SOS de la muralla de la Macarena

Un año después de la última intervención el monumento vuelve a estar abandonado y con falta de limpieza. Ayer la caída de la rama de un árbol destruyó una de sus almenas

04 ago 2017 / 08:00 h - Actualizado: 04 ago 2017 / 08:48 h.
"Distrito Macarena","Patrimonio"
  • La caída de la rama de un árbol causó el desprendimiento de una de las almenas de la muralla. / Manuel Gómez
    La caída de la rama de un árbol causó el desprendimiento de una de las almenas de la muralla. / Manuel Gómez
  • Un grupo de arqueólogos estudia fórmulas para la reposición de la almena, que está bajo custodia. / Manuel Gómez
    Un grupo de arqueólogos estudia fórmulas para la reposición de la almena, que está bajo custodia. / Manuel Gómez
  • La vegetación, la basura y las fisuras han vuelto a formar parte de la fisonomía de la muralla. / M.D.
    La vegetación, la basura y las fisuras han vuelto a formar parte de la fisonomía de la muralla. / M.D.
  • La vegetación, la basura y las fisuras han vuelto a formar parte de la fisonomía de la muralla. / M.D.
    La vegetación, la basura y las fisuras han vuelto a formar parte de la fisonomía de la muralla. / M.D.

El abandono se cronifica en la muralla de la Macarena, uno de los principales atractivos de la ciudad, declarado Bien de Interés Cultural en 1908. La intervención de limpieza realizada hace ahora un año no ha impedido que la suciedad, la vegetación y varias fisuras hayan vuelto a colonizar el monumento. El último aviso llegó ayer con el desprendimiento de una de las almenas a causa de la caída de una rama de un árbol de gran porte.

Fue en la madrugada del miércoles al jueves cuando se produjo la rotura de una de las ramas de un eucalipto a la altura del número 52 de la calle Macarena. El trozo de madera impactó con la muralla produciendo la fractura de parte de una de las almenas que se precipitó, junto a los restos del árbol, hacia la zona interior de la muralla. Gracias a que el suceso se produjo entorno a las 3 de la mañana, no hubo que lamentar daños personales. A primera hora de ayer, agentes de la Policía Local y Bomberos, procediendo a vallar la parte de la calle Macarena en la que había quedado los restos de piedra de la muralla y diversos cascotes, aunque no fue necesario cortar el tráfico.

Poco después ya se habían desplazado a la zona varios técnicos de Urbanismo, que, tras retirar la rama, comprobaron in situ que «no se han producido daños de consideración», más allá de la caída de la almena, ni que el lienzo afectado se encuentre en mal estado, por lo que descartaron nuevos desprendimientos por esta causa. Además, un equipo de expertos en arqueología y restauración determinará la mejor fórmula de reposición de la almena, que quedó bajo custodia.

El Ayuntamiento aseguró, además, que el mantenimiento del eucalipto que ha provocado el suceso nada tiene que ver con la gestión municipal del arbolado, puesto que el árbol en cuestión radica en un área ajardinada sobre la que existe una concesión administrativa privada a un bar y, por tanto, corresponde a su titular el mantenimiento de la misma. De hecho, es intención municipal pasar la factura de los trabajos al establecimiento.

El suceso terminó convirtiéndose en un arma arrojadiza entre Ayuntamiento y oposición. El portavoz de Ciudadanos, Javier Millán, denunció «el daño al patrimonio por la caída de ramas que suponen un grave riesgo para las personas» y reclamó «actuaciones urgentes ante la nefasta situación del arbolado en Sevilla antes de que tengamos que lamentar daños personales». En este mismo sentido, se pronunció el PP, que aprovechó para denunciar, una vez más, la «falta de gestión, dejadez del Ayuntamiento que pone en riesgo a los ciudadanos». Su portavoz, Beltrán Pérez, aseguró que pedirá dimisiones si llegara a producirse un suceso similar y exigió al Ayuntamiento que actúe «de manera urgente e inmediata en el arbolado». Unas declaraciones que movieron al delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz, a tildar de «mala fe» la actuación del PP en materia de arbolado. «Mienten sin tapujos» a los sevillanos e insistió en que el mantenimiento del árbol y el área ajardinada que lo circunda corresponde al titular de una concesión privada.

Muñoz aprovechó la ocasión para anunciar que la Gerencia de Urbanismo adjudicó la semana pasada obras de urgencia en las almenas de la muralla, en concreto las que se encuentran entre las puertas de Córdoba y Macarena, con un presupuesto de 10.768 euros.

Según explicó el Consistorio en una nota, el informe realizado por Urbanismo a raíz del incidente de ayer precisa que las patologías que actualmente presenta este lienzo y que necesitarían de una intervención inmediata son daños causados por la humedad, erosiones por pérdida de finos en superficie de la parte inferior, pérdidas de masa y desprendimientos de material, grietas, fisuras, eflorescencias, suciedades y lesiones por causas biológicas. Una situación que el gobierno local pretende solventar y para lo que ha encargado un proyecto de conservación del monumento.

Misma imagen tras un año

Dicha intervención se presume como necesaria a la vista de la situación del lienzo de la antigua barbacana. Algo que han venido denunciando de manera continuada los vecinos de la zona que, además, consideran que en esta parte del casco histórico se invierte menos que en el resto. Y es que a pesar de que hace escasamente un año se realizó una limpieza en profundidad en la muralla, en la que no se realizaban trabajos desde 2007, la imagen del monumento es similar a la que presentaba antes de los trabajos. La suciedad, la vegetación y varias fisuras han vuelto a colonizar el monumento y forman de nuevo parte de la barbacana. Una estampa de dejadez y abandono que es achacable, principalmente, a la falta de mantenimiento que ha tenido el monumento.

Gracias a estos trabajos que se desarrollaron en el lienzo desde el Arco a la antigua Puerta de Córdoba, Lipasam retiró un total de 6.380 kilogramos de residuos. La actuación de limpieza acabó con toda la vegetación que había colonizado este monumento y que le afectaba de manera negativa.

Diez meses después de su conclusión, en determinados tramos de la muralla se observan grandes huecos, algunos de tamaños considerable, que se han originado por la falta de argamasa y la retirada de algunas de las piedras que la configuran. De hecho, basta con darse un paseo por la zona para comprobar cómo en algunos de sus tramos es posible extraer piedras del lienzo con total facilidad por parte de cualquier viandante. Esto implica que otra vez se observe por la zona la presencia de una colonia de bencejos, la misma que el pasado año provocó el retraso de más de dos meses en el inicio de las tareas de mantenimiento, ya que primero hubo que actuar sobre esta especie animal para retirarla de la zona antes de iniciar los trabajos.

Pero más allá de estas patologías que vuelven a reproducirse, lo cierto es que el monumento se ha encontrado con una nueva problemática inesperada a la que el Consistorio deberá hacer ahora frente. La muralla presenta desde hace semanas una suciedad impropia de un monumento de estas características, llamado a convertirse en uno de los referentes turísticos de la zona norte del Casco Antiguo. Desde el exterior se observa cómo se ha convertido en un vertedero de botellas, cristales rotos, papeles y otra serie de elementos que afean su imagen y perjudican su mantenimiento. De hecho, en el tramo situado en la desembocadura de la calle Torreblanca se observa incluso un peluche de grandes dimensiones que ha sido arrojado como si de un contenedor de basura se tratara.

La situación de abandono llega incluso hasta el propio Arco de la Macarena que vuelve a presentar grandes desconchones en la pintura exterior, especialmente en la parte baja del monumento. A todo ello se suma la proliferación de pintadas que pueden contemplarse en la parte interior del Arco y que a primera vista ofrecen una clara estampa de abandono.