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El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se reunió ayer con los agentes sociales y económicos, que dieron validez a retomar el Plan Estratégico de Sevilla. / El Correo
Sevilla se marcó hace cinco años una estrategia que perfilaba cómo sería la ciudad en 2020. Una hoja de ruta que se dibujó con expertos, instituciones y consultas ciudadanas, pero que tan pronto se presentó se vino abajo. Primero, por el Plan Estratégico 2020 se dio de bruces con la realidad de la crisis, que llevaba a que los números tanto en proyectos como en inversiones no cuadraran. Y, en segundo lugar, un cambio de gobierno, del PSOE de Alfredo Sánchez Monteseirin y el PP de Juan Ignacio Zoido. El primero preparó este documento de trabajo. El segundo optó por guardar ese trabajo en un cajón y presentar otra idea más cortoplacista.
Con el regreso del PSOE a la Alcaldía, se vuelve a mirar con buenos ojos este plan estratégico y esa fecha, 2020. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, de hecho, acordó ayer con los agentes sociales y económicos de la ciudad su participación en la constitución formal en dos semanas de la comisión que aborde la elaboración de ese plan estratégico para la ciudad, una comisión que irá «abriéndose de manera natural» a la corona metropolitana y que apuesta por convertir a la ciudad en «referente». Es decir, un modelo donde la Gran Sevilla –esa metrópolis que se ideó en tiempos de bonanza– vuelve a resurgir con el Consistorio hispalense ejerciendo su liderazgo.
Para el desarrollo de este plan, cuyo impulso fue acordado en pleno con el apoyo de todos los grupos, salvo el PP, la comisión contará con la participación de las distintas formaciones políticas, además de los empresarios, organizaciones empresariales, las Universidades, el Puerto, el Parque Científico y Tecnológico Cartuja y la Presidencia del Consejo Económico y Social (CESS), siendo estos dos últimos agentes de reciente incorporación sobre los que participaron en la elaboración del último Plan Estratégico de Sevilla en el mandato de Monteseirín.
Sin embargo, Espadas recordó que entonces se terminaron de elaborar las conclusiones en 2011, pero no se impulsaron las medidas tras la llegada a la Alcaldía de Juan Ignacio Zoido (PP). Por tanto, el alcalde considera que no se parte de cero en la elaboración de esta planificación, ante la que los agentes sociales y económicos han mostrado su «pleno respaldo», apostando por revisar el elaborado hace cinco años, que incluye «puntos positivos», pero cuyos datos «no están actualizados». Para esa necesaria revisión, el Ayuntamiento está licitando la realización de diferentes diagnósticos por áreas, como las de industria o comercio.
La citada comisión elaborará el plan contando como base con el anterior de Monteseirín, pero con las actualizaciones pertinentes, y con el documento de la Estrategia de Desarrollo Inteligente de Andalucía aplicado a Sevilla y a su área metropolitana, presentado en el marco de la estrategia de especialización europea. Además, se constituirá primero como una comisión de la capital, pero «abriendo el debate de manera natural a otros municipios», principalmente los de la corona metropolitana.
Espadas destacó que los planes estratégicos son «básicos para planificar bien el futuro de la ciudad, además de ser indispensables para optar a financiación europea». No en vano, de su mano llegaron, cuando era consejero de Vivienda, el Plan de Ordenación del Terrritorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus), donde se dibujó el mapa de los 46 municipios que componen el área metropolitana.
Acuerda Ciudadano
«Quiero dar el salto con el documento de Sevilla 2020. Esta comisión no es una mesa, sino un proceso participativo, un trabajo colectivo de ciudad donde ponemos toda nuestra ambición para que Sevilla mire al futuro como territorio de referencia», sentencia, tras esperar que el PP, «al menos esta vez», participe en el debate «y no como ocurrió en la etapa de Monteseirín». Quien seguro que se sumará a esta estrategia seráCiudadanos, que ya indicó que una de sus exigencias para dar su voto afirmativo a los vigentes presupuestos municipales pasaba por diseñar un plan estratégico lo suficientemente sólido para que no se sustituyera con cada cambio político que se produjera en la ciudad.