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El Cristo de la Corona, durante su procesión del Viernes de Dolores. / El Correo -
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Fieles de la Virgen de los Reyes durante la procesión del 15 de agosto. / Gregorio Barrera -
Sobre estas líneas, caballeros de la orden de San Clemente.m A la izquierda, Niño Jesús del Sagrario. / Paco Cazalla-David Estrada
Tengo mi casa dentro de la Catedral
Templo. Cuatro corporaciones tienen su sede en el interior de la seo hispalense
Pocas hermandades, órdenes y asociaciones pueden presumir de tener su sede canónica dentro de los muros del primer templo de la diócesis. No hay sede más imponente para la hermandad del Cristo de la Corona, la Sacramental del Sagrario, la Orden de Caballeros de San Clemente y San Fernando y la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando.
La primera de ellas, que tiene carácter penitencial y realiza su estación de penitencia por la feligresía la tarde del viernes de Dolores. Aunque no hay demasiados datos sobre los orígenes concretos de la hermandad si hay constancia que de su momento de mayor auge fue en el siglo XVIII y formaban parte de ella personajes ilustres de la ciudad con Pedro Roldán o el marqués de Paradas. Tras unos años con menos protagonismo fue en 1990 cuando un grupo de jóvenes de la parroquia del Sagrario decidieron recuperar al culto la imagen del Señor. En 1994 le fue concedido el título de Asociación Parroquial y no fue hasta el 9 de marzo del año 2000 cuando se aprobó la reorganización de la cofradía.
Por su parte, la Hermandad Sacramental del Sagrario, con sede también en la parroquia que depende del Cabildo Catedral, fue fundada en 1511 por Doña Teresa Enríquez, a la que llamaban La loca de sacramento y que formaba parte del séquito del Rey Fernando el Católico y la segunda esposa de éste, Germana de Foix. Entre sus principales fines se encuentran fomentar el culto público de la Eucaristía y acompañar al Cabildo en las procesiones que celebra. También organiza una procesión anual de impedidos la mañana del segundo domingo de Pascual. Esta hermandad rinde culto al Niño Jesús a San Sebastián, al Cristo del Perdón, a las santas Justa y Rufina y a San Millán de la Cogolla. De su patrimonio destaca el niño Jesús que hiciera Martínez Montañés en 1606 y que procesiona en la procesión del Corpus Christi en un templete de plata.
También se encuentra dentro de los muros del Sagrario la Orden de San Clemente y San Fernando, cuyo constitución se aprobó bajo el papado de Juan Pablo II y que pretende recoger la tradición y el espíritu cristiano de Fernando III El Santo y de sus primeros caballeros que lograron recuperar la ciudad el 23 de noviembre de 1248, festividad de San Clemente y que se encargaron de difundir «la luz del Evangelio». Cada 23 de noviembre participa en la Procesión de Tercias con las reliquias de San Clemente Papa, la espada y pendón del Rey Fernando III el Santo. La orden tiene una capilla, con la imagen de San Clemente, para su culto y devoción, según reza el documento de cesión, de la que está al frente la figura del Caballero Comendador Custodio- Guardián.
Por último, se encuentra la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando, que tuvo sus comienzos cuando el entonces arzobispo Spínola quiso celebrar el primer aniversario de la coronación canónica de la Virgen de los Reyes. En dicho acto surgió la idea de crear una asociación que tuviese por fin rezar la Salve todos los sábados ante la Virgen. Esta asociación también tiene el título del Rey Fernando III y nació con la misión de fomentar el culto a sus imágenes titulares: La Virgen y el Santo Monarca, y también para colaborar en el mantenimiento de la Capilla Real.