Triana Norte pide una escuela taller de cerámica frente a la ‘turistización’

La asociación vecinal propone medidas para conservar «la identidad» del barrio y «cuidar a sus habitantes» tras denunciar la proliferación de pisos turísticos

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
01 may 2018 / 15:57 h - Actualizado: 01 may 2018 / 22:53 h.
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  • El arrabal trianero cuenta con una gran tradición en el tema de la artesanía cerámica. / El Correo
    El arrabal trianero cuenta con una gran tradición en el tema de la artesanía cerámica. / El Correo

La «autenticidad» del barrio está en peligro. Es el mensaje que lanza la asociación vecinal Triana Norte, que hace unos días denunciaba la «burbuja turística» y pedía a las administraciones «normativas» para «acortar» el número de pisos turísticos que, asegura, «en la mayoría de los casos no están declarados». Sin embargo, la entidad va más allá de la queja y pone sobre la mesa un paquete de medidas para conservar «la identidad» del barrio y «cuidar a sus habitantes» frente a lo que ya se conoce con el nombre de turistización y que ha propiciado la creación de una plataforma de barrios afectados por esta tendencia.

Entre las actuaciones que plantean los vecinos de Triana Norte se encuentra la creación de una escuela taller de cerámica para «poner en valor lo que es inherente al barrio». La tradición alfarera está unida de manera indisoluble a la historia del viejo arrabal, viviendo su momento de mayor expansión con la Exposición Iberoamericana de 1929. Sin embargo, tras la Guerra Civil comenzaría el declive de importantes industrias alfareras, sobreviviendo sólo algunos talleres trianeros. La inauguración del Museo de la Cerámica de Triana, hace cuatro años, supuso un primer paso para resucitar este legado que ha moldeado «la esencia de lo que siempre ha sido» este histórico y singular vecindario.

De igual manera, los vecinos insisten en «poner en valor la estética» de los establecimientos, «sus tiendas y sus bares de toda la vida», que, como avisan, «están desapareciendo y, en su lugar, aparecen bares, normalmente franquicias o centros culturales, idénticos a los que existen en cualquier otro lugar o ciudad», con nombres «poco trianeros». La asociación Triana Norte advierte en un escrito que las administraciones cada vez cuidan menos «el propio barrio, su gente, su forma de vivir, de relacionarse, sus referencias históricas en las calles y lo que existe de antiguo». En definitiva, «lo que puede ofrecer Triana y la hace diferente a otros barrios». Una tendencia peligrosa que pone contra las cuerdas «la esencia» del barrio: «A lo mejor vienen muchos turistas, pero puede propiciar que, como en los 60 y 70, se vayan muchos trianeros. Entonces solo se podrá ofrecer una postal de lo que fue», concluye.