No eran muchos, la representación política inexistente, pero su motivo de concentración era suficientemente desgarrador para que se hiciese el silencio en plena Plaza Nueva justo cuando el reloj del Ayuntamiento de Sevilla anunciaba el mediodía. Por un minuto, el centro se ha paralizado en recuerdo de las víctimas del terrorismo, en un día que se cumplía 13 años del atentado terrorista más cruel vivido en España, aquel que truncó una mañana de un 11 de marzo la vida de cientos de personas que cogían un tren en Madrid; en el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo.
«Fueron muchos los heridos y fallecidos por esta sinrazón». La del terrorismo. Sólo en la provincia de Sevilla rezan en torno a unas 200 víctimas. La mayoría son desconocidos, pero en mente de todos están los dos disparos ejecutados por ETA que acabaron con la vida del matrimonio formado por el concejal Alberto Jiménez Becerril y la procuradora Ascensión García Ortiz. O el asesinato de Rafael Padura en el año 84 a manos de los Grapo.
Sin embargo, ya sea en manos de ETA, de los Grapo, fallecieran el día del atentado, más tarde o sigan vivos, «todos son víctimas» y no por elección, sino por la imposición del odio que un día truncó sus vidas, recordaba la que hasta hace un año era portavoz en Sevilla de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Angélica Chaparro, y que ha ejercido como portavoz de un grupo de ciudadanos que lo único que quería era rendir homenaje a los inocentes anónimos. «Cada uno tenemos nuestra ideología, pero todos hemos pasado por lo mismo, y esa es la clave, la unión».
Por eso, y aunque ha insistido en que era un día de homenaje y no de reivindicación, ha pedido mayor visibilidad y atención a las víctimas, sobre todo presencia en muchos actos que se hacen en honor a los perdieron su vida por la unidad del país, y a los que no se les invita.
Entre los asistente también ha estado presente el presidente de la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo, Joaquín Vidal Ortiz, víctima del primer atentado que ETA efectuó en la cárcel de Sevilla I, en el que perdieron la vida cuatro personas y resultaron heridas decenas. Conocedor en primera mano del sufrimiento, Vidal ha reclamado unión. Insiste en recordar que el terrorismo hoy en día «es un problema de Estado, no de ideas políticas».
Y señala que los terroristas han demostrado «ser más listos, se han globalizado, muestra de ello es el yihadismo». Por ello, ha reclamado la unidad, la misma que ha conseguido que hoy tengamos una Unión Europea para acabar con el terrorismo y poder disfrutar de «la libertad y de las democracia que tantos años de lucha costó».