Sevillano, de más de 45 años, con estudios primarios y adicciones

El consistorio ha realizado un estudio, «el primero tan exhaustivo», para determinar el perfil de la población de personas sin hogar, que ronda las 450 personas, en base a más de 150 encuestas

03 abr 2017 / 17:47 h - Actualizado: 03 abr 2017 / 21:20 h.
"Sociedad","Solidaridad","Pobreza","Juan Manuel Flores"
  • El Ayuntamiento cuenta ya con un perfil exhaustivo de las personas sin hogar que se encuentran en la ciudad. / Inma Flores
    El Ayuntamiento cuenta ya con un perfil exhaustivo de las personas sin hogar que se encuentran en la ciudad. / Inma Flores

Las personas sin hogar que residen en la capital hispalense son en su mayoría hombres, nacidos en Sevilla que están empadronados; de entre 46 y 55 años, solteros o divorciados, que han terminado únicamente sus estudios primarios, tienen algún tipo de enfermedad mental o dolencia física, mantienen o se tratan de adicciones y llevan más de tres años en la calle.

Este es, en líneas generales, el perfil que ha obtenido el Ayuntamiento de Sevilla a raíz de más de 150 encuestas que se realizaron a varios sin techo el pasado mes de noviembre. El delegado de Bienestar social y empleo, Juan Manuel Flores, destacó que se trata de la «primera vez» que se realiza un conteo y un análisis sociodemográfico «tan exhaustivo» de este grupo de población pues «se ha estudiado toda la población de la ciudad» a diferencia de otras ocasiones en las que se abarcó solo algunas zonas o grupos, explicó Flores quien resaltó que se trata de «datos esenciales» de cara a la planificación de las políticas municipales a poner en marcha para mejorar la situación de estas personas.

Del estudio inicial realizado en noviembre, el Ayuntamiento hispalense ya destacó que teniendo en cuenta las cifras de ese día, eran unas 444 personas las que viven habitualmente en las calles de la ciudad. De ellas, 239 recurren a los dispositivos habitacionales con los que cuenta el Consistorio y otras 205 duermen al raso a diario. Ahora, después de que los técnicos municipales estudiaran a fondo las encuestas realizadas, han presentado el perfil completo.

En cuanto al género, los hombres suponen un 71,5 por ciento del total y las mujeres un 26,4 por ciento. La mayoría de la población es, además de origen español (76,82 por ciento) frente a los extranjeros, que suman el 23,18 por ciento. En concreto, las personas sin techo son mayoritariamente locales. Los nacidos en Sevilla o su provincia suponen el 62,9 por ciento del total.

En cuanto a las edades de este grupo de población, el mayor volumen lo representan quienes tienen entre 46 y 55 años. Ellos son el 46,3 por ciento del total. Le siguen las personas de entre 56 y 65 años, que suman el 20,53 por ciento. Las personas de entre 36 y 45 años son el 19,21 por ciento y los de entre 26 y 35, el 4,64 por ciento.

Respecto al estado civil, son también personas solteras o divorciadas en la mayoría de los casos.

Flores destacó que la población que vive en la calle en Sevilla lo hace desde hace más de tres años. Este grupo de personas supone el 61,59 por ciento. Le siguen quienes llevan menos de un año (9,27 por ciento) y los que han pasado entre uno y tres (3,97 por ciento). A pesar de ello, dijo, el 75 por ciento está empadronado. Pues es un requisito indispensable para que reciban ayudas, al igual que tener en regla la documentación, pues dos tercios de esta población asegura no tener ningún tipo de ingreso.

Además, los encuestados aseguraron que, durante el tiempo que han pasado en la calle, han sido víctimas al menos de una agresión. «Algo que demuestra que es un colectivo especialmente vulnerable», explicó Flores.

El perfil de esta población se completa con los niveles de estudio. Según las encuestas, más de la mitad dice tener terminados solo los estudios básicos; un 21 por ciento los secundarios; y un ocho por ciento, superiores.

Un 73 por ciento de las personas sin techo reconocen el consumo de algún tipo de sustancia tóxica. En su mayoría, el tabaco (85 por ciento), seguido del alcohol (30 por ciento) y cannabis y psicofármacos en tercer lugar. En concreto, el 21 por ciento asegura estar tomando metadona. Finalemente, más de la mitad de la población sin techo reconoce tener algún tipo de dolencia física y un gran porcentaje también admite algún problema de salud mental.

El albergue se adaptará para acoger a los convalecientes

En base a estos datos, el delegado de Bienestar social y empleo, Juan Manuel Flores, señaló algunas de las medidas que se pondrán en marcha este año.

Para empezar, recordó la apertura del albergue del paseo Juan Carlos I prevista para antes del verano. El centro, que ampliará el número de plazas municipales en otras 20, será de baja exigencia y estará abierto las 24 horas del día. Flores recordó que la idea de la reapertura de este recurso municipal es trabajar con el colectivo que es más reacio a entrar en la red asistencial. Por ello, los técnicos estudian la fórmula para que sea posible que estas personas dejen allí sus enseres y carritos así como sus mascotas.

En el albergue municipal de Perafán de Rivera se realizarán cambios. Flores explicó que debido a la política municipal de recurrir a pisos de Emvisesa para realojar a las personas con emergencias habitacionales, algunos de los módulos destinados a las familias se encuentran disponibles. Estos espacios son los que el Ayuntamiento quiere destinar a las personas sin techo que se encuentran convalecientes tras algún ingreso hospitalario. Para ello, el Consistorio prevé sacar de nuevo la adjudicación del contrato para la gestión del centro en la que la plantilla se adecuará también al cuidado de estas personas.

Del mismo modo, el delegado explicó que el Ayuntamiento tiene previsto ampliar y duplicar el proyecto housing first (casas tuteladas) que mantiene con RAIS, que actualmente cuenta con 10 piso adscritos al programa.

Finalmente Flores recordó que el Consistorio ha reforzado la inversión municipal al programa Sevilla solidaria, que aporta partidas a las asociaciones y ONG que trabajan con estos colectivos, pasando de 92.814 euros del pasado año a 247.814 euros de 2017. El gobierno local pretende, además, reforzar el servicio que prestan la Unidad Municipal de Emergencias Sociales y Exclusión Social (UMIES).