Simulacro con mención ‘cum laude’

Sevilla volvió a ponerse a prueba ante grandes catástrofes. Esta vez, los equipos de emergencia demostraron su capacidad de actuación frente a una simulada réplica de gran magnitud del terremoto que asoló a la ciudad el pasado lunes dentro del Ejercicio conjunto combinado SUR16, que ha congregado a más de 5.000 intervinientes de las diferentes administraciones durante esta semana.

Ayer fue el turno para varias acciones coordinadas por los responsables de la Unidad Militar de Emergencias (UME) –que toma el mando de la situación cuando ésta alcanza el nivel 3 de emergencia– que tuvieron al entorno de la base militar de El Copero y al antiguo Cuartel de Alfonso XIII como escenarios. En el primero, el Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (Gietma) hizo frente a la rotura de un contenedor cargado de aceite mineral que provocó un vertido en el río. Un escenario que se complicó con la llegada de un barco y un contenedor de rescate que acabaron ardiendo. Esta unidad, de la mano de otro grupo de submarinistas de la UME, intentaron contener el vertido y buscar a la tripulación de la embarcación que se encontraba desaparecida.

El segundo escenario, el antiguo Cuartel de Alfonso XIII, reproducía un barrio de la zona sur cuyos edificios corrían riesgo de derrumbe. En ellos, bomberos andaluces, unidades de emergencia y un batallón del ejército francés –que ha colaborado en el simulacro, al igual que uno americano– realizaron tareas de rescate urbano y consolidación de estructuras. Además, técnicos del Infoca actuaron sobre una calle afectada por el derrumbe de toda su vegetación, lo que impedía el paso de los servicios de rescate.

Tras visitar la sede de Emergencias 112, donde se hizo evidente la coordinación entre efectivos, el ejercicio puso en marcha otro escenario del que fueron protagonistas un grupo de personas con necesidades especiales. Fue en la sede la ONCE en la Cartuja, donde se ejecutó un simulacro de rescate de personas con discapacidad visual, una limitación que complica cualquier tarea de auxilio ante la incapacidad de comunicación.

Lo que no cambió ayer fue la sobredosis de «coordinación» de la que hicieron gala las autoridades. El almirante García Sánchez, jefe del Estado Mayor de Defensa, destacó la «importancia» de este ejercicio, que «demuestra que en casos de emergencia todas las autoridades trabajan en conjunto». Tanto el delegado de Gobierno, Antonio Sanz, como el director de Emergencias de la Junta, Demetrio Pérez, alabaron la «profesionalidad» del equipo y el «orgullo» que «para España» representa la UME. Balance de un ejercicio, el mayor de los realizados en el país, al que hoy se pondrá el cierre definitivo.