbito pictórico de museos y galerías, dando un salto que traspasa el lienzo que ofrece a la ciudad la posibilidad de saborear la época, los productos, la gastronomía de los años en los que vivió el artista.

Este lunes, en la Taberna del Alabardero, ha tenido lugar la presentación de las actividades y eventos gastronómicos que se desarrollarán hasta finales de este 2018. La propuesta, que es parte del amplio calendario de actividades para celebrar el aniversario del pintor, complementa las exposiciones y otras iniciativas ideadas por el Ayuntamiento para ofrecer «una experiencia total» de viaje al tiempo del maestro. Se trata de un variado abanico de actividades que incluyen menús especiales creados para la ocasión, una ruta de tapas, catas, cenas teatralizadas y productos gastronómicos especiales para la efeméride.

Durante el acto, en el que incluso el propio Murillo ha estado presente a través de un actor de la compañía de Engranajes Culturales, Rafael Domínguez, gerente de la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas (ASET) ha resaltado lo importante que supone que, en este año tan especial para la cuidad de Sevilla, lo público y lo privado se unan para dar a esta efeméride la importancia que se merece. «De manera práctica, nos permitía desarrollar la colaboración público privada y, a la vez, darle visibilidad a las empresas del sector turístico, en las que entran guías, transportes y gastronomía como la que degustamos hoy», ha señalado.

Por su parte, el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, quien también ha agradecido esta unión de lo público y lo privado, que no hace más que beneficiar a la capital andaluza, ha querido también hacer hincapié en el gran patrimonio cultural que posee la ciudad, pero ha afirmado que «no basta con nuestro patrimonio sino que hay que poner en el escaparate turístico argumentos que justifiquen la visita a esta ciudad. Hay que traducir el patrimonio local en hechos».

Así, la empresa Inés Rosales ha creado una ruta gastronómica por los establecimientos de Entrepuertas, Goriki, El Pasaje y La Barandilla, en los que los que disfrutan con la buena comida podrán probar recetas innovadoras elaboradas con las ya tradicionales tortas de aceite de Inés Rosales rescatando los sabores y colores de la época y obra de Murillo. Una ruta de la tapa que estará disponible todas las semanas de jueves a domingo de 13.00 a 16.00 horas hasta 2019. Inés Rosales también ha creado un estuche especial tematizado con el cuarto centenario del pintor que puede adquirirse en su tienda de la Plaza de San Francisco.

La Taberna del Alabardero, por su parte, ha creado un ambicioso menú completo en colaboración con expertos en Historia de la Gastronomía de su Escuela de Hostelería. El chef ha ideado esta propuesta basándose en los cuadros de La cocina de los ángeles, San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres, Muchacha con pescado y fruta, Hijo pródigo haciendo vida disoluta, Niños comiendo pastel y La pequeña vendedora de frutas, y en los usos y tradiciones gastronómicas del siglo XVII para trasladarnos a través de una visión moderna hasta los sabores de la época de Murillo. Así, a la hora de preparar el menú, se han tenido en cuenta las diferentes clases sociales del periodo murillesco y su forma de disfrutar de la comida. Del mismo modo que la obra de Murillo experimenta una evolución a través de los años, los platos de los que disfrutará el comensal también lo harán, yendo «de menos a más», como el propio chef explica, notándose un cambio desde los entrantes hasta el postre, desde lo que las clases más pobres comían, hasta llegar a los manjares de los que solo los más ricos de la época podían disfrutar. Una propuesta en la que también se viajará hasta la Sevilla de Murillo con la propia vajilla o los vinos que acompañan cada plato. El menú tendrá un precio cercano a los 50 euros y estará disponible solo para grupos de al menos diez personas.

La empresa de rutas y visitas Engranajes Culturales propone dos actividades. Yantar en tiempos de Murillo, que irá aparejada al menú de la Taberna del Alabardero. En ella se podrá disfrutar del menú de la taberna en una experiencia teatralizada en la que los actores narrarán los detalles de la gastronomía en la Sevilla del pintor. Igualmente, Engranajes Culturales organizará una Cata de vinos en tiempos de Murillo, en la que en distintos espacios hoteleros de la ciudad se ofrecerá la experiencia de conocer de primera mano los caldos que acompañaron a los sevillanos del siglo XVII en su día a día. Ambas propuestas se iniciarán después de Semana Santa.

Alminar Servicios Culturales también se acerca la mesa de la época del maestro a través de su ruta Murillo y los cinco sentidos. Sabores y saberes, en la que un guía acompañará a los visitantes en la degustación de algunas tapas que hoy siguen en las pizarras de los bares sevillanos y que tienen su origen en los tiempos del artista. Un recorrido histórico a través de la gastronomía a lo largo de cuatro siglos.

El Mercado Lonja del Barranco también se suma al Año Murillo en su complejo gastronómico con una divertida actividad en la que pequeños y mayores podrán introducirse en algunos cuadros de Murillo a través de un photocall, convertirse en sus protagonistas y hacerse fotos.

Por último, la Hacienda Guzmán (La Rinconada) ofrece su aceite de oliva virgen extra, un producto de excelencia heredero de una tradición e historia olivarera que se remonta al siglo XVI. Hablamos de un aceite de oliva virgen extra gourmet elaborado exclusivamente con aceitunas de la Hacienda Guzmán de las variedades arbequina, manzanilla y hojiblanca; producido en un riguroso proceso con tres niveles de selección y tras una recolección en verde y a mano. Todo en un complejo con cinco siglos de historia en el que Hernando Colón, el hijo del descubridor, producía allí el aceite que se exportaba al nuevo mundo, llegando a convertir a la Hacienda Guzmán en una de las mayores fábricas de aceite de oliva del mundo. Un edificio que puede conocerse de primera mano a través de las visitas de oleoturismo que organiza su propia fundación.