Torreblanca exige actuar contra el «mercadeo» de pisos ocupados

Los vecinos critican que la irrupción de familias conflictivas en los bloques de Emvisesa de Salvador Valverde está alterando la convivencia

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
25 sep 2016 / 19:38 h - Actualizado: 26 sep 2016 / 08:50 h.
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  • La asociación Las Tres Calles pide que se cierre la plaza Salvador Valverde por las noches / Fotos: Pepo Herrera
    La asociación Las Tres Calles pide que se cierre la plaza Salvador Valverde por las noches / Fotos: Pepo Herrera
  • Hundimientos y losas rotas en la calle José Muñoz San Román.
    Hundimientos y losas rotas en la calle José Muñoz San Román.

Se ha convertido en una práctica habitual en los últimos tres años: una familia ocupa un piso vacío de Emvisesa y termina alquilándolo a otra. Se trata del «mercado negro» de la vivienda social que denuncian los vecinos de Torreblanca y que espera ser abordado en la mesa municipal constituida hace unos meses por el distrito y la delegación de Bienestar Social.

El problema se localiza en la plaza Salvador Valverde, frente al centro cívico Juan Antonio González Caraballo. Allí se encuentra una promoción de 54 viviendas de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa). La asociación de vecinos Las Tres Calles ha explicado que cuando han ido desocupándose, «han ido metiéndose gente» hasta el punto de que en estos momentos «el 99 por ciento» están literalmente ocupadas. En su mayoría, detallan, son familias conflictivas que han ido llegando de distintas zonas de la ciudad, «incluidas de las Tres Mil».

Cuentan que en los dos últimos años se ha disparado este fenómeno de tal manera que desconocen quienes están viviendo en estos pisos municipales. La asociación vecinal aclara que no están en contra de una ocupación si realmente está justificada por una familia sin recursos y, sobre todo, con menores a su cargo. Su oposición va más dirigida este mal uso que se está haciendo de las viviendas sociales: «No queremos que se trafique con la ocupación, como está ocurriendo en la plaza Salvador Valverde. Esto es una manera de negociar; un mercado negro en el que los pisos municipales están pasando de unas manos a otras, lucrándose unos pocos», ha señalado el representante vecinal, Antonio Guisado.

Y es que los problemas no terminan ahí. Los nuevos inquilinos están alterando la convivencia del barrio. Los vecinos relatan que la plaza Salvador Valverde, próxima a estos pisos ocupados, sirve de escenario cada noche a distintas actividades que generan ruidos, suciedad y hasta incidentes. «Muchas de las familias okupas se ponen en la plaza y lo ponen todo perdido. Este mes de agosto ha sido horroroso: ponían equipos de música algunos días hasta por la mañana, otras noches han llegado a colgar un cochino, y hasta nos hemos encontrado rodadas de freno en el suelo de haber hecho caballitos con la motos...», detallan los vecinos, que consideran que «unas pocas familias están estropeando la convivencia» y las viviendas sociales se están deteriorando por el mal uso. Por este motivo, la entidad vecinal reclama «más presencia policial» en la zona y algunas medidas concretas: «Queremos que cierren de noche las puertas de la plaza Salvador Valverde, que se valló pero que actualmente se queda abierta incluso cuando hay temporal de viento», han solicitado al recordar el robo de las cancelas y el destrozo de los juegos que hay en su interior, que han sido arreglados hasta en dos ocasiones. A esta reivindicación se suman otras mejoras, como la actuación en la calle José Muñoz San Román, que tiene el «firme hundido» y los macetones que se colocaron pero se usan «de basurero».