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Eva Patricia Bueno. / Manuel Gómez
—El picante de este proceso lo ha dado un porcentaje: el del número de avales que se necesitan para concurrir a las primarias.
—El comité provincial ha aprobado el 20%, y yo he defendido, con otros compañeros, que fuera necesario solo un tres por ciento de avales del total de la militancia porque nos parecía absurdo que algo que entrará en vigor y será obligado no se cumpla, y se aferren a ese porcentaje que limita la participación.
—Pero en vuestros cálculos está superar esta barrera.
—Sí, claro. No debe ser problema superar el 20. Pero no es lo mismo, tendríamos más tiempo para explicar nuestro proyecto de partido.
—¿Y cuál es su modelo de partido?
—Queremos que la militancia sea la columna vertebral, que esté en el centro de gravedad del partido. Lo que le ha pasado al PSOE en estos últimos años, que se han perdido tantos votos, merece una reflexión y un proceso de autocrítica importante. Hemos detectado esa desconexión con la sociedad, la única manera de recuperarnos es que la militancia vuelva a estar en el lugar que le corresponde, en las Casas del Pueblo.
—¿Y cree que eso no está siendo así con la actual dirección provincial?
—Lo digo. Yo soy secretaria general de una agrupación y aquí sí que existe una dinámica de participación, con actividades. Pero esto, lamentablemente, no ocupa en otras Casas del Pueblo. Es una forma de acercar nuestras propuestas. Además, creo que desde el provincial se tiene que contar más con los secretarios generales, eso lo he vivido.
—Pero es incuestionable que el partido, a nivel provincial, goza de buena salud. Lo dicen los resultados electorales?
—Pero se pierden votos. La primera agrupación del país, tiene que aportar mucho a la recuperación del gobierno central. No nos podemos conformar en ganar elecciones y perder votos. Ganamos menos ahora que antes. Queremos una recuperación del poder político, que nos dé más alcaldías y que consolide el gobierno de la Junta.
—Insisto, Sevilla mantiene esa aura de ser la única provincia de toda España donde siempre ha ganado el PSOE en unas generales. Eso es un aval a la gestión en el provincial.
—Por supuesto, y al trabajo de muchos alcaldes que lo han hecho bien. Hay que reconocerlo. Y al aguante del partido en una situación complicada, así como el trabajo de muchos compañeros, en agrupaciones, que hemos trabajado para que en Sevilla capital, por ejemplo, se recuperaran nuestros territorios, en este caso, en unas elecciones municipales.
—Libra otra batalla: la del desconocimiento que la opinión pública puede tener de usted como política.
—No es una traba. Cuando se es conocida, se dice que siempre están los mismos y que hace falta renovar y cuando entra gente nueva, nos decís que no se nos conoce. La realidad es que se necesitan caras nuevas y yo voy a recorrerme la provincia para trasladar mi idea de partido.
—¿Cuándo abrazó la fe sanchista?
—(Risas) Me dolió lo que ocurrió el 1 de octubre, y eso que yo no había apoyado a Pedro Sánchez en las primarias anteriores, sino a Pérez Tapias, pero ganó Sánchez, y desde el minuto uno, empezamos a trabajar por nuestro secretario general. Eso se llama lealtad, no a un nombre y unos apellidos, sino al partido socialista y a sus bases. Lo de ese día me pareció bochornoso, sentí que tenía que hacer algo.
—¿Y qué hizo?
—Compartí un rato con un grupo de compañeros históricos de UGT, con los que mantengo mucho vínculo. Mantuvimos un debate, estábamos muy acalorados. Fue sangrante lo que habían hecho ¡estaban favoreciendo a un gobierno de la derecha! Así que le mandamos una carta a la gestora, desde Sevilla?
—Y ahora, fíjese, es usted la candidata de Pedro Sánchez en el feudo de su rival en las primarias?
—Hemos peleado juntos y hemos decidido que ahora, juntos también, tenemos que llevar su modelo de partido a todas las provincias.
—Ahora está muy en boga la plurinacionalidad? ¿cómo se lo explicará a la militancia?
—Hay que explicarlo bien. El PSOE tiene un modelo claro y definido, que es el federalismo plurinacional. Y esto no es nuevo en el partido.
—¿Pactaría con Podemos?
—Pactar siempre a la izquierda. Se han recuperado comunidades gracias a pactos a la izquierda, y Sevilla capital, también. Si no nos entendemos por la izquierda, la gente de izquierda no nos entenderá a nosotros.
—¿Cómo lo está haciendo Díaz en la Junta?
—Está siendo muy difícil, desde Madrid se está asfixiando a Andalucía. Dentro de esa dificultad, creo que intentamos priorizar aquello que es más importante, que son los servicios públicos. Pero es verdad que hay que hacer un análisis porque está fallando, y lo vemos en la calle: miles de personas que se manifiestan y hay que escucharlos, y reprogramar las prioridades. .~